Anestesia emocional o sentimental: Concepto, usos y críticas

El término 'anestesia emocional' o 'sentimental' es una noción muy popular dentro y fuera del ámbito clínico, pero sin ninguna validez formal.

La anestesia emocional o sentimental es una noción compleja que ha encontrado su lugar tanto en el ámbito de la psicoterapia como en el lenguaje cotidiano. Sin embargo, su definición está muy lejos de ser clara, ya que este término es utilizado para describir diversos fenómenos clínicos, relacionados, pero diferentes. En términos muy generales, se alude a ella para describir una desconexión o adormecimiento emocional que puede manifestarse en diferentes contextos de la vida.

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A pesar de su popularidad y uso extendido, la anestesia emocional no cuenta con un reconocimiento formal dentro de la psicología clínica, lo que plantea interrogantes sobre su validez como noción clínica. A continuación, exploraremos la naturaleza de la anestesia emocional, sus múltiples interpretaciones y los desafíos que surgen al considerarla dentro del marco de la atención psicoterapéutica.

La anestesia emocional o sentimental y el problema de su conceptualización

El fenómeno conocido como anestesia emocional o sentimental ha sido asociado con diferentes manifestaciones clínicas. Esta variedad de términos ha dado lugar a múltiples acepciones y concepciones, lo que dificulta su comprensión y delimitación precisa.

Por ejemplo, la anestesia emocional, entendida como afectividad embotada, se caracteriza por una desconexión o adormecimiento emocional que puede llevar a las y los individuos a mostrar indiferencia ante situaciones que normalmente suscitarían respuestas emocionales. No obstante, este fenómeno no representa una total ausencia de emociones, sino que puede oscilar entre la anestesia afectiva, la frialdad y, en algunos casos, la hiperestesia emocional (Taillefer, 2022; Psiquiatría.com, 2023).

En algunos contextos, la anestesia emocional es vista como un mecanismo de defensa caracterizado por una aparente indiferencia y desapego en respuesta a situaciones frustrantes o eventos decepcionantes. En los extremos, puede manifestarse como apatía y estupor catatónico, mientras que en formas más leves se observa como aislamiento emocional (American Psychological Association, 2020).

Por otra parte, a la anestesia emocional también se le identifica como una sensación de ‘desierto sentimental’, asociada frecuentemente a cuadros melancólicos. Este estado lleva a las personas a experimentar la incapacidad de sentir alegría o tristeza. Algunos investigadores sugieren que estas personas sí tienen sentimientos, pero sienten la carencia de aquellos que anhelan, generando así una profunda insatisfacción emocional (Psiquiatría.com, 2023).

Así mismo, la anestesia emocional es asociada con un sentimiento de aplanamiento afectivo, el cual consiste en la incapacidad de una persona para reaccionar emocionalmente ante objetos, situaciones y personas. Quienes lo padecen muestran inhabilidad afectiva y dificultad para expresar emociones verbalmente. Esto se traduce en indiferencia hacia el entorno y falta de valoración de los estímulos como buenos o malos (Pardo, Buscaglia, 2013).

Anestesia emocional o sentimental y otras manifestaciones clínicas

Aunado a su falta de claridad conceptual, el término «anestesia emocional” comparte similitudes y diferencias con otras nociones utilizadas en la atención psicoterapéutica. Estos conceptos aluden a distintas experiencias emocionales y cognitivas que pueden manifestarse en diversos trastornos mentales y psicológicos. En este sentido, es importante distinguir entre estos términos y la noción de anestesia emocional.

Por ejemplo, tanto la anestesia emocional como la alexitimia se relacionan con dificultades en el reconocimiento y expresión de las emociones, pero difieren en sus manifestaciones. La anestesia emocional implicaría una desconexión emocional más profunda, llevando a una aparente ausencia o disminución de los sentimientos. Por otro lado, la alexitimia se caracteriza por una incapacidad para expresar, describir y distinguir las propias emociones (Matsumoto, 2009). Así, las personas con alexitimia pueden experimentar emociones, pero tienen dificultades para comprenderlas y ponerles nombre.

Por otro lado, la anestesia emocional y la anhedonia comparten la experiencia de disminución emocional, pero se diferencian en su enfoque. La anestesia emocional se centraría en la falta de respuestas emocionales ante estímulos que normalmente las evocarían; mientras que la anhedonia se enfoca en la incapacidad para experimentar placer y disfrutar de actividades que solían ser gratificantes (Matsumoto, 2009). De tal forma, la anestesia emocional afecta la capacidad de respuesta emocional en general, mientras que la anhedonia se centra en la disminución específica del placer.

Por su parte, la anestesia emocional y la abulia comparten la experiencia de una pérdida o disminución del interés y la iniciativa, pero difieren en su alcance. La anestesia emocional afecta la dimensión emocional, llevando a una desconexión y una aparente indiferencia, mientras que la abulia se refiere a la pérdida generalizada de la iniciativa y la voluntad para tomar decisiones o emprender acciones voluntarias (American Psychological Association, 2020).

El síntoma de anestesia emocional en los trastornos mentales

Los síntomas identificados con la anestesia emocional o sentimental tienen una estrecha relación con diversos trastornos mentales y psiquiátricos, lo que sugiere que esta experiencia emocional atípica puede estar presente en distintas condiciones clínicas.

En primer lugar, se ha observado que la animia, es decir, la ausencia o disminución de movimientos expresivos, puede aparecer en personas con esquizofrenia catatónica o en fases residuales de la enfermedad. También el embotamiento emocional y la afectividad embotada son síntomas negativos comunes en la esquizofrenia. Los pacientes pueden mostrar indiferencia hacia sus propios sentimientos y los de los demás, manifestando una falta de reacción emocional ante situaciones que normalmente suscitarían emociones en personas sin trastornos (Psiquiatría.com, 2023).

Por otro lado, la anestesia emocional es una parte central de las características del TEPT. Las personas con este trastorno pueden experimentar una disminución del interés en actividades, desapego emocional de los demás y una restricción afectiva. Además, se ha demostrado que los síntomas de hiperalerta están fuertemente asociados con la anestesia emocional en personas que han experimentado traumas prolongados, como veteranos de guerra (Lescano, 2005).

Es importante señalar que el sentimiento de anestesia sentimental, ocurre frecuentemente en pacientes melancólicos y con depresión mayor. Estas y estos pacientes pueden quejarse de no poder sentir ninguna alegría ni tristeza, lo que indica una pérdida de la capacidad de experimentar emociones de manera adecuada (Psiquiatría.com, 2023).

Además, la anestesia emocional también se ha asociado con la alexitimia, una dificultad para identificar, expresar y describir las emociones propias. Esta condición se ha encontrado en personas con adicciones a drogas de larga duración y en aquellos que presentan trastornos psicosomáticos, lo que sugiere una vinculación entre la desconexión emocional y la manifestación de síntomas somáticos (American Psychological Association, 2020).

Uso inapropiado del término anestesia emocional o sentimental y sus riesgos

La falta de una definición clara de anestesia emocional dificulta su correcta aplicación en la práctica clínica. Esto abre la puerta al mal uso del término por parte de pseudoterapias y sitios web creados por no especialistas, que pueden aprovechar la ambigüedad del concepto para ofrecer soluciones engañosas o tratamientos sin respaldo científico a personas que buscan ayuda para lidiar con sus problemas emocionales.

Por otro lado, el mal uso de este término por parte de algunos especialistas también puede ocasionar problemas en la difusión científica. Cuando se utiliza esta palabra para englobar una serie de síntomas ambiguos y diversas manifestaciones emocionales, se corre el riesgo de diluir conceptos específicos y fundamentados, dificultando la comprensión adecuada de los trastornos mentales y su clasificación. Esta confusión terminológica puede generar una barrera para el avance de la investigación y la comprensión científica en el campo de la psicología clínica. Además, la falta de un término claramente definido puede dificultar la comunicación efectiva entre las y los profesionales de la salud mental, lo que a su vez podría limitar el desarrollo de tratamientos eficaces y terapias basadas en la evidencia.

Para evitar estos peligros, es fundamental fomentar un enfoque riguroso y basado en la evidencia en la utilización de términos psicológicos. Las y los especialistas deben ser cautelosos al emplear conceptos ambiguos y asegurarse de que exista una base teórica sólida y una definición precisa para cada término empleado. Asimismo, es importante que las y los pacientes sean educados y estén informados sobre la importancia de buscar ayuda profesional de psicólogos y terapeutas debidamente formados y con credenciales reconocidas.

Referencias:

  • American Psychological Association (2020). APA Dictionary of Psychology. Dictionary.apa.org. dictionary.apa.org
  • Lescano, R. (2005). Emociones, procesos cognitivos y trastornos disociativos. Psiquiatría.com. psiquiatria.com
  • Matsumoto, D. (Ed.) (2009). The Cambridge Dictionary of Psychology. Cambridge University Press. pbworks.com
  • Pardo, L., Buscaglia, V. (2013). Discurso y aplanamiento afectivo. Discurso y Sociedad, volumen (7), número (1). conicet.gov.ar
  • Psiquiatría.com (2023). Glosario. Psiquiatría. com. psiquiatria.com
  • Taillefer, M. (2022). Eficacia de la vortioxetina en el embotamiento emocional en pacientes con trastorno depresivo mayor con respuesta inadecuada al tratamiento con ISRS/IRSN. MPG Journal, volumen (4), número (53). mpgjournal.mpg
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.