Símbolos perceptuales de Lawrence Barsalou

La teoría de los símbolos perceptuales de Barsalou, propone que nuestras representaciones mentales están intrínsecamente ligadas a nuestras percepciones y sensaciones.

La forma en que los seres humanos comprendemos y representamos el mundo que nos rodea ha sido de gran interés para la ciencia por mucho tiempo. Una teoría que se ha destacado en este sentido es la teoría de los símbolos perceptuales propuesta por Lawrence Barsalou. Este modelo sugiere que nuestros conceptos cognitivos están arraigados en nuestras experiencias perceptuales y sensoriales, y que la simulación mental de símbolos perceptuales desempeña un papel fundamental en la formación de nuestras representaciones mentales.

Contenidos relacionados:

A diferencia de las teorías tradicionales que se centran en la manipulación de símbolos abstractos y reglas lógicas, Barsalou postula que nuestros conceptos están fundamentados en la experiencia sensorial directa. De esta manera, la teoría de los símbolos perceptuales propone un enfoque más encarnado y situado para comprender la cognición humana.

¿En que consiste la teoría de los símbolos perceptuales?

La teoría de los símbolos perceptuales, desarrollada por Lawrence Barsalou, es una propuesta teórica que busca comprender cómo se forman y representan los conceptos cognitivos en la mente humana. Esta teoría sostiene que nuestras representaciones mentales de los conceptos están intrínsecamente ligadas a nuestras percepciones y sensaciones.

Según Barsalou, nuestros conceptos no son meras abstracciones simbólicas o definiciones lingüísticas, sino que se basan en la simulación perceptual. De esta manera, cuando pensamos en un concepto, activamos una serie de símbolos perceptuales que representan nuestras experiencias sensoriales asociadas con ese concepto. Por lo tanto, al pensar en algo, no solo recordamos la definición y las características abstractas de esa entidad, sino que también evocamos imágenes visuales, sonidos, sensaciones táctiles y otras experiencias sensoriales que hemos asociado con ella (Barsalou, 1999).

La teoría de los símbolos perceptuales propone que estas simulaciones perceptuales son fundamentales para comprender y categorizar los conceptos. Las experiencias sensoriales que hemos tenido con objetos, eventos y situaciones en el mundo real se convierten en la base de nuestras representaciones mentales. Estas representaciones están enraizadas en las redes neuronales distribuidas en el cerebro que se activan cuando evocamos un concepto específico (Barsalou, 1999; Joyce, et.al 2003).

Esta teoría desafía las concepciones tradicionales que consideran los conceptos como entidades abstractas y separadas de las experiencias sensoriales. En cambio, enfatiza la importancia de las experiencias perceptuales directas en la formación de los conceptos cognitivos y argumenta que nuestra comprensión del mundo está estrechamente vinculada a nuestra experiencia corporal y sensorial (Favat, 2020).

La teoría de los símbolos perceptuales frente a otras teorías cognitivas

Como ya se ha comentado, la teoría de los símbolos perceptuales de Lawrence Barsalou propone que los conceptos y las representaciones mentales están arraigados en la experiencia perceptual y sensorial. Según Barsalou, nuestras interacciones con el entorno físico y nuestras experiencias corporales influyen en la formación de los conceptos. Por ejemplo, cuando pensamos en un concepto como «perro», activamos no solo la información conceptual sobre los perros, sino también las experiencias sensoriales asociadas, como la imagen visual de un perro, el sonido de un ladrido o la sensación táctil de acariciar a un perro. En otras palabras, los conceptos están basados en la simulación perceptual (Barsalou, 1999).

En contraste, la teoría simbólica clásica sostiene que los conceptos se representan mediante símbolos abstractos y reglas formales. Esta teoría se basa en la idea de que el pensamiento humano se rige por un sistema simbólico que manipula símbolos según reglas predefinidas. Por ejemplo, en la teoría simbólica clásica, el concepto de «perro» se representa como un símbolo abstracto que se asocia con características y propiedades específicas mediante reglas lógicas (Barsalou, 1999; Ramos, 2010).

Por otro lado, la teoría de los marcos conceptuales propuesta por George Lakoff y Mark Johnson se centra en la idea de que los conceptos se organizan en estructuras cognitivas llamadas «marcos». Estos marcos son estructuras mentales que contienen conocimientos y experiencias relacionados con un concepto en particular. Los marcos conceptuales están influenciados por nuestras experiencias físicas, sociales y culturales, y dan forma a cómo entendemos y categorizamos el mundo. Por ejemplo, el concepto de «perro» puede estar asociado con un marco que incluye experiencias sensoriales, emocionales y sociales, como jugar con un perro, escuchar su ladrido o sentir miedo de un perro agresivo (Lakoff, Johnson, 1999).

Naturaleza y formación de los símbolos perceptuales

Los símbolos perceptuales son registros de activación neural que surgen durante la percepción y se basan en los sistemas neuronales sensorio-motores. Estos símbolos no son imágenes mentales o representaciones subjetivas conscientes, sino que representan información cualitativa y funcional capturada durante la percepción. Aunque los mecanismos específicos que subyacen a los símbolos perceptuales no están detallados en la teoría, esta teoría propone que los mismos sistemas neurales subyacen tanto a la generación de imágenes como al conocimiento conceptual.

La naturaleza esquemática de los símbolos perceptuales tiene su origen en dos suposiciones atencionales fundamentales en la psicología cognitiva: la atención selectiva y el almacenamiento en la memoria a largo plazo. Estos procesos permitirían que el sistema cognitivo se enfoque en aspectos significativos de la percepción y almacene la información relevante para su posterior recuperación. El resultado de esta constante atención selectiva es la acumulación de representaciones esquemáticas en la memoria. Estas representaciones cumplen funciones simbólicas básicas y pueden combinarse de manera productiva para implementar la composicionalidad y adquirir interpretaciones semánticas.

Los símbolos perceptuales no se limitan a una sola modalidad sensorial, sino que emergen a través de diversas modalidades sensoriales, la propiocepción y la introspección. De esta manera, el proceso de formación de símbolos descrito anteriormente operaría en cualquier aspecto de la experiencia percibida, abarcando no solo la visión, sino también la audición, el tacto, el olfato, el gusto, la propiocepción y la introspección. En cada modalidad, la atención selectiva se enfocaría en aspectos específicos de la experiencia y registraría estos aspectos en la memoria a largo plazo, donde funcionan como símbolos perceptuales (Barsalou, 1999).

La introspección

Dentro de esta teoría, el procesamiento funcional de la introspección aún se comprende de manera limitada en comparación con el procesamiento sensoriomotor en el cerebro. La propuesta de Barsalou, identifica tres tipos de experiencias introspectivas especialmente relevantes:

  • Estados representacionales: involucran la capacidad de representar entidades o eventos en su ausencia, así como la construcción de entidades percibidas como pertenecientes a una categoría.
  • Operaciones cognitivas: incluyen actividades como repetición, elaboración, búsqueda, recuperación, comparación y transformación.
  • Estados emocionales: abarcan emociones, estados de ánimo y afectos.

(Barsalou, 1999).

En cada caso, la atención selectiva puede enfocarse en un aspecto particular de un estado introspectivo y almacenarlo en la memoria como un símbolo. Por ejemplo, la atención selectiva puede centrarse en la capacidad de representar algo en su ausencia, filtrando la entidad o evento específico representado y almacenando una representación esquemática de un estado representacional. De manera similar, la atención selectiva puede enfocarse en el proceso de comparación, filtrando las entidades específicas comparadas y almacenando una representación esquemática del proceso de comparación. Durante un evento emocional, la atención selectiva puede centrarse en los sentimientos emocionales, filtrando las circunstancias específicas que dan lugar a la emoción y almacenando una representación esquemática de los componentes «emocionales» de la experiencia (Barsalou, 1999).

Simulador cognitivo

Los símbolos perceptuales relacionados se organizan en un simulador cognitivo que permite construir simulaciones específicas en la memoria de trabajo. Estas simulaciones se basan en la integración de símbolos perceptuales en un marco subyacente y permiten representar y manipular conceptualmente entidades, eventos y secuencias de manera flexible y creativa.

En la teoría de los símbolos perceptuales, un marco es un sistema integrado de símbolos perceptuales que se utiliza para construir simulaciones específicas de una categoría. Estos marcos, junto con las simulaciones que generan, constituyen un simulador. A diferencia de otras teorías en las que los marcos son amodales, en los sistemas de símbolos perceptuales existen analogías naturales entre los marcos y los esquemas (Barsalou, 1999).

Es importante destacar que el marco representa la información espacial y de contenido de manera separada. Por un lado, se establece la disposición espacial de las regiones volumétricas del objeto, y, por otro lado, se representan los contenidos de estas subregiones como especializaciones. Esta distinción entre niveles de representación se basa en investigaciones que han identificado vías neurales separadas para la información espacial-motora y las características del objeto (Barsalou, 1999).

Símbolos lingüísticos

De acuerdo a esta teoría, los símbolos lingüísticos en los seres humanos se desarrollan junto con sus símbolos perceptuales asociados, estableciendo una estrecha relación entre el lenguaje y la percepción. Un símbolo lingüístico representa una memoria esquemática de un evento percibido, específicamente una palabra hablada o escrita. Los símbolos lingüísticos no son símbolos amodales y no se desarrollan de forma independiente. Por el contrario, siguen un proceso de desarrollo similar al de los símbolos perceptuales (Barsalou, 1999).

A medida que la atención selectiva se enfoca en palabras habladas y escritas, las memorias esquemáticas extraídas de las experiencias perceptivas se integran en simuladores. Estos simuladores son responsables de generar simulaciones de palabras durante procesos como el reconocimiento, la imaginación y la producción. El desarrollo de simuladores para palabras en la memoria implica asociaciones con simuladores para las entidades y eventos a los que se refieren.

Estos simuladores para palabras también se asocian con otros aspectos de las simulaciones, incluyendo propiedades superficiales, modos o relaciones. Dentro del simulador de un concepto, numerosos simuladores para palabras se asocian con sus diversos aspectos, creando un campo semántico que refleja el campo conceptual subyacente (Barsalou, 1999).

Una vez que los simuladores para palabras están vinculados a los simuladores para conceptos, desempeñan un papel crucial en el control de las simulaciones. Al reconocer una palabra, el sistema cognitivo activa el simulador para el concepto asociado simulando un posible referente. Al analizar oraciones en un texto, la sintaxis superficial proporciona instrucciones para construir simulaciones perceptuales. La naturaleza productiva del lenguaje, combinada con la interconexión de los simuladores lingüísticos y perceptuales, permite la construcción de simulaciones que van más allá de la experiencia directa de un individuo (Barsalou, 1999).

¿Cómo se construyen los símbolos perceptuales?

Al evocar simulaciones perceptuales y motoras basadas en nuestras experiencias sensoriales, construimos representaciones mentales ricas y encarnadas de los conceptos, lo que nos permite comprender y relacionarnos con ellos de una manera más completa.

Pensemos, por ejemplo, en el concepto de «comida caliente». La teoría de los símbolos perceptuales sugiere que evocamos simulaciones perceptuales relacionadas con las experiencias de comer alimentos calientes. Podemos imaginar visualmente un plato de sopa humeante o una taza de café caliente. También podemos evocar sensaciones táctiles de calor, como sentir el vapor de la comida caliente en nuestra piel o percibir el calor al sostener una taza caliente en nuestras manos. Estas simulaciones perceptuales nos ayudan a comprender y representar el concepto de «comida caliente», y pueden estar relacionadas con nuestras preferencias, emociones y decisiones en relación con la comida.

Consideremos un ejemplo más abstracto, como el concepto de “melancolía”. Cuando pensamos en el concepto de «melancolía», podemos imaginar visualmente tonos de colores más oscuros y apagados, como grises y azules, que reflejan un estado de ánimo melancólico. Además, podemos evocar sensaciones físicas, como una sensación de pesadez o una opresión en el pecho, que pueden estar relacionadas con la tristeza. También podemos recordar sonidos suaves y melancólicos, como una melodía triste o el sonido de la lluvia cayendo. Estas simulaciones perceptuales y motoras nos permiten comprender y representar el concepto de «melancolía» en nuestra mente.

Además, la teoría de los símbolos perceptuales también sugiere que nuestra comprensión de la melancolía está influenciada por nuestras experiencias culturales y sociales. Por ejemplo, ciertos paisajes, pueden evocar sentimientos de melancolía en algunas culturas. Del mismo modo, ciertas piezas de música o poemas pueden ser considerados «melancólicos» debido a su contenido emocional y simbólico.

Limitaciones de la teoría de los símbolos perceptuales

Finalmente, es necesario destacar que el propio Barsalou identificó ciertas limitaciones en su teoría; las cuales pueden ser listadas de la siguiente manera:

  • La teoría no especifica las características de la percepción, ni explica por qué la atención se enfoca en algunas características y no en otras.
  • No aborda cómo el sistema cognitivo divide el mundo en categorías ni cómo los procesos de abstracción establecen el conocimiento categórico.
  • La teoría no explica cómo se calcula la correspondencia entre una representación y otra, ni cómo las restricciones controlan la combinación de conceptos.
  • Aunque la teoría se basa en gran medida en la percepción, no ofrece una explicación detallada sobre la naturaleza de los mecanismos perceptuales. En su lugar, sostiene que, independientemente de los mecanismos subyacentes a la percepción, un importante subconjunto también subyace al conocimiento.

(Barsalou, 1999).

Es importante destacar que estas limitaciones no invalidan la teoría de los símbolos perceptuales, sino que plantean cuestionamientos y desafíos que requieren una exploración más profunda y la integración con otras teorías y enfoques cognitivos.

Referencias:

  • Barsalou, L. (1999). Perceptual symbol systems. Behavioral and Brain Sciences, volumen (22), pp. 577-660. uniba.sk
  • Favat, M. (2020). Aportes semióticos de la noción de representación a las Ciencias Cognitivas: Ensayo académico. Universidad de la República Uruguay, Facultad de Psicología. udelar.edu.uy
  • Joyce, D., Richards, L., Cangelosi, A., Coverntry, K. (2003). On The Foundations of Perceptual Symbol Systems: Specifying Embodied Representations via Connectionism. The logic of cognitive systems: Proceedings of the Fifth International Conference on Cognitive Modeling, pp. 147-152. citeseerx.ist.psu.edu
  • Lakoff, G., Johnson, M. (1999). Philosophy in the Flesh. Basic Books. archive.org
  • Ramos, R. (2010). Conceptos: desde la filosofía de la mente a la psicología cognitiva. Praxis: Revista de Psicología, número (18), pp. 125-148. praxispsy.udp.cl
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

Artículos diarios sobre psicología, neurociencias y salud para profesionales, estudiantes y mentes inquietas

CONTENIDO RELACIONADO

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.