Ludopatía o adicción al juego: causas y atención

La ludopatía o adicción al juego se caracteriza por la pérdida de control sobre el impulso de jugar y apostar, y el desarrollo de una relación de dependencia con estas conductas.

Las adicciones no solo son generadas por ciertas sustancias químicas, como la nicotina, el alcohol o los opiáceos. Estas también son el producto del abuso de hábitos de conducta aparentemente inofensivos como las compras, el uso de redes sociales o el sexo. A estos fenómenos se les denomina adicciones conductuales, y entre las más comunes en la sociedad moderna se encuentra la ludopatía o adicción al juego (Echeburúa, 1999; Fernández, López, 2018).

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La ludopatía se distingue del simple hábito recreativo de jugar o apostar, en el hecho de que la persona adicta ha perdido el control de dicha actividad; al grado de que interfiere negativamente en su vida cotidiana a nivel familiar, laboral, personal o social. En otras palabras, el juego se ha transformado en un impulso descontrolado, destructivo y desadaptativo para quien lo practica (Obando, Parrado, 2015; Fernández, López, 2018).

En la actualidad, el crecimiento y diversificación de la industria de las apuestas, especialmente a través de las plataformas digitales, ha facilitado que muchas personas emocionalmente vulnerables accedan a juegos de azar de todo tipo. Debido a ello, la ludopatía se ha trasformado en un problema cada vez más difícil de controlar (Obando, Parrado, 2015).

¿Qué es la ludopatía o adicción al juego?

La ludopatía es una adicción conductual caracterizada por la incapacidad para controlar el impulso de jugar, y por el desarrollo de una relación de dependencia con respecto al juego. Las personas afectadas por esta condición continúan jugando y apostando a pesar de las consecuencias negativas que estas conductas les acarrean en su vida personal, laboral, académica o social (Fernández, López, 2018).

El manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) de la Asociación Americana de Psiquiatría, considera la ludopatía como un trastorno adictivo no relacionado a sustancias (American Psychiatric Association, 2013). De igual forma, la Organización Mundial de la Salud identifica una dependencia o necesidad incontrolable hacia una actividad, como una adicción (OMS, citada por Hernández, Bujardón, 2020). Esto implica que el juego patológico es formalmente reconocido como una conducta adictiva, y no solo como un trastorno del control de los impulsos (Cía, 2013).

En muchas ocasiones, la adicción al juego comienza desde el primer contacto con los juegos de azar. Esto se debe a que el juego por sí mismo no es el factor directamente adictivo, sino la relación que el ludópata establece con dicha actividad, en virtud de sus características personales (Obando, Parrado, 2015).

Hoy en día, la ludopatía es un problema de salud mental tan serio que es considerada la adicción conductual más común, y la más atendida por especialistas. Además, las nuevas formas de juego en línea, así como el aumento de casinos y centros de apuesta en lugares públicos, han provocado que las y los jóvenes se vean cada vez más afectados por esta condición (Obando, Parrado, 2015).

Es importante distinguir que el término ludopatía se asocia a los juegos de azar. La dependencia a otra clase de actividades lúdicas, como los videojuegos, corresponde a otro tipo de adicciones conductuales.

Características de la adicción al juego

Existen ciertas características, síntomas y conductas que distinguen a la ludopatía de la simple afición al juego. Algunas de las más importantes son:

  • Un deseo intenso o necesidad imparable por jugar y apostar.
  • Pérdida progresiva de control sobre la conducta de juego.
  • El juego se transforma en una actividad principal en la vida de los afectados. Por lo que otras ocupaciones cotidianas (académicas, laborales o personales) son descuidadas o abandonadas.
  • Las consecuencias de dicha negligencia son advertidas por personas allegadas al ludópata.
  • Cuando la persona es confrontada por su problema con el juego, o sus descuidos y pérdidas, suele negar tener una adicción y argumentar que tiene control sobre su afición.
  • Los intereses, hábitos y relaciones de la persona adicta suelen cambiar, y enfocarse alrededor del juego y las apuestas.
  • Las personas ludópatas presentan un estado de irritabilidad o malestar agudo cuando no les es posible asistir o participar en apuestas o actividades de juego. Un fenómeno parecido al síndrome de abstinencia.
  • Eventualmente, la conducta de juego se presenta de manera automática, sin que la persona adicta repare sobre las posibles consecuencias de sus acciones.

(Cía, 2013; Fernández, López, 2018).

Es importante señalar que la ludopatía no suele presentarse junto con otras adicciones conductuales, como hipersexualidad o dependencia al trabajo. No obstante, sí es común que esta condición se asocie a otras adicciones químicas, como el tabaquismo o el abuso del alcohol (Fernández, López, 2018). Además, existen afecciones psicológicas y situaciones vinculadas a la adicción al juego; como depresión, impulsividad, conducta violenta o conflictos familiares (Obando, Parrado, 2015; Hernández, Bujardón, 2020).

Fases de la ludopatía o adicción al juego

Algunos autores que han estudiado la conducta de las y los ludópatas distinguen ciertas fases en el desarrollo de esta adicción:

  • Ganancia: la persona comienza a ganar, por lo que aumenta sus apuestas progresivamente.
  • Pérdida: Tras perder, la jugadora o el jugador comienza a jugar más, para recuperar lo perdido. Esto conduce a la solicitud de préstamos a sus allegados, bancos y prestamistas.
  • Desesperación: Al acumularse las pérdidas y deudas, las personas adictas siguen pidiendo prestado, sin poder pagar. El tiempo de juego aumenta y las apuestas se incrementan, pero el optimismo desaparece por primera vez, debido a la situación.
  • Desesperanza o agotamiento: La o el ludópata ya sabe que va a perder, pero esta idea no le impide seguir jugando, ya que ha perdido el control de dicho impulso.

(Lesieur y Rosenthal, citados por Hernández, Bujardón, 2020).

Causas de la ludopatía

Algunos autores consideran que la ludopatía surge como una estrategia de afrontamiento incorrecto, empleada para enfrentar dificultades personales y sentimientos de tristeza o ansiedad. Este problema se agudiza cuando la propia adicción provoca problemas familiares, académicos o laborales específicos, atrapando a los afectados en un círculo vicioso (Hernández, Bujardón, 2020).

La conducta de una persona que juega y apuesta depende de la relación que mantenga con el contexto del juego. Por lo tanto, jugar no se vuelve patológico en todas o todos los individuos. Una persona ludópata valora el juego de una forma distinta a como lo haría otra sin dicha adicción. En un principio, las actividades de juego son realizadas debido al placer y euforia inmediatos que producen. No obstante, a la larga, la conducta adictiva es perpetuada con el fin de no experimentar el malestar que implica el no participar en el juego (Cía, 2013; Fernández, López, 2018).

Ciertas personas son más vulnerables a padecer una adicción conductual como la ludopatía. Algunas de las características individuales más importantes en este sentido son:

  • Sentimiento de frustración en algún área específica de su vida (laboral, académica, familiar o personal)
  • Impulsividad
  • Baja tolerancia a los estímulos displacenteros
  • Baja autoestima
  • Carencia de una relación significativa o un afecto consistente
  • Cohesión familiar débil o relaciones sociales pobres
  • Estado de ánimo depresivo o disfórico
  • Dificultad para afrontar los problemas
  • Adicción a sustancias

(Cía, 2013; Fernández, López, 2018).

Cabe señalar que cada vez más personas jóvenes presentan esta condición. Esto probablemente se debe a que, en la actualidad, las plataformas digitales hacen más sencillo participar en juegos de azar a edades muy tempranas (Obando, Parrado, 2015). De esta forma, las y los individuos especialmente vulnerables se encuentran expuestos al juego a muy corta edad, aumentando las posibilidades de desarrollar una adicción.

Tratamiento de la ludopatía o adicción al juego

No existe un protocolo único para el tratamiento de la ludopatía. No obstante, es posible describir un modelo particular que ha mostrado resultados favorables en la atención de esta adicción:

  • Control de estímulos: Implica identificar los aspectos que hacen mas posible la conducta adictiva. En un primer momento, estos se evitan, mientras se aprenden respuestas de afrontamiento adecuadas ante dichos factores de riesgo.
  • Exposición programada a situaciones de riesgo: Es decir, poner en práctica las técnicas de afrontamiento en situaciones reales relacionadas con la conducta adictiva.
  • Solución de problemas específicos: Dado que la ludoterapia es una forma de enfrentar, procesar o evadir conflictos más profundos de carácter personal, familiar o de otro tipo, el tratamiento se enfoca en intervenir en dichas causas veladas.
  • Promover cambios en el estilo de vida: Se concentra en realizar cambios en la forma en que los pacientes viven su vida, de modo que sean capaces de obtener otras fuentes de gratificación más allá del juego.
  • Prevención de recaídas: Se identifican los factores que podrían precipitar una recaída, y se aprenden respuestas adecuadas para el afrontamiento de los mismos.

(Echeburúa, 1999; Fernández, López, 2018).

Es importante destacar que los tratamientos conductuales centrados en la atención del comportamiento de juego patológico han mostrado ser muy efectivos. No obstante, ninguna intervención de este tipo es capaz de garantizar que las personas no vuelvan a recaer, o sustituyan su adicción (Obando, Parrado, 2015). Por lo tanto, siempre es recomendable que exista una aproximación terapéutica que de atención directa a las causas y factores personales que facilitaron el desarrollo de la ludopatía en primer lugar.

Referencias:

  • American Psychiatric Association (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales: DSM-V. Barcelona, España. Masson.
  • Cía, A. (2013). Las adicciones no relacionadas a sustancias (DSM-5, APA, 2013): un primer paso hacia la inclusión de las Adicciones Conductuales en las clasificaciones categoriales vigentes. Revista de Neuro-psiquiatría, volumen (76), número (4). revistas.upch.edu.
  • Echeburúa, E. (1999). ¿Adicciones sin drogas? Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet… Bilbao, España. Desclée de Brouwer. aepcp.net
  • Fernández, J., López, J. (2018). Adicciones Conductuales: Características y Vías de Intervención. FOCAD. [Documento PDF]. researchgate.net
  • Hernández, M., Bujardón, A. (2020). Fundamentos teóricos para un estudio sobre la ludopatía. Revista Humanidades Médicas, volumen (20), número (3). scielo.sld.cu
  • Obando, L., Parrado, F. (2015). Aproximaciones conductuales de primera, segunda y tercera generación frente a un caso de ludopatía. Revista Iberoamericana de Psicología, volumen (8), número (1). reviberopsicologia.ibero
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.