¿Qué hacer si la terapia psicológica no da resultados?

La terapia psicológica no es un proceso infalible, ya que existen diversos factores que pueden afectar sus resultados. Por ello, es importante saber qué hacer cuando sentimos que no estamos logrando un avance en ella.

Con el paso del tiempo, la psicoterapia se ha ganado un lugar muy importante en el terreno de la atención clínica; conquistando la confianza de cada vez más personas que buscan en ella una forma de aprender a tomar el control de su vida y hacer frente a desafíos y situaciones complicadas. Aunque en algunos contextos, aún sobrevive la idea de que la terapia psicológica se destina y tiene resultados sólo en personas diagnosticadas con algún tipo de trastorno mental o neurológico; cada día es más común reconocer su utilidad frente a un gran número de preocupaciones y conflictos que pueden afectar a cualquier persona (Mayo Clinic, 2021).

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Desafortunadamente, existen muchas variables que pueden entorpecer el desarrollo de un proceso psicoterapéutico; lo que puede ocasionar que algunas personas sientan que la terapia no les está funcionando. Esta situación constituye un problema muy grave, ya que suele conducir a que muchos pacientes pierdan la confianza y abandonen la atención clínica; y en algunas ocasiones, desarrollen la idea de que «la terapia no es para ellos», o «no les sirve».

En vista de lo anterior, a continuación se mencionarán algunas de las causas más comunes por las que una terapia psicológica no daría los resultados que se espera de ella. De igual forma, se brindará a los pacientes algunas indicaciones sobre cómo actuar cuando esto ocurre.

¿Por qué una terapia psicológica no daría resultados?

Existen distintos factores que obstaculizan un proceso terapéutico. Entre los más notables se encuentran los siguientes:

  • El enfoque psicoterapéutico no es el adecuado para el caso: Existen diferentes tipos de psicoterapia, y dentro de ellos, se utilizan distintas técnicas. Por otro lado, cada persona es distinta, así como lo son sus problemas. Debido a ello, no todas las estrategias serán efectivas en todos los casos.
  • Los objetivos de la terapia no han sido expuestos adecuadamente o han sido malentendidos: Algunos pacientes suelen tener una noción idealizada de la psicoterapia y de lo que esta puede hacer por ellos. Si en la interacción especialista- paciente, no ha quedado claro que la terapia psicológica es un proceso de aprendizaje, y no una promesa de felicidad eterna e instantánea; es comprensible que se llegue a la desilusión en cierto punto.
  • El terapeuta no está lo suficientemente capacitado: Si el profesional a cargo de la terapia psicológica no domina las técnicas que practica, no se obtendrán los resultados que se esperan.
  • El paciente o cliente no se compromete con la terapia y sus técnicas: En muchas ocasiones, las personas entran a un proceso terapéutico con cierta renuencia o presionados por terceros. Debido a ello, pueden resistirse a la intervención del terapeuta, o simplemente no cumplen con las tareas que se les aconsejan.
  • La relación entre el terapeuta y el paciente no es la adecuada: Para que una terapia psicológica de los resultados que se espera de ella, es necesario que exista confianza entre el profesional y su cliente. Cuando la persona atendida se siente juzgada, intimidada, incomprendida o simplemente no se siente “conectada” con su terapeuta, es común que no se obtengan resultados en un proceso terapéutico.

(Lambert, Anderson, 1996; Shinohara, 2001; García, Fantín, 2010).

¿Cuánto debe durar una psicoterapia?

Antes de brindar cualquier otra indicación, es importante aclarar un punto: la psicoterapia no es un proceso de alivio inmediato; y aun aquellas que integran el uso de fármacos requieren un periodo determinado para dar resultados. Por tal motivo, es necesario tener en cuenta que el número de sesiones y la frecuencia de un proceso terapéutico es diferente en cada caso y depende de determinados factores:

  • Situación o trastorno en particular
  • Gravedad y duración de los síntomas o problema
  • Factores circunstanciales y cuánto estrés generan en el paciente
  • Forma en que la situación que requiere atención afecta la vida cotidiana
  • Apoyo (o falta de él) recibido por familiares y amigos
  • Compromiso con la terapia
  • Velocidad de recuperación personal (diferente en cada individuo)
  • Modelo terapéutico
  • Costos

(Mayo Clinic, 2021).

De esta forma, antes de juzgar si una terapia psicológica está brindando resultados o no, es necesario considerar que todo proceso terapéutico tomará su tiempo.

Si la terapia psicológica no está dando resultados… háblalo con tu terapeuta

La primera medida ante la sensación de que la psicoterapia no está brindando los resultados esperados, es discutirlo directamente con el terapeuta. Es posible que los objetivos del trabajo terapéutico no hayan sido establecidos claramente, o que nuestra demanda no haya sido entendida. En estos casos, es necesario que el terapeuta y el cliente replanteen juntos a dónde se quiere llegar con el proceso terapéutico y qué medios serán utilizados para ello. En este sentido, hay que tener en cuenta que las expectativas generadas en torno al tratamiento son también un factor muy importante para el éxito del mismo (Lambert, Anderson, 1996).

Por otro lado, el expresar nuestras inquietudes al profesional a cargo, le permite realizar modificaciones y adecuaciones que adapten el modelo de intervención psicoterapéutica a nuestras necesidades y capacidades específicas. De esta forma, debemos recordar que cada caso es diferente, y no todas las técnicas son aplicables a todas las personas (Shinohara, 2001).

Ahora bien, si al dirigirnos a nuestro terapeuta no tenemos la confianza de expresar nuestro sentir sobre el proceso psicoterapéutico; es posible que sea precisamente esta falta de conexión, la que esté obstaculizando la obtención de resultados. Ya sea desconfianza en los conocimientos del profesional, una percepción negativa sobre el mismo, o incluso, cierta ausencia de “química”; una irregularidad en la relación terapeuta paciente puede dar lugar al fracaso de la terapia, por lo que es necesario considerar un cambio (Corbella, Botella, 2003).

Si la terapia psicológica no está dando resultados… evalúa honestamente tu compromiso con ella

En algunas ocasiones, el desarrollo del proceso terapéutico se ve obstaculizado por la propia conducta voluntaria o involuntaria del paciente. Aunque en muchos de estos casos, es incuestionable que las personas desean sentirse mejor, su disposición a invertir tiempo y recursos en la terapia es evidentemente limitada. En este sentido, algunos y algunas pacientes consideran que las horas reservadas para la consulta deben bastar para lograr un cambio, negándose a realizar las tareas que los profesionales les aconsejan (García, Fantín, 2010).

Además, algunas y algunos pacientes pueden sentirse amenazados por las observaciones realizadas por el terapeuta, y la incertidumbre que implicarían los cambios que este propone. De esta forma, es posible que adopten una actitud defensiva hacia la intervención; lo cual, evita un avance en la terapia.

Debido a esto, es necesario mantener una postura crítica ante nuestra actitud hacia la terapia y nuestras acciones dentro de ella. De esta forma, seremos capaces de evaluar el verdadero papel que desempeñamos en el éxito o fracaso de nuestro propio proceso terapéutico.

Si la terapia psicológica no da resultados… busca otras alternativas psicoterapéuticas

Ahora bien, si tras la evaluación de los objetivos, las técnicas puestas en marcha, el papel del terapeuta y la propia disposición, las personas se sienten incómodas o insatisfechas con el proceso psicoterapéutico, es necesario considerar otras opciones de atención terapéutica.

La incomodidad con un modelo de atención psicológica puede provenir de la incapacidad técnica o falta de experiencia por parte del profesional a cargo. No obstante, también puede ser el producto de una interacción inadecuada entre psicólogo y paciente, donde no existe confianza, respeto o simpatía. En cualquier caso, la naturaleza del contenido compartido en las sesiones terapéuticas, demanda que las personas se sientan cómodas con sus terapeutas (Corbella, Botella, 2003), por lo que, si este no es el caso, es necesario elegir otro profesional.

La elección de una nueva alternativa terapéutica debe ser muy cuidadosa, ya que junto a los modelos de terapia psicológica, cuyos resultados han sido probados, existen diferentes tendencias de moda que prometen aliviar trastornos específicos o solucionar cualquier tipo de problemas personales, por medio de técnicas cuestionables y sin ningún respaldo científico. A la larga, esto ocasiona que los pacientes se sientan insatisfechos con los resultados finales. Por tal motivo, es muy importante verificar los antecedentes, educación, certificación y licencia de los profesionales a los que se acude, así como elegir el enfoque que más nos convenga (Mayo Clinic, 2021).

Si la terapia psicológica no da resultados… considera las variables externas

Cabe señalar que el éxito o fracaso de un proceso terapéutico no solo depende del psicoterapeuta, el cliente o la relación entre ellos. A veces, existen factores externos que pueden influenciar el desarrollo de la atención psicológica. Entre estas variables, encontramos el estado de las relaciones familiares o de pareja, el padecimiento de ciertas enfermedades, problemas económicos, conflictos laborales u otro tipo de estresores. Al no relacionarse de forma directa con las preocupaciones principales o el motivo de consulta, es común que estas condiciones sean ignoradas o no comentadas por los pacientes; lo que impide que sean tratados de forma adecuada. Ante esta situación, se recomienda exponer al terapeuta aquellos problemas que pudieran molestarnos, aun de forma rutinaria. Con ello, brindamos más elementos de análisis que bien pueden transformarse en recursos valiosos dentro de la terapia.

Si la terapia psicológica no da resultados, no te des por vencida o vencido ni recurras a caminos fáciles

Finalmente, es necesario reiterar que el que una experiencia psicoterapéutica no marche como se espera, no significa que ninguna otra terapia psicológica podrá dar resultados, o que la atención clínica «no sea lo nuestro».  Cualquier proceso terapéutico cuyos métodos estén apoyados por la ciencia, implica un esfuerzo importante y un uso sustancial de recursos personales; empeño que incluso puede extenderse a la misma elección de una alternativa de atención adecuada (Mayo Clinic, 2021).

Por otro lado, siempre habrá tendencias pseudoterapéuticas y de coaching que prometan resultados instantáneos o sencillos, defendiendo sus estrategias bajo la bandera del sentido común o la fe. En este sentido, es necesario tener presente que la psicoterapia busca generar transformaciones profundas que nos brinden mayor entendimiento y control de nuestra vida. Un objetivo que no alcanzaremos si tomamos el camino más fácil o el más rápido.

Referencias

  • Corbella, S., Botella, L. (2003). La alianza terapéutica: historia, investigación y evaluación. Anales De Psicología, volumen (19), número (2), pp. 205-221. revistas.um.es
  • García, H., Fantin, M. (2010). Percepción de eficacia de la psicoterapia en Argentina. Revista Puertorriqueña de Psicología, volumen (21), pp. 155-169.redalyc.org
  • Lambert, M., & Anderson, E. (1996). Assessment for the time-limited psychotherapies. American Psychiatric Press Review of Psychiatry, volumen (15), pp. 23–42. psycnet.apa.org
  • Mayo Clinic (2021). Psicoterapia. Mayo Clinic: sitio web. mayoclinic.org
  • Shinohara, H. (2001). Psicoterapia funciona? Estudos e Pesquisas em Psicologia, volumen (1), número (1). e-publicacoes.uerj.br
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.