Cómo dar una mala noticia: El modelo SPIKES

SPIKES es un modelo de comunicación que muestra a los profesionales cómo dar una mala noticia, siguiendo una serie de pasos.

La comunicación de eventos desafortunados es una actividad que forma parte de la labor cotidiana de muchos profesionales. Diariamente, abogados, policías, psicólogos, trabajadores sociales, y especialmente, personal médico, deben revelar información desagradable que puede transformar la vida de aquellas personas que la reciben en muchos niveles y sentidos. No obstante, existen muy pocos esfuerzos por capacitar a estos trabajadores y especialistas en cómo dar una mala noticia de forma adecuada.

La transmisión de información desafortunada es una tarea de comunicación compleja que requiere el ejercicio de habilidades verbales, empatía, conocimiento sobre el tema, y la capacidad para responder a la reacción emocional del receptor de la mala noticia (Herrera, et.al 2014). Un buen manejo de esta situación, es muy importante en ámbitos como el médico, el legal o el educativo, ya que la forma en que dicha información sea procesada influirá en las futuras decisiones que se tomarán para enfrentar los diversos factores que se tienen en contra.

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¿Qué es una mala noticia?

En términos generales, una mala noticia es cualquier información que afecte adversa y seriamente la visión de una persona sobre su futuro (Baile, et.al 2000). Este nuevo conocimiento suele marcar puntos decisivos en la vida de quien lo recibe, iniciando nuevas etapas en ella en virtud de los cambios que esta nueva perspectiva puede significar. Esta reacción radical es muy común en el ámbito médico, donde las y los pacientes son diagnosticados con una nueva enfermedad; se les informa que una afección ya contraída ha empeorado; o bien, que un determinado tratamiento no ha tenido éxito.

Las malas noticias pueden producir sentimientos de desamparo, representar una amenaza para la salud mental y física de las personas, o pueden afectar negativamente la percepción de su propio futuro (Díaz, Cuesta, Díaz, 2020). Por esta razón, la habilidad de los profesionales para transmitir este tipo de información a las y los afectados puede determinar la forma en que éstos enfrenten su nueva realidad.

Es necesario destacar que las malas noticias dependen de una percepción personal; por lo tanto, es muy difícil anticipar el impacto individual y las consecuencias de la información angustiosa sobre quienes la reciben (Bumb, et.al 2017). Por esta razón, los profesionales deben determinar primero la comprensión y las expectativas de la persona ante la nueva información, antes de estimar el efecto que tendrá sobre ella (Herrera, 2014).

Factores a considerar al dar una mala noticia

Aprender cómo dar una mala noticia implica tomar en cuenta diferentes consideraciones y variables que mejoren este proceso de comunicación. Algunas de las más importantes son:

  • Las personas reaccionan de manera más positiva ante un proveedor de malas noticias honesto y directo.
  • La experiencia en su campo profesional y el conocimiento sobre el tema son cualidades muy apreciadas en el portador de malas noticias por las personas que las reciben.
  • La comunicacióndebe ser ininterrumpida y entregada con atención plena para permitir que el oyente procese la nueva información.
  • Transmitir una mala noticia generalmente no es un evento de una sola vez. Por el contrario, en muchas ocasiones es necesario mantener un canal de comunicación abierto, con el fin de brindar aclaraciones en un futuro.
  • En contra de ciertas creencias y tradiciones, las personas prefieren recibir las malas noticias de los profesionales y expertos, y no de familiares o amigos. Por ejemplo, enterarse de un diagnóstico por el médico responsable.
  • El proveedor de malas noticias debe ser sensible a las necesidades personales y particularidades culturales de cada individuo. Por lo tanto, es recomendable preguntar abiertamente sobre las preferencias individuales sobre la divulgación completa de la información, antes de dar malas noticias. Es decir, qué tanto están preparados para saber.
  • Elegir un área apropiada, tranquila y privada que esté libre de interrupciones, con el fin de transmitir respeto y mantener la dignidad de la persona.
  • Ser sensible a las reacciones verbales, físicas y emocionales puede ayudar a guiar el grado de atención y apoyo que se ofrece durante la conversación.
  • Es necesario evaluar la propia respuesta emocional y mantener la compostura para ser empático, pero objetivo y solidario.

(Bumb, et.al 2017; Díaz, Cuesta, Díaz, 2020).

El portador de malas noticias

En la comunicación de malas noticias, el portador de las mismas no es el actor principal, sino el receptor de la información. No obstante, una actitud y habilidades inadecuadas por parte de los profesionales encargados de entregar noticias desafortunadas, pueden generar graves obstáculos para la confrontación y posible solución de la nueva situación que se enfrenta.

El portador de malas noticias a menudo experimenta emociones fuertes como ansiedad, una carga de responsabilidad por las noticias y miedo a la evaluación negativa. Este estrés crea una reticencia a dar malas noticias; la cual es particularmente fuerte cuando el receptor de las malas noticias ya se percibe angustiado (Baile, et.al 2000). Además, los profesionales responsables en cierta forma del bienestar o futuro de sus clientes o pacientes, deben encarar ciertos miedos específicos cuando deben revelarles información desfavorable. Por ejemplo, a ser culpados, a enfrentar una reacción no anticipada, a expresar emociones inapropiadas, a no ser capaces de satisfacer las necesidades emocionales del receptor, o a no poder resolver las preguntas que este les plantea (Díaz, Cuesta, Díaz, 2020).

Dado lo anterior, es posible concluir que, para muchos profesionales, la capacitación adicional en cómo dar una mala noticia podría ser útil y aumentar su confianza en el cumplimiento de esta tarea.

Cómo dar una mala noticia según el modelo SPIKES

Entre los esfuerzos especializados desarrollados para comunicar malas noticias se destaca el modelo SPIKES. Este formato fue diseñado inicialmente para la comunicación de resultados desfavorables a pacientes oncológicos. Últimamente, se ha intentado aplicar los principios de este modelo a otras áreas dentro y fuera del ámbito de la salud.

Pasos del modelo SPIKES

El modelo SPIKES describe una serie de pasos a considerar cuando se transmite una mala noticia:

  • S por configuración (Setting up): implica preparar la entrevista creando un plan sobre qué decirles a las personas y cómo se responderá a las reacciones emocionales de las mismas o a sus preguntas difíciles. Además, involucra la preparación del espacio físico y las condiciones del encuentro, cuidando la privacidad del lugar, previniendo posibles interrupciones e involucrando a los profesionales y personas de apoyo necesarias.
  • P por percepción (Perception): Antes de comunicar la mala noticia, se realizan preguntas abiertas para obtener una imagen razonablemente precisa de cómo las personas perciben su situación.
  • I por invitación (Invitation): implica explorar la disposición del receptor a recibir las malas noticias y la cantidad de detalles sobre las mismas. Esto, con el fin de compartir aquella información que sea útil y deseada en el momento. Es posible que algunas personas requieran tiempo para procesar datos específicos, y deban ser enteradas de ellos poco a poco.
  • K por conocimiento o información (Knowledge): advertir sobre el hecho de que vienen malas noticias, y compartir la información desafortunada con un lenguaje simple, sin tecnicismos y sin enfatizaciones innecesarias. Además, es necesario brindar las noticias en pequeños fragmentos y comprobar periódicamente la comprensión del receptor.
  • E por emociones (Emotions): abordar las emociones del paciente con respuestas empáticas. Esto es, observar e identificar las reacciones del paciente, reconocer su origen y dar tiempo para que sean procesadas.
  • S por estrategia (Strategy): presentar un plan claro para el futuro, precisando el papel del profesional en el mismo. Es importante despejar cualquier duda sobre la situación que se enfrenta y el verdadero propósito y alcance de las alternativas propuestas.

(Baile, et.al 2017).

Cómo dar una mala noticia según el modelo PEWTER

PEWTER es un modelo desarrollado dentro del ámbito educativo que propone una forma efectiva de cómo dar una mala noticia. En sus inicios era utilizado por consejeros escolares; no obstante, a lo largo del tiempo su uso se extendió también en el ámbito médico y clínico en general.

Al igual que SPIKES, PEWTER representa una serie de pasos:

  • Preparar (Prepare): consiste en saber qué información se presentará y comprender cómo presentarla en un lenguaje claro y cotidiano. Además, implica preparar un escenario que garantice una reunión privada y sin interrupciones.
  • Evaluar (Evaluate): consiste en investigar qué información ya sabe o sospecha el receptor, además de analizar su estado cognitivo y psicológico, así como su lenguaje no verbal.
  • Advertir (Warning): implica indicar al receptor que se presentarán noticias serias.
  • Decir (Telling): es la presentación de las malas noticias de forma directa, tranquila y sin disculpas.
  • Respuesta emocional (Emotional response): consiste en evaluar la reacción del paciente a las malas noticias.
  • Reagrupación (regrouping preparation): implica establecer un plan donde el profesional y el receptor colaboren para responder a las malas noticias. En muchos casos, involucra ofrecer algún tipo de esperanza en los medios o los resultados; siempre y cuando dicha esperanza se encuentre fundamentada en una expectativa realista.

(Bumb, et.al 2017).

Cómo NO dar una mala noticia

Tomando en cuenta distintos estudios y modelos realizados en torno a cómo dar una mala noticia de manera efectiva, a continuación, se mencionarán algunos de los errores más comunes:

  • No haber considerado algún tipo de plan o estrategia de antemano.
  • Comunicar las malas noticias en un espacio público que permita interrupciones e impida la privacidad.
  • Intentar dar toda la información de una sola vez, con el fin de terminar la interacción incómoda lo antes posible.
  • No estar preparado sobre el tema o las alternativas de respuesta.
  • Ser demasiado críticos o críticas con nuestras propias técnicas de comunicación.
  • Compartir la información desagradable sin tener cuidado de los sentimientos del receptor.
  • No asegurarse de que la otra persona comprenda el contenido, la naturaleza o la gravedad de las malas noticias.
  • No advertir al receptor de malas noticias, que va a escuchar información desagradable.
  • Dar la información de forma acelerada.
  • No estar abierto a dudas o aclaraciones.
  • Intentar hacer de las malas noticias, buenas noticias.
  • Transmitir optimismo injustificado o contribuir a un falso sentido de esperanza.

(Baile, et.al 2000; Seifart, et.al 2014; Herrera, et.al 2014; Bumb, et.al 2017).

¿Por qué es importante saber cómo dar una mala noticia?

Finalmente, es necesario siempre tener en cuenta que, aunque las malas noticias son fuente de sufrimiento, la información que se transmite puede ser importante para planificar el futuro de las personas. Por tal motivo, es muy importante que los profesionales de la salud se adiestren adecuadamente en la comunicación de eventos desafortunados.

En muchas ocasiones, la manera en que son transmitidas las malas noticias determina la forma en que la información es comprendida por las personas, su nivel de esperanza, su confianza y apego a las posibles soluciones, así como su nivel de adaptación psicológica a su nueva situación. Debido a esto, la secuela de una mala noticia entregada de manera abrupta e intensa puede ser devastadora y de larga duración, dejando una marca en la mente del receptor (Herrera, et.al 2014; Díaz, Cuesta, Díaz, 2020).

En este sentido, diversos estudios han demostrado que cuando los profesionales no se sienten cómodos dando malas noticias, pueden evitar hablar de información preocupante, como un mal pronóstico, o transmitir un optimismo injustificado a sus pacientes o clientes (Baile, et.al 2017). Ante esto, la educación y la capacitación sobre cómo dar malas noticias y el apoyo de seguimiento requerido, se presentan como una gran alternativa para mejorar las habilidades de comunicación de los distintos profesionales, y cultivar en ellos la capacidad de ser efectivos cuando se tiene un diálogo serio (Bumb, et.al 2017).

Referencias

  • Baile, W., Buckman, R., Lenzi, R., Glober, G., Beale, E., Kudelka, A. (2000). SPIKES-A six-step protocol for delivering bad news: application to the patient with cancer. The Oncologist, volumen (5). mdanderson.org
  • Bumb, M., Keefe, J., Miller, L., Overcash, J. (2017). Breaking Bad News: An evidence-based review of communication models for oncology nurses. Clinical Journal of Oncology Nursing, volumen (21), número (5). cjon.ons.org
  • Díaz, L., Cuesta, M., Díaz, M. (2020). La formación médica en comunicación de malas noticias: Una revisión narrativa. Revista Española de Educación Médica, volumen (2), pp. 32-42. semanticscholar.org
  • Herrera, A., Ríos, M., Manríquez, J., Rojas, G. (2014). Entrega de malas noticias en la práctica clínica. Revista Médica de Chile, volumen (142). semanticscholar.org
  • Seifart, C., Hofmann, M., Bär, T., Riera, J., Seifart, U., Rief, W. (2014). Breaking bad news–what patients want and what they get: evaluating the SPIKES protocol in Germany. Annals of Oncology, volumen (25), pp. 707–711. annalsofoncology.org

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.