Alianza terapéutica y privacidad en las redes sociales

Reflexión sobre cómo la falta de privacidad de las y los psicoterapeutas en redes sociales podría interferir en la alianza terapéutica.

La forma en que se desarrolla la relación paciente-terapeuta tienen un efecto importante en el resultado de un proceso psicoterapéutico. Por esta razón, los profesionales de la salud mental se preocupan por establecer un vínculo de cooperación entre ellas y ellos y sus clientes. Dicha relación es conocida como alianza terapéutica, la cual evoluciona a lo largo del tratamiento; siendo sensible a la variación de diversos factores internos y externos a esta interacción. En este sentido, uno de los cambios más notables que el mundo ha experimentado en las últimas décadas, es la influencia que las plataformas virtuales han ganado sobre cada detalle de la vida cotidiana; aspecto que genera interrogantes acerca de la manera en que las redes sociales afectan a la construcción y desarrollo de la alianza terapéutica, considerando que el intercambio constante de información personal a través de ellas ha minado la capacidad de los terapeutas de proteger su privacidad.

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El problema es bastante claro. Anteriormente, era más sencillo que los profesionales de la salud mental fueran capaces de mantener separadas su vida social y laboral. No obstante, en los últimos años, gran parte de su información personal se ha vuelto pública, debido a que se encuentra expuesta en distintas redes sociales en forma de fotos, comentarios y publicaciones. Esto significa que clientes y pacientes pueden investigar detalles íntimos sobre sus psicoterapeutas, lo que puede ser perjudicial para la construcción de una alianza terapéutica productiva.

¿Qué es la alianza terapéutica?

La noción de alianza terapéutica se ha enriquecido a lo largo del tiempo. Ahora la consideramos una relación consciente que involucra una colaboración entre terapeuta y paciente (Santibañez, Roman, Vinet, 2009). Esta consiste en la creación de acuerdos entre estas dos figuras sobre los objetivos del tratamiento y las tareas necesarias para alcanzarlos, así como el desarrollo de vínculos positivos que favorezcan el éxito de la intervención (Bordin, 1979).

La alianza terapéutica es una entidad dinámica que se encuentra en constante evolución, cambiando en virtud de las diferentes demandas de la terapia, pero también siendo influenciada por factores externos al tratamiento (Corbella, Botella, 2003). Esta inicia desde el comienzo de la relación terapéutica, siendo susceptible a tensiones e interrupciones a lo largo del proceso (Rossetti, Botella, 2017).

Es una herramienta que puede ser utilizada por el o la profesional de la salud para sortear obstáculos y favorecer el curso del tratamiento (Bordin, 1979). Razón por la que psicoterapeutas requieren entrenamiento para su correcto manejo.

Importancia de la privacidad en la formación de la alianza terapéutica

Como ya se ha comentado, la alianza terapéutica implica la creación de vínculos positivos entre terapeuta y cliente. El desarrollo de un sentimiento de simpatía y respeto mutuo, en este sentido, ha sido relacionado con una menor tendencia a la ruptura en el tratamiento psicológico (Santibáñez, Román, Vinet, 2009).

Dentro del marco de la relación terapéutica, el o la psicoterapeuta mantiene un compromiso por proteger los derechos de privacidad y confidencialidad del paciente. Esta vigilancia forma parte de los principios éticos básicos de la práctica psicológica, y constituye una de las mayores preocupaciones por parte de los clientes que buscan la ayuda del profesional en salud mental (American Psychological Association, 2017). En este sentido, la conservación de la vida privada se encuentra en control del terapeuta y depende de la buena práctica profesional del mismo.

Por otro lado, el trabajo de psicoterapeutas y psicólogos clínicos requiere que exista una distinción clara entre su vida privada y profesional al establecer una relación terapéutica. Aún enfoques de intervención psicológica que abogan por relaciones menos formales o tradicionales entre especialista y paciente, reconocen que es necesario que los roles entre estas figuras sean plenamente reconocidos por ambos. Esto, con el fin de que el espacio terapéutico se mantenga como una dimensión al servicio de pacientes y clientes; distinguiéndose como un dominio diferente y relativamente independiente de las demás áreas de su vida.

Es en este último aspecto, donde la invasión en la privacidad provocada por las redes sociales se ha vuelto una amenaza potencial para el desarrollo de una alianza terapéutica adecuada y productiva. Esto, debido a que pone en peligro la intimidad del terapeuta, exponiendo su vida personal ante los ojos de las y los pacientes; dando lugar a especulaciones sin contexto.

Falta de privacidad en las redes sociales y su efecto en la alianza terapéutica

Es indudable que la Internet ha significado grandes avances en muchas áreas de la vida cotidiana. Para algunas personas, las plataformas virtuales son un espacio público de libertad sin precedentes, que ha permitido el reclamo y obtención de facultades fundamentales como el acceso a la información o el derecho a opinar (Sánchez, 2017). No obstante, dichas libertades han transformado radicalmente aspectos fundamentales como la misma noción de lo privado.

Dentro de la psicología clínica, los daños a la privacidad individual provocados por las redes sociales han puesto en riesgo la construcción de una alianza terapéutica adecuada entre profesionales y pacientes. En primer lugar, se encuentra la falta de fugacidad de datos; lo cual se refiere al almacenamiento permanente de la información personal.  Dicha situación impide que los usuarios de las plataformas digitales se construyan una nueva identidad debido a la gran cantidad de información contradictoria que existe en línea sobre ellos (Netter, et.al 2013). En el marco de la relación terapéutica, la falta de privacidad que conlleva el uso de redes sociales, implica que los pacientes tengan acceso a publicaciones antiguas cuyo contenido, no necesariamente define a los profesionales ya, lo que implicaría que estos puedan ser juzgados por opiniones que no defienden, afectando finalmente el desarrollo de la alianza terapéutica. Esto, que se podría definir como falta de trazabilidad histórica en la interpretación de los datos, puede hacer que coexistan comentarios realizados por el psicólogo o psicóloga cuando aún era estudiante, con otros contenidos actuales.

Por otro lado, la falta de segregación de público que existe en muchas plataformas digitales, no permite que las personas, en este caso las y los psicoterapeutas, mantengan diferentes roles dentro de las mismas. Esta situación amenaza la privacidad y la imagen de los usuarios de estas redes sociales, permitiendo que pacientes y público en general accedan a información personal de manera indiscriminada e indiferenciada y fuera de contexto (Netter, et.al 2013), afectando igualmente la construcción de una alianza terapéutica apropiada.

Algunos ejemplos de los datos de la esfera privada del psicoterapeuta, susceptibles de ser accesibles de forma pública en redes sociales, y que podrían interferir en la alianza terapéutica:

  • Datos actuales sobre su círculo social y sobre su familia.
  • Información sobre su status socioeconómico, propiedades, residencia, etc.
  • Contenidos gráficos -vídeos, imágenes, selfis- considerados como íntimos.
  • Información sobre la orientación sexual del psicoterapeuta o su situación sentimental, si tiene pareja, si está casado o casada, e incluso si tiene hijos e hijas -incluyendo contenidos que expongan la privacidad de los menores-.
  • Comentarios y opiniones relativos a la ideología política, o a cuestiones morales, incluyendo la posible afiliación a algún partido político o consagración religiosa.
  • Todo lo relativo al ocio, lugar de vacaciones, bares o restaurantes que frecuenta, etc.
  • Opiniones personales sobre gustos y preferencias en diversidad de áreas y temáticas, incluyendo si se sigue a un equipo de fútbol o a otro.
  • Interacciones en clave íntima y en código informal realizados tanto por parte de los psicoterapeutas hacia sus amistades, como al contrario.
  • Información personal descontextualiza o de épocas anteriores, sin vigencia en la actualidad.

¿Es posible contrarrestar el efecto de las redes sociales sobre la privacidad y la alianza terapéutica?

El efecto que las redes sociales tienen sobre la privacidad de sus usuarios es el producto de un fenómeno global muy complejo, por lo que es válido preguntarse si es posible contrarrestar de alguna forma su influencia, en favor de salvaguardar el desarrollo de una alianza terapéutica adecuada dentro del quehacer profesional terapéutico.

Por un lado, es cierto que son los propios usuarios los responsables de administrar la información dentro de las mismas redes sociales; por lo que son ellas y ellos mismos quienes deben encargarse de diseñar estrategias para regular contenidos personales y canalizar información privada (Netter, et.al 2013). No obstante, la conciencia de estos problemas es relativamente reciente, por lo que, en muchos casos, la información de muchos psicólogos clínicos y terapeutas jóvenes se encuentra ya dentro de las plataformas; que además son dueñas de la misma y pueden utilizarla o venderla sin ninguna garantía, aun cuando esta sea públicamente eliminada (Segado, Díaz, 2020).

Además, la presencia de las plataformas sociales en diversos aspectos de la vida cotidiana hace que la pretensión de abstenerse de su uso sea una alternativa muy poco realista e incluso excluyente; desde el ámbito personal, familiar, social e incluso laboral o institucional. Nos encontramos frente a un acontecimiento cultural irreversible que ya ha redefinido la manera de interactuar de varias generaciones y que sigue evolucionando sin un destino concreto.

Educación y sensibilización sobre la gestión de la privacidad

Debido a lo anterior, no existen alternativas sencillas o puntuales. La protección de la privacidad debe ir más allá de mostrar a las nuevas generaciones el uso ético de las herramientas digitales. La educación para la vida en línea debe basarse en promulgar el valor de la intimidad y los espacios de soledad (Sánchez, 2017).

En cuanto al problema que significa la falta de privacidad en las redes sociales y su efecto negativo en el desarrollo de una alianza terapéutica adecuada; tal vez se podría empezar concientizando sobre dicha complicación desde los primeros años de formación en psicología, por medio de programas formativos para la sensibilización en el ámbito de la privacidad en Internet, así como la adquisición de competencias y herramientas para la gestión eficaz de la privacidad en las redes. Al final, este es un problema que fue subestimado en sus inicios y que se intenta controlar cuando ya se está sufriendo sus efectos.

El control de daños a través de una gestión de la privacidad eficiente, no pasa solo por eliminar contenidos inadecuados, sino que implica controlar la accesibilidad de la información de manera permanente; sabiendo diferenciar qué contenidos son inocuos -y podrían ser públicos- y cuáles no. No obstante, también es necesario mantenerse informado del nuevo rumbo de las nuevas plataformas digitales, manteniendo una actitud crítica en la forma en la que estas procesas nuestros datos personales y cómo pueden afectar nuestra vida pública y privada. Después de todo, este es un fenómeno que lejos de desaparecer, evolucionará; generando problemas para los que debemos estar preparados esta vez.

Referencias:

  • American Psychological Association (2017) Ethical Principles of Psychologists and Code of Conduct. Apa.org. Recuperado de: apa.org
  • Bordin, E. (1979) The generalizability of the psychoanalytic concept of the Working Alliance. Psychotherapy, Theory, Research and Practice, volumen (16), número (3), pp. 252-260. Recuperado de: pdfs.semanticscholar.org
  • Corbella, S., Botella, L. (2003). La alianza terapéutica: historia, investigación y evaluación. Anales De Psicología, volumen (19), número (2), pp. 205-221. Recuperado de: revistas.um.es
  • Netter, M., Herbst, S., Pernul, G. (2013) Interdisciplinary Impact Analysis of Privacy in Social Networks. Security and Privacy in Social Networks, pp. 7-26. Recuperado de: epub.uni-regensburg.de
  • Rossetti, M., Botella, L. (2017) Alianza terapéutica: evolución y relación con el apego en psicoterapia. Revista Argentina de Clínica Psicológica, vol. (26), número (1), pp. 19-30. Recuperado de: redalyc.org
  • Sánchez, A. (2017) Educación, privacidad y redes sociales: una reflexión arendtiana. Foro de Educación, volumen (15), número (23), pp. 7-24. Recuperado de: redalyc.org
  • Santibáñez, P., Román, M., Vinet, E. (2009) Efectividad de la Psicoterapia y su relación con la Alianza Terapéutica. Interdisciplinaria, volumen (26), número (2), pp. 267-287. Recuperado de: redalyc.org
  • Segado, F., Díaz, J. (2020) Las redes sociales y sus intersecciones con la libertad de expresión, la libertad de información y la privacidad. Un análisis. Revista ICONO14 Revista Científica De Comunicación y Tecnologías Emergentes, volumen (18), número (1), pp. 231-255. DOI: doi.org Recuperado de: icono14.net
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.