La epilepsia es un trastorno del sistema nervioso central provocado por una actividad anormal en el cerebro. Dicho padecimiento puede ocasionar diversos síntomas; que van desde crisis convulsivas, hasta sensaciones y conductas inusuales, o la pérdida de la conciencia. En función de cómo y dónde comienza la actividad eléctrica excesiva en el cerebro, los especialistas clasifican las crisis epilépticas en focales y generalizadas. La epilepsia focal empieza en una parte específica del cerebro; mientras que la generalizada abarca desde el principio todas las áreas del mismo (Mayo Clinic, 2021).
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A continuación, analizaremos los puntos más importantes relacionados con las epilepsias focales.
¿Qué es la epilepsia focal?
Las crisis epilépticas pueden ser comparadas con una tormenta eléctrica dentro de la cabeza. En la epilepsia focal, también conocida como epilepsia parcial, localizada o relacionada, esta actividad anormal inicia y se queda restringida en cierta área cerebral, formando el llamado foco epiléptico; limitándose, en muchos casos, a un hemisferio cerebral (López, 2009; Organización Mundial de la Salud, 2023).
Tipos de epilepsia focal y sus síntomas
La utilidad de identificar las crisis epilépticas por tipos permite a los especialistas cuantificar su prevalencia e incidencia, así como evaluar los resultados de los distintos tratamientos. Este es un aspecto muy importante, ya que la selección de medicamentos y procedimientos médicos depende más del tipo de crisis epiléptica que de su etiología (López, 2009).
Epilepsia focal y estado de la consciencia
Un criterio importante en la clasificación de las crisis epilépticas es la pérdida de consciencia. De esta manera, la epilepsia focal se dividiría en dos tipos:
- Crisis localizada sin pérdida de conocimiento o parcial simple. Como su nombre lo dice, no presenta pérdida de la consciencia, y puede provocar alteraciones en las emociones o las percepciones. Además, puede causar movimientos espasmódicos involuntarios de un lado del cuerpo o síntomas sensoriales espontáneos, como adormecimiento o luces parpadeantes.
- Crisis localizada con alteración de la conciencia o parcial compleja. Involucran un cambio o pérdida de la consciencia. Cuando ocurren, se suele experimentar la sensación de que se está soñando. Durante este tipo de crisis, las personas pueden mirar al vacío y no responder con normalidad a su entorno. También pueden presentarse movimientos repetitivos como mascar, tragar o caminar en círculos.
(Mayo Clinic, 2021).
Es importante hacer notar que una crisis parcial simple puede convertirse en una crisis parcial compleja, o incluso, en una generalizada (López, 2009).
Auras y síntomas post-ictales
Las crisis epilépticas focales suelen comenzar con un cambio en la percepción llamado aura. Este estado dura de unos segundos, a aproximadamente un minuto; y se manifiesta en diferentes formas. En algunos casos se presentan olores o sabores particulares. También son comunes las auras psíquicas, como la sensación de dejà-vu. El dolor en el epigastrio que precede a una crisis epiléptica, o aura epigástrica, es más común en epilepsias focales del lóbulo temporal. Por otro lado, las auras visuales son más típicas en epilepsias localizadas en los lóbulos occipital y parietal (Hampel, et.al 2019).
Regularmente, una crisis epiléptica suele durar de unos segundos hasta alrededor de tres minutos. En algunos casos, este periodo se extiende hasta cinco minutos. No obstante, después de un episodio, es posible que se presenten ciertos síntomas. A esta fase se le conoce como post-ictal, y regularmente dura de 5 a 30 minutos. Durante este tiempo, se experimenta desorientación, inquietud motora o mayor necesidad de sueño. Por otro lado, en algunos casos de epilepsia focal, las y los pacientes pueden presentar déficits neurológicos, como afasia o hemiparesia, que pueden durar hasta 3 días (Hampel, et.al 2019).
Epilepsias focales de acuerdo a su ubicación
La epilepsia focal se caracteriza por la formación de un foco epiléptico que puede restringirse a una zona del cerebro determinada. En función a este criterio, existirían distintos tipos de epilepsia focal de acuerdo al lóbulo afectado por la actividad eléctrica anormal.
La epilepsia focal del lóbulo temporal se caracteriza por crisis parciales complejas y secundariamente generalizadas. Por lo general, comienza en la infancia, desaparece por un periodo y reaparece en la edad adulta. Es una condición difícil de manejar, resistente a los medicamentos; por lo que suele ser el tipo más común de epilepsia tratada con cirugía. Sus síntomas más comunes son:
- Aura psíquicas y epigástricas
- Desconexión con el medio
- Mirada fija al vacío
- Arresto motor
- Pérdida de fuerza en un lado del cuerpo
- Movimientos automáticos (como mascar, succionar o sacudir las manos)
- Manifestaciones autonómicas (como dilatación de pupilas o hiperventilación)
La epilepsia focal del lóbulo frontal es un grupo de síndromes epilépticos cuya zona de inicio ictal se encuentra en regiones frontales. Su prevalencia es inferior a las epilepsias del lóbulo temporal, y sus manifestaciones más frecuentes son:
- Actividad motora prominente en miembros inferiores
- Posturas tónicas
- Movimientos clónicos unilaterales
- Automatismos complejos
- Preservación de la conciencia
- Corta duración
- Vocalizaciones
- Sin estado postictal
- Crisis nocturnas
Las epilepsias del lóbulo occipital representan entre el 1.2% y el 2.6% de los pacientes con epilepsia focal. Este tipo de trastorno es más común en edad preescolar que en adultos. Sus síntomas más frecuentes son:
- Manifestaciones visuales (como ceguera o alucinaciones)
- Síntomas oculomotores (como nistagmo o cierre repetitivo del párpado)
- Duración no mayor de un minuto
Las epilepsias originadas en el lóbulo parietal son poco frecuentes. Sus síntomas más comunes son:
- Alucinaciones visuales
- Alucinaciones cinestésicas
- Manifestaciones somatosensoriales (parestesias, adormecimiento, ilusiones cinestésicas o vértigo)
(Carvajal, López, 2019).
Causas y factores de riesgo de la epilepsia focal
En la mitad de los casos, no es posible identificar las causas de las crisis epilépticas. En el resto, esta afección puede deberse a distintos factores. Entre las variables más importantes que pueden determinar el desarrollo de una epilepsia focal, tenemos las siguientes:
- Malformaciones congénitas o trastornos genéticos
- Tumores de bajo grado
- Anormalidades vasculares y áreas de gliosis secundarias (mayor cantidad de células gliales o células gliales más grandes) provocadas por algún traumatismo
- Enfermedades cerebrovasculares
- Infecciones del sistema nervioso central
- Displasias corticales (malformación focal en la corteza cerebral)
- Encefalomalacia postraumática (múltiples cavidades quísticas en la corteza cerebral después de una lesión)
(Carvajal, López, 2019).
Por otro lado, se han identificado algunos factores que pueden aumentar el riesgo de padecer este tipo de epilepsias.
- Aunque pueden presentarse a cualquier edad, algunas epilepsias focales son más comunes en preescolares
- Tener antecedentes familiares de epilepsia
- Haber padecido algún tipo de accidente o enfermedad cerebrovascular
- Sufrir algún tipo de demencia
- Haber sufrido alguna infección cerebral
- Convulsiones en la infancia
(Mayo Clinic, 2021).
Tratamiento de la epilepsia focal
En la mayoría de los casos, las crisis epilépticas se pueden controlar. El tratamiento de cualquier clase de epilepsia depende de su tipo y la gravedad de sus síntomas. Los principales tratamientos para la epilepsia focal son:
- Medicamentos. La administración adecuada de fármacos anticonvulsivantes puede lograr que hasta un 70% de las personas con epilepsia puedan controlar sus crisis. En algunos casos, donde no se han repetido episodios después de dos años, gracias a la medicación, es posible suspender el tratamiento.
- Cirugía. En casos de epilepsia focal farmacorresistente es posible que los especialistas recomienden algún tipo de cirugía. Este tipo de intervención solo es practicable cuando las convulsiones se originan en una zona pequeña y definida del cerebro; y cuando dicha zona no interfiere en funciones vitales.
- Estimulación del nervio vago. Consiste en un dispositivo implantado bajo la piel que estimula el nervio vago del cuello. Con este procedimiento es posible inhibir las convulsiones de manera significativa.
- Dieta cetogénica. Se trata de una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos que ha logrado reducir las convulsiones en algunos niños.
(Mayo Clinic, 2021; Organización Mundial de la Salud, 2023).
Epilepsia focal y salud mental
En investigaciones recientes se ha encontrado cierta relación entre distintos tipos de epilepsia y algunas alteraciones cognitivas. En el caso de la epilepsia focal, dichas afecciones están vinculadas con la zona afectada por la actividad eléctrica anormal, la edad de inicio de las crisis epilépticas, la frecuencia y el tipo de crisis. Los trastornos más importantes en este sentido son:
- Problemas de memoria
- Alteraciones ejecutivas en la planeación y la programación
- Problemas o deterioro de la atención
- Deterioro del control inhibitorio
- Disminución generalizada de la actividad cognitiva
- Dificultades visuoespaciales que afectan la localización, la búsqueda y el rastreo visual
- Rendimiento inferior en las habilidades perceptuales básicas y el reconocimiento de rostros
- Fallas en la integración visual
- Problemas graves para percibir el espacio y discriminar la profundidad
(Carvajal, López, 2019).
Por otro lado, la epilepsia también se encuentra relacionada con algunos trastornos psiquiátricos, psicológicos y conductuales específicos. Entre los más comunes, se encuentran los siguientes:
- Depresión
- Trastornos de ansiedad
- Agresividad
- Trastornos somáticos
- Trastornos de aprendizaje
- Falta de autoestima
- Problemas de sueño
(Diaz, et.al 2022).
Precauciones ante la epilepsia
Finalmente, es necesario mencionar algunas consideraciones que las personas deben seguir si han sido diagnosticadas con algún tipo de epilepsia:
- Tomar los medicamentos prescritos correctamente, y no cambiar las dosis sin antes hablar con la o el profesional
- Dormir los suficiente
- Informar a las personas cercanas, y a los profesores y directivos en el caso de menores, sobre la condición de la persona
- Hacer ejercicio
- Evitar el consumo de nicotina
- Reducir el estrés en lo posible
- Evitar beber cantidades excesivas de alcohol
- No subestimar y dar atención a los trastornos cognitivos, emocionales y conductuales asociados
(Mayo Clinic, 2021).
Referencias:
- Barreto, E., Villafuerte, M., Becerra, A., Díaz, A., Hernández, J., Llaja, V. (2017). Cirugía resectiva de epilepsia lesional focal: Estudio en pacientes adultos del Seguro Social del Perú. Revista de Neuropsiquiatría, volumen (80), número (1). scielo.org.pe
- Carvajal, J., López, K. (2019). Rehabilitación neuropsicológica en adultos con epilepsia focal. Revista Iberoamericana de Neuropsicología, volumen (2), número (2). manualmoderno.com
- Díaz, E., González, B., Guerrero, R., Losada, R., Rodrigo, M., Serratosa, J., Soto, V. (2022). Afrontando la Epilepsia. Enfoque Editorial S.C. apiceepilepsia.org
- Hampel, K., Garcés, M., Gómez, A., Palanca, M., Villanueva, V. (2019). Desafíos diagnósticos en epilepsia. Revista de Neurología, volumen (68), número (6). sncpharma.com
- López, M., Rocha, L., Miquel, M., Hernández, M., Toledo, R., Coria, G., García, L., Pérez, C., Aranda, G., Manzo, J. (2009). Conceptos básicos de la epilepsia. Revista Médica de la Universidad Veracruzana, volumen (9), número (2). medigraphic.com
- Mayo Clinic (2021). Epilepsia. MayoClinic.org. mayoclinic.org
- Organización Mundial de la Salud (2023). Epilepsia. Who.int.who.int
- Wong, L. (2022). Explicación de la epilepsia. MayoClinic.org. mayoclinic.org