Robotización y empleo: el impacto laboral de la automatización

La transformación digital, la automatización de procesos y la robotización del mercado de trabajo; oportunidades y amenazas para el empleo.

En la actualidad, el acelerado avance de la tecnología ha dado lugar a lo que se conoce como la Cuarta Revolución Industrial. En ella, campos como la robótica, la inteligencia artificial, la informática y la biotecnología han transformado completamente la dinámica laboral en todos los rincones del mundo, haciendo algunas tareas más sencillas y al personal humano encargado de ellas, reemplazable. Ante esta situación, es natural preguntarse acerca de los efectos que los procesos de la robotización y automatización del trabajo tendrán en el futuro del empleo.

Contenidos relacionados:

Un nuevo escenario laboral

El incipiente desarrollo de tecnologías como el Big Data, la Inteligencia Artificial y el Internet de las cosas, han generado un escenario laboral completamente nuevo a nivel global. Por un lado, la industria ha encontrado en la robotización y automatización de procesos, una respuesta a su eterna búsqueda por reducir costos de producción. Sin embargo, esta debe responder a un nuevo tipo de consumo, donde cada día se exigen más y más productos, en mayor variedad y en el menor tiempo posible.

De esta forma, los procedimientos de digitalización, robotización y automatización han penetrado en todas las áreas de la industria, desde el diseño hasta la manufactura final. Generando, además, una gran cantidad de datos útiles para la mejora continua de los mismos procesos (León, 2020).

La robotización y sus aplicaciones en el empleo

Actualmente, la robotización está involucrada en todas las áreas de nuestra vida. Hoy lo robots pueden realizar todo tipo de tareas simples y complejas que facilitan las tareas del ser humano en todas las áreas productivas. Entre las más notables, tenemos:

  • Creación automatizada de todo tipo de piezas mecánicas y electrónicas.
  • Ensamble de maquinaria y vehículos.
  • Conducción de vehículos y maquinaria pesada.
  • Manejo de material peligroso.
  • Distribución, logística y entrega de paquetería.
  • Realizar limpieza en el hogar y la industria.
  • Dar mantenimiento a maquinaria y vehículos.
  • Transporte de productos
  • Autoservicio de comida en restaurantes.
  • Dispensación de otros productos.

Estas actividades son realizadas por los robots de manera mucho más eficiente de lo que lo haría cualquier persona. Además, la supervisión humana es cada día menos requerida.

Efectos de la robotización en el empleo

La robotización y automatización de los diferentes sectores industriales tiene efectos determinantes en la generación y desarrollo del empleo. Entre ellos es posible identificar grandes ventajas:

  • Aumento de la producción en general.
  • Reducción de costos.
  • Aumento de la competitividad de las empresas.
  • Reducción del riesgo laboral
  • Creación de nuevos puestos de trabajo especializado.
  • Reducción de la jornada de trabajo
  • Mayor eficiencia en la entrega y distribución de productos.

(Sierra, 2018)

No obstante, la robotización implica también una serie de amenazas para la estabilidad del empleo, sobre todo a nivel operativo:

  • Disminución de contratos indefinidos.
  • Desaparición de puestos de trabajo, de gremios y profesiones.
  • Remplazo parcial o total de operativos.
  • Disminución de la mano de obra y bajada de salarios.
  • Aumento de desigualdad social, debido a que no todos podrán acceder a los recursos automatizados.

(Frey, Osbourn, 2013) (Lahera, 2019).

Teorías sobre el futuro del empleo

En los últimos años, la aparición constante de nuevas tecnologías y modelos de negocio ha cambiado el panorama económico repetidas veces. Si algo se ha aprendido de ello, es que es muy difícil predecir con claridad los efectos que un nuevo avance tendrá a nivel global. No obstante, la creencia de que la robotización es un factor devastador para el empleo, es una tendencia constante en la cabeza de la mayoría de la gente. Ante esto, es importante analizar las distintas posturas que los expertos tienen en relación a esta supuesta expulsión del ser humano del ámbito laboral por las máquinas.

Pueden identificarse dos tendencias principales:

  • Digitalización de Sustitución de Ocupaciones: Es el enfoque más difundido y posee una visión pesimista del futuro de la empleabilidad y del mercado de trabajo. Considera que las innovaciones de la Cuarta revolución Industrial eliminarán y sustituirán el trabajo humano de forma masiva, ocasionando una disrupción social. Según los seguidores de esta postura, las ocupaciones que requieran trabajo creativo o imaginativo estarían en menor riesgo de ser remplazadas. Sin embargo, esta situación podría cambiar paulatinamente debido a los avances en Inteligencia Artificial -como los algoritmos que son capaces de componer una canción o programar aplicaciones informáticas, sin supervisión humana-.
  • Digitalización de tareas: Esta tendencia positivista considera también que existirá un proceso de robotización en el empleo. Sin embargo, descarta que este se presente de manera devastadora. Los profesionales que sostienen esta hipótesis piensan que el proceso de sustitución se efectuará sobre las tareas y no sobre las ocupaciones. Esto transformaría los puestos de trabajo y exigiría a las y los profesionales actualizarse de manera constante, pero no disminuiría la participación humana. Básicamente, se traduce en que ‘las máquinas estarían al servicio de las personas y las empresas para mejorar nuestra calidad de vida -evitándonos las tareas más arduas- sin que ello implique una merma del empleo’.

(Lahera, 2019).

El empleo en la Cuarta Revolución Industrial

Aunque existen muchas estimaciones en relación al efecto que la robotización y la automatización tendrá en el sector de empleo, no es posible realizar una predicción exacta del futuro panorama laboral. No obstante, podemos considerar como un hecho que los puestos sufrirán una transformación importante, debido a la llegada de nuevas tecnologías en la industria.

Entre los cambios que se prevé que el empleo sufra en los próximos años se encuentran los siguientes:

  • Creación de nuevos puestos de trabajo especializados.
  • Baja o nula demanda de puestos con baja capacitación profesional.
  • Desarrollo de los puestos de trabajo actuales sobre la marcha, debido al avance acelerado de las profesiones y la necesidad constante de actualización.
  • Creación de nuevos perfiles de trabajo, e incluso profesiones que no existen en este momento.
  • Crecimiento de empleos basados en rasgos o funciones específicamente humanas.
  • Devaluación de salarios a nivel operativo y desaparición de tareas.
  • Sustitución del concepto de puesto de trabajo por el de trayectoria profesional.
  • Mayor crecimiento de las profesiones relacionadas con la tecnología como: analis de datos, desarrollo de software y aplicaciones, así como especialistas en comercio electrónico y redes sociales.
  • Crecimiento en la demanda de profesionales de intervención social -trabajo social-, personal de servicios, atención al cliente, ventas y marketing, respondiendo a la aceleración de la vida cotidiana y a los cambios en los hábitos de consumo.
  • Demanda de expertos en recolocación, selección de personal, recursos humanos, coaching y asesoramiento de trayectorias profesionales.

(Lahera, 2019) (León, 2020).

La robotización no es el fin del empleo

Analizando todos estos datos, es más que obvio que los procesos de robotización y automatización son fenómenos inevitables. No obstante, esto no significaría necesariamente que estos avances sean responsables del fin del empleo. Al menos, esto afirman empresas como Microsoft, IBM, Walmart, Airbus o Nissan, quienes se encuentran ya en proceso de renovación tecnológica (León, 2020), manteniendo los ratios de empleo. Estos conglomerados multinacionales han declarado que las nuevas tecnologías son más efectivas cuando complementan a los humanos, no cuando los reemplazan completamente. Aseveración que brinda esperanza en el futuro del empleo y reafirma el valor de ser humano dentro de la vida laboral.

De igual forma, en este escenario de robotización y automatización en el mercado de empleo, la regulación normativa se hace imprescindible. En esta línea, celebridades como el empresario y multimillonario Bill Gates consideran que las máquinas que sustituyan humanos deberían pagar impuestos para contrarrestar el efecto del desempleo y generar un beneficio social (E. Arrieta, 2017).

Referencias:

  • Frey, C., Osbourn, M. (2013) The Future of Employment, Oxford Martin Programme on Technology and Employment [Documento PDF].
  • Lahera, A. (2019) Digitalización, robotización, trabajo y vida: cartografías, debates y prácticas, Ediciones Complutense, Cuadernos de Relaciones Laborales, volumen 37, número 1, p.p. 249-273, Extraído de: dx.doi.org
  • León, C. (2020) Robotización, ¿sólo cambiará el empleo? Revista Empres y Humanismo, volumen 23, número 1, pp. 9-33, DOI:10.15581/015, Extraído de: revistas.unav.edu
  • Sierra, E. (2018) Teletrabajo, uberización y robotización del trabajo: Propuesta para un derecho del trabajo consistente. IDEIDES, número 23 [Documento PDF].
  • E. Arrieta. (2017) Bill Gates: los robots deberían pagar impuestos. Recuperado de www.expansion.com
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

Artículos diarios sobre psicología, neurociencias y salud para profesionales, estudiantes y mentes inquietas

CONTENIDO RELACIONADO

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.