Yami kawaii ¿Idealización o exposición de la ‘enfermedad mental’?

El yami kawaii es un movimiento japonés controvertido que expone el lado más obscuro de la 'enfermedad mental', mezclando símbolos de autolesión, medicación y suicidio con elementos tiernos.

El yami kawaii es una subcultura que nace en el distrito Harajuku de Tokio. Un lugar que es reconocido como uno de los principales escenarios de la contracultura japonesa. El término yami kawaii puede traducirse como «enfermos adorables«, y se caracteriza por combinar la estética aparentemente dulce y alegre de la cultura kawaii, con el lado más oscuro de la ‘enfermedad mental’. Para ello, une elementos como ropa en colores pastel y motivos tiernos, con accesorios asociados con la depresión, las autolesiones y los tratamientos psiquiátricos (Larasati, Fitriana, Winny, 2019).

Los seguidores de esta manifestación cultural aseguran que las imágenes impactantes del yami kawaii pretenden hacer conciencia de la existencia de la depresión, la ansiedad y el suicidio dentro de la sociedad japonesa, donde los problemas de salud mental aún están rodeados de muchos tabúes (Seko, Kikuchi, 2022). No obstante, debido al uso y comercialización descarada de caricaturas, productos y ropa para expresar dicho mensaje, muchas personas han acusado a este movimiento de idealizar los ‘trastornos mentales’, desinformar a los jóvenes, fomentar las autolesiones y de lucrarse con el dolor de las personas que sufren un trastorno afectivo (The COMM, 2019).

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Como todo fenómeno social, el yami kawaii es una dimensión compleja que debe analizarse más allá de lo aparente, antes de adoptarla, criticarla, subestimarla o ignorarla. Por ello, a continuación, se discutirán algunas de las facetas más importantes, y no siempre evidentes de esta subcultura tan polémica.

La estética de yami kawaii

La esencia misma de yami kawaii proviene de lo impactante de su estética. En ella, se combinan colores pastel, holanes, listones y encajes, con utilería y estampados relacionados con tratamientos médicos, tratamientos psiquiátricos y símbolos de autolesión y suicidio. Entre la utilería, accesorios e imaginería más común en este sentido, se encuentran pastillas, jeringas, vendas, banditas, sogas, parches y navajas. Además, estos atuendos se complementan con maquillaje que representa una apariencia enfermiza; como tonos de piel pálidos, ojeras, e incluso, cicatrices y heridas en las muñecas. La ropa también suele contener mensajes escritos como “tristeza”, “dolor”, “loco”, “ayúdame” o “muerte” (Lozano, 2022).

De igual forma, el yami kawaii es representado por personajes de caricatura con aspecto tierno e inocente que están heridos, en peligro, o que cometen conductas autolesivas. Un ejemplo claro de este fenómeno es el personaje Menhera Pink, creado por Ezaki Bisuko, al cual muchos atribuyen el inicio de este movimiento (Seko, Kikuchi, 2022).

Yami kawaii: exposición de la enfermedad mental y su tratamiento

De acuerdo a los promotores del yami kawaii, este estilo busca hacer conciencia de la existencia de la ‘enfermedad mental’ en Japón. La cual aún se considera un tema tabú por la sociedad de dicho país. En este sentido, aunque obviamente los trastornos depresivos eran conocidos por los profesionales de la salud japoneses, hace no muchos años era común que los médicos utilizaran eufemismos, como «agotamiento», para nombrar estas condiciones, y simplemente recomendaran descanso (Harding, 2016).

Por otro lado, debido a una serie de campañas publicitarias agresivas por parte de la industria farmacéutica, Japón alcanzó uno de los índices de internamiento más largos entre los países desarrollados; además de las mayores tasas de uso de medicamentos. Esta es la razón por la que la representación de la afección expresada por el estilo yami kawaii se encuentra muy ligada con imágenes de pastillas y tratamientos médicos (Harding, 2016; The COMM, 2019).

En los últimos años, la sociedad japonesa moderna ha discutido el tema de las ‘enfermedades mentales’ a través del término «menhera«; el cual se emplea para referirse a las personas mentalmente inestables. Esta dimensión se ha consolidado en la cultura de Japón en muchas formas; siendo el yami kawaii solo una de ellas donde se expresa a partir de un estilo e imaginería particular. Aquellos que siguen este movimiento argumentan que el impacto ocasionado por la combinación de lo tierno y lo grotesco puede influir en el discurso clínico; no solo haciendo evidente la existencia de la ‘enfermedad mental’, sino, además, ayudando a los médicos a avanzar hacia una práctica clínica compasiva, que vaya más allá del paradigma médico y los tratamientos farmacológicos (Seko, Kikuchi, 2022).

Yami kawaii: la ‘enfermedad mental’ como medio de expresión e identidad

Más allá de su supuesto carácter disruptivo, el yami kawaii constituye un medio de expresión e identidad para muchos de sus seguidores; el cual les permite descubrir y expandir una realidad alternativa que se opone al discurso social hegemónico. De esta manera, este movimiento forma una comunidad unida por una pretendida causa de apoyo a las personas con algún tipo de trastorno mental. De igual forma, los mensajes difundidos por los creadores y marcas detrás del yami kawaii suelen dirigir frases de ánimo a personas que luchan contra los estigmas de la depresión y la ‘enfermedad mental’ en Japón (Lozano, 2022).

No obstante, existen muchos seguidores de esta tendencia que no se encuentran especialmente interesados por la influencia que el yami kawaii pueda tener sobre la sociedad. Dicho grupo adopta este estilo debido a su popularidad dentro y fuera de Japón. La representación de la depresión “con un toque lindo” ha demostrado ser un fenómeno muy atractivo para los amantes de la moda; influenciando a diseñadores y marcas de muchos otros países (Sukma, Saidi, Lohjiwa, 2021). En este sentido, es muy común que jóvenes extranjeros utilicen elementos del yami kawaii, sin siquiera poder distinguirlos de los otros estilos de las subculturas japonesas, combinándolos, y dándoles en cambio su propio significado (Nannini, 2021).

Aunado a esto, existe una tendencia muy marcada en los medios y prensa occidentales a categorizar todos los estilos del distrito Harajuku como una misma tendencia, ignorando cualquier trasfondo, pretendido o auténtico, detrás de estas corrientes. De esta forma, se exagera su mensaje e influencia, conformándose con considerarlos solo como una parte más de “ese loco Japón”, al que no se comprende, pero es divertido y rentable mostrar fuera de contexto (The COMM, 2019).

Yami kawaii Menhera-Chan: ¿provocación, o idealización irresponsable?

Una de las figuras más importantes y controversiales de este movimiento, es un personaje creado por el artista Bisuko Ezaki en Twitter, el cual eventualmente obtuvo su propia historieta: Yami Kawaii Menhera-Chan. En esta publicación, la protagonista, Momoka Sakurai, es una estudiante de preparatoria con el poder de transformarse en una magical-girl, llamada Menhera Pink, cuando se corta las muñecas con un cutter mágico y esparce su sangre. Su mascota y compañero es un conejito con orejas en forma de píldoras. Eventualmente, otras chicas se unen a ella en sus aventuras obteniendo el mismo poder, formando con ello el grupo de las “risuka senshi” (guerreras con las muñecas cortadas). Estos personajes son presentados como niñas de ojos grandes y rostros encantadores con trajes de marinero de color pastel y las muñecas vendadas (Busuko, 2014).

Los villanos que combate Menhera Pink son espíritus malignos que suelen surgir cuando alguno de sus compañeros enfrenta una situación difícil o vergonzosa. Esta es una estrategia que intenta simbolizar una pelea en contra de las ‘enfermedades mentales’. De acuerdo a Busuko, su objetivo es poner en evidencia la existencia de personas que sufren una ‘enfermedad mental’, y cambiar la imagen negativa sobre su tratamiento (Lozano, 2022).

No obstante, la violencia explícita en este contenido ha atraído muchas críticas y recriminaciones a su autor. Además de considerar que las acciones de los personajes romantizan e idealizan las conductas autodestructivas; Busuko ha sido acusado de apropiarse y trivializar temas como la depresión y el suicidio para vender mercancía (Seko, Kikuchi, 2022; Lozano, 2022). Una crítica que se ve justificada por la gran cantidad de ropa, productos y accesorios que utilizan la imagen de Menhera Pink para promocionarse; transformando un supuesto símbolo disruptivo en un simple accesorio de moda.

La mujer como representante de la menhera dentro de la cultura kawaii

El yami kawaii, como muchas de las tendencias nacidas en el distrito Harajuku, es un medio de expresión que adoptan mujeres jóvenes principalmente.

La propia cultura kawaii, fue, en su origen, un instrumento de rebeldía utilizado por las adolescentes y jóvenes japonesas para insubordinarse en contra de los estrictos valores de la sociedad nipona del momento. La escritura y motivos infantilizados, representados por los colores pastel, listones, encajes y mascotas tiernas, eran utilizados para conseguir un aire pueril e indefenso, que intentaba mostrar una niñez prolongada. De esta forma, se rechazaba el rol de esposa y madre que la sociedad les exigía a las mujeres al crecer y madurar. Desafortunadamente, las empresas no tardaron en apropiarse de la estética de este movimiento, transformándola en una herramienta más del consumismo. Cabe señalar que la estrategia utilizada por la subcultura kawaii logra rebelarse en contra y salir de un modelo de feminidad, solo para adentrarse en otro donde las mujeres también son oprimidas por las estructuras patriarcales hegemónicas (Lozano, 2022).

En lo referente a la representación popular de la salud mental, es posible observar el arquetipo de la “menhera”, una mujer que es mentalmente inestable y que se muestra dependiente, voluble y autodestructiva. Este es un personaje muy común en el manga y el anime, y se caracteriza por definirse principalmente por su desórden psicológico, esperando que un personaje masculino venga en su ayuda. De esta manera, la joven con trastornos es explícitamente fetichizada y sexualizada, siendo la etiqueta de menhera lo que la hace atractiva para el hombre. Esto es, erotizando su impotencia (Lorenzo, 2022). Este elemento es explotado por los diseños del yami kawaii.

Yami kawaii: trivialización de los problemas psicológicos

Una de las principales críticas dirigidas hacia el yami kawaii consiste en acusarlo de mostrar la ‘enfermedad mental’ y el suicidio como temas triviales, con los cuales se puede jugar, pretender e incluso comerciar. Un ejemplo de esto, es la venta y popularización de pulseras que simulan heridas o vendajes en las muñecas.

Por un lado, existe el argumento de que la creación de este tipo de productos permite su uso para manifestar la existencia de un problema ignorado por la sociedad, así como la expresión de la propia tristeza de manera segura (Seko, Kikuchi, 2022). No obstante, la mayoría de las y los jóvenes que usan este tipo de accesorios realmente no buscan realizar ningún cambio en la sociedad ni manifestarse en contra de nada, sino que son simples seguidores de las tendencias de moda. De esta forma, el supuesto mensaje de concientización y sensibilización solo se trasmite hacia aquellas y aquellos que están predispuestos a recibirlo. Para los demás usuarios, el yami kawaii es, sobre todo, una cuestión de estilo y comunidad a partir de un discurso popular, pero sin un verdadero interés por la supuesta causa.

Esta postura implica que los creadores y seguidores de esta corriente suelen estar mucho más preocupados por crear medios cada vez más impactantes, atractivos y rentables para transmitir su mensaje, que en el mensaje mismo. Al final, la salud mental y aquellos que sufren algún trastorno, son un tema secundario, y la fidelidad o precisión de la información que difunden no son una prioridad.  

Yami kawaii: comerciando con la ‘enfermedad mental’

Una característica notable de la subcultura kawaii, es que esta, a diferencia de otras tendencias occidentales, no condena a sus miembros por la comercialización de sus principios. Por el contrario, la adquisición de productos es una parte importante del movimiento (Lozano, 2022). A la luz de este hecho, no es de extrañarse que el principal medio de expresión del yami kawaii sea el consumo de ropa y accesorios, así como la publicación de estos atuendos a través de las redes sociales.

Paradójicamente, la propia cultura kawaii ha sido apropiada por la estrategia Cool Japan, la cual es un proyecto ideado y promocionado por el mismo sistema tradicional y machista contra el que este movimiento se rebela. A través de este plan, se erotiza y mercantiliza la imagen de las mujeres japonesas para promocionar el país; ignorando el origen de esta tendencia como método de protesta. De igual forma, el mensaje que pudiera existir detrás del yami kawaii se ve diluido y reinterpretado en favor de los intereses del sistema dominante, dando mayor importancia al factor consumista de esta tendencia. El resultado, es que existe una comercialización descarada con las ‘enfermedades mentales’ y el sufrimiento de aquellos que las padecen a través de productos de moda, en cuyo diseño no se considera a aquellos que supuestamente representa.

Al final, como es el caso de muchas otras subculturas japonesas, lo que se extrae e importa del yami kawaii y sus obras es su capacidad de impactar y vender productos relacionados. Sin importar si estos tuvieron alguna vez una historia o propósito (Lozano, 2022).

Referencias:

  • Bisuko, E. (2014). Yami Kawaii Menhera-Chan. Bato.to.comiko.net
  • Harding, C. (2016). How Japan came to believe in depression. BBC News.bbc.com
  • Juarez, I. (2020). Yami kawaii: los enfermos adorables. Kmagazine.mx. kmagazine.mx
  • Larasati, P., Fitriana, R., Winny, P. (2019). Representasi Yami Kawaii Pada Kondisi Kejiwaan Anak-Anak Muda Di Jepang. Idea, volumen (1), número (2). journal.unpak.ac.id
  • Lozano. A. (2022). Kawaii y kawaisō: Análisis de la representación de trastornos psicológicos en la cultura popular japonesa. Universitat Autònoma de Barcelona. ddd.uab.cat
  • Nannini, V. (2021). Japopsampler: influencias de la cultura pop japonesa en los consumos de moda argentina. Cuaderno, número (147). pub.palermo.edu
  • Seko, Y., Kikuchi, M. (2022). Mentally Ill and Cute as Hell: Menhera Girls and Portrayals of Self-Injury in Japanese Popular Culture. Frontiers, volumen (7). frontiersin.org
  • Sukma, M., Saidi, A., Lohjiwa, V. (2021). Yami Kawaii Style Visual Sign Study. Jurnal Pakarena, volumen (6), número (1). ojs.unm.ac.id
  • The COMM (2019). Artículo de reflexión: Yami Kawaii ¿Movimiento o desinformación? The-Comm.online. the-comm.online
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
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Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.