Calmar a los niños con teléfonos y tabletas

El uso de teléfonos y tabletas para calmar a los niños y niñas pequeños es una práctica cada vez más común, que puede tener consecuencias negativas en su desarrollo cognitivo y emocional.

En la actualidad, las pantallas digitales son una parte fundamental de nuestra vida cotidiana. Los dispositivos móviles son herramientas con múltiples funciones potenciales, a las que les hemos dado innumerables usos en las tareas del día a día. Una de las aplicaciones más curiosas en este sentido, es el usar los teléfonos, tabletas, relojes inteligentes y ordenadores portátiles como una estrategia para calmar o entretener a las niñas y niños pequeños, mientras los padres realizan sus propias actividades. Una estrategia, que puede tener consecuencias negativas en su desarrollo.

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El uso de tecnologías digitales es una práctica relativamente nueva, y evoluciona a un ritmo acelerado. Por lo tanto, aún es poco lo que realmente sabemos sobre el efecto que el empleo de dispositivos móviles puede tener a largo plazo en los niños y niñas. Algunas instancias internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, recomiendan no exponer a menores de 2 años al uso de pantallas, con excepción del chat por video. No obstante, en la realidad, las y los niños usan este tipo de tecnologías a edades aún más tempranas (Uzundağ, et.al 2022).

Niñas y niños pequeños y el uso de dispositivos digitales

Hoy en día, las niñas, niños y adolescentes crecen en un entorno dominado por la tecnología digital. Su exposición a ella es precoz, constante, y en muchas situaciones forzosa. Siendo los padres quienes los introducen a ella. En el mejor de los casos, las y los cuidadores principales regulan el tiempo que las niñas y niños dedican a los teléfonos y tabletas, así como el contenido que consumen. No obstante, la estrategia de utilizar pantallas como distractor o apaciguador de las y los más pequeños, implica que los padres no puedan supervisar directamente el acceso a este tipo de tecnología (Uzundağ, et.al 2022).

En los últimos años, el uso de aparatos digitales por parte de menores prescolares ha aumentado de manera constante. Siendo utilizados para una gran variedad de propósitos. Desafortunadamente, debido a lo reciente de este fenómeno, no existen cifras precisas sobre el empleo que las niñas y niños más pequeños hacen de los dispositivos móviles. Por otro lado, en los estudios que se han realizado para explorar esta situación, se ha descubierto que una cantidad considerable de pequeños de 6 años utilizan un teléfono celular, e incluso algunas y algunos poseen ya uno. Este aparato es empleado principalmente para: ver videos, hablar con su familia, jugar, cambiar los sonidos, mandar mensajes, tomar fotos o para escuchar música. Aunado a esto, muchos de ellos son capaces de utilizar buscadores y programas en Internet, dedicando a la navegación en línea varias horas a la semana (D’Antoni, 2014, Uzundağ, et.al 2022).

Teléfonos y tabletas como estrategia para calmar a las niñas y niños

La estrategia de dar a una niña o niño teléfonos o tabletas «para que se calmen» cada vez es más común. La razón de esto, es que este truco es increíblemente efectivo y con resultados inmediatos.

Comparado con otro tipo de estímulos, el tiempo de pantalla o “screen time” es mucho más atractivo. Además, las actividades digitales exigen un menor esfuerzo por parte de los pequeños que otras ocupaciones como el juego, la lectura o el dibujo. De igual forma, demandan mucho menos compromiso por parte de los padres para involucrarse en ellas. Siguiendo este patrón, tanto cuidadores como niñas y niños se ven involucrados en una actividad que brinda recompensas instantáneas para ambas partes. Motivándolos con ello, a mantener este ciclo de conductas (Universidad de Michigan, 2022). 

El principal problema que existe en torno a esta estrategia de control y apaciguamiento, es que realmente no se conocen todas las consecuencias a mediano y largo plazo en el desarrollo de las y los menores. En este sentido, algunos investigadores han explorado dimensiones como el efecto que las actividades digitales tienen en la habilidad de autorregulación, encontrando que dicho recurso puede verse afectado de manera negativa (Radesky, et.al 2022; Uzundağ, et.al 2022).

Calmar a las niñas y niños con teléfonos y tabletas afecta el autocontrol

En un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, se exploraron las posibles consecuencias que el uso de teléfonos y tabletas como herramienta de apaciguamiento, tiene en niñas y niños de 3 a 5 años. De acuerdo a sus resultados, el uso constante de pantallas digitales para calmar a los menores puede disminuir sus oportunidades para aprender estrategias de regulación emocional con el tiempo. Dicha falta de control puede manifestarse a través de cambios repentinos en el estado de ánimo o los sentimientos y una mayor impulsividad (Radesky, et.al 2022).

Según los autores de esta investigación, esta tendencia es más notable en niños varones y aquellas y aquellos menores que ya hayan experimentado hiperactividad e impulsividad o que tengan un temperamento más susceptible al enojo, la frustración y la tristeza (Universidad de Michigan, 2022).

Es importante señalar que la edad preescolar es una fase donde las y los niños pueden ser más propensos a exhibir comportamientos difíciles, como rabietas, desafío y emociones intensas. Esto puede hacer que sea aún más tentador usar dispositivos como estrategia de crianza. Por otro lado, este hábito se fortalece con el tiempo, ya que cuanto más a menudo se usan los dispositivos móviles, menos practican las niñas y niños y sus padres para usar otras estrategias de afrontamiento (Radesky, et.al 2022).

El subdesarrollo de herramientas de autocontrol en niñas y niños por el uso de teléfonos y pantallas, posiblemente se debe a que el tiempo de calidad que podría ser aprovechado solas o solos o con su familia, es desplazado por tiempo frente a los dispositivos; el cual provee menos oportunidades para el crecimiento cognitivo y social (Uzundağ, et.al 2022).

Otros efectos de los dispositivos móviles en niñas y niños

Además de sus efectos en el desarrollo de estrategias de autorregulación, el uso de pantallas digitales por sí mismo puede tener otras consecuencias negativas en preescolares. Entre las más importantes tenemos las siguientes:

  • Trastornos de sueño
  • Problemas de atención
  • Dificultades de aprendizaje
  • Depresión
  • Riesgo de obesidad por el sedentarismo
  • Exposición a contenido inadecuado para su edad
  • Problemas para socializar
  • Baja tolerancia a la frustración
  • Problemas para adaptarse a nuevas situaciones
  • Síntomas conductuales como berrinches o apatía

(D’Antoni, 2014; Reid, et.al 2016; Uzundağ, et.al 2022).

¿Usar dispositivos electrónicos beneficia en alguna forma a los niños y niñas pequeños?

Existen evidencias científicas sobre distintos beneficios que pueden aportar las nuevas tecnologías al desarrollo de niños mayores y adolescentes. Entre ellos encontramos: aprendizaje temprano, exposición a nuevas ideas y conocimiento, incremento de oportunidades de contacto social y nuevas oportunidades de acceder a mensajes de promoción de la salud e información. No obstante, las ventajas para niños en edad preescolar son muy limitadas. Sobre todo, en pequeñas y pequeños menores de 2 años, quienes aún presentan dificultades para aprender a través de representaciones de video en 2 dimensiones (Reid, et.al 2016).

Uno de los beneficios más promovidos del uso de medios audiovisuales digitales en niños y niñas, es su utilidad como herramienta para el aprendizaje y extensión del lenguaje. Sobre esto, es muy importante mencionar que esta estrategia educativa solo es efectiva cuando una o un cuidador se encuentran presentes para reforzar las respuestas de las y los menores. Por el contrario, cuando estas y estos se encuentran solos con el dispositivo, el aprendizaje es muy limitado (cuando lo hay), de baja calidad y finalmente termina por desvanecerse.  

El mismo principio se aplica cuando los dispositivos móviles son empleados para poner en contacto a las niñas y niños pequeños con su familia a través de video-chat. Este tipo de interacciones necesitan la presencia de uno de los cuidadores para que expliquen a las y los menores qué es lo que están viendo, y qué se espera de ellos en este tipo de intercambios. De otra forma, la experiencia no producirá algún tipo de aprendizaje social valioso (Reid, et.al 2016).

¿El contenido importa?

Por otro lado, existen distintos tipos de contenido dirigidos a la enseñanza de preescolares mayores de 3 años. Un ejemplo de ello, son algunos programas producidos por la PBS, como Sesame Street (Plaza Sésamo). Desafortunadamente, son pocos los juegos, contenidos y actividades en línea cuya construcción esté basada en estudios educativos con valor científico, a pesar de que se promuevan como didácticos o especializados (Reid, et.al 2016).

La mayor parte del contenido que consumen los niños y niñas pequeños a través de dispositivos móviles se encuentra dirigido a entretener. Y aún aquel cuyo pretendido objetivo es educar, suele estar diseñado a partir de suposiciones y no de investigaciones sobre los procesos de enseñanza aprendizaje. Una característica de este tipo de programas y juegos suele ser el uso indiscriminado de temas y tramas fantásticas. En este sentido, se ha encontrado que las funciones ejecutivas de los niños y niñas pequeños suelen bajar tras ser expuestos a contenido fantástico; mientras que su actividad cerebral suele subir. Esto sucede porque los preescolares requieren un esfuerzo mayor para procesar información fantástica, que la que requerirían para entender una exposición más realista y concreta (Uzundağ, et.al 2022).

Estrategias calmantes alternativas a los dispositivos móviles

La doctora Jenny Radesky, autora del estudio sobre el uso de dispositivos móviles como calmante para niños pequeños, y su relación con las habilidades de autorregulación, propone una serie de estrategias alternativas a los dispositivos móviles para calmar a los niños y niñas pequeños:

  • Técnicas sensoriales: implica distinguir el tipo de información sensorial que calma a cada menor y utilizarla para reducir la ansiedad de cada pequeño o pequeña. Esto, a través de actividades como saltar, tejer, abrazar, presionar, oír música, colorear u observar y manipular un tarro con brillos.
  • Nombrar la emoción y aprender qué hacer con ella: cuando se reconoce y nombra una emoción o sentimiento, es posible ayudar a las y los niños a conectar el lenguaje con los estados de ánimo, pero también mostrarle que los entiende.
  • Usar zonas de color: es posible ayudar a los niños más pequeños a reconocer sus emociones a través de la identificación de sentimientos con colores; para luego ayudarles a enfrentarse a dichos estados.
  • Ofrecer comportamientos sustitutos: cuando un niño o niña manifiesta una conducta negativa, es posible que quiera expresar una emoción. Ante esto, a veces es posible enseñar a las y los pequeños a comunicar sus necesidades o exigencias de manera segura a través de conductas que no sean violentas, invasivas o agresivas.
  • Enseñar a regular sus emociones a través de modelos sustitutos: un ejemplo de esto, es el uso de muñecos o juguetes a quienes se les atribuye las emociones que las niñas y niños sienten. Instruyéndoles en cómo manejarlas.

(Universidad de Michigan, 2022).

Exposición de las y los niños a teléfonos y tabletas: un tema poco estudiado

Finalmente, es necesario reiterar que la relación entre los menores y los contenidos exhibidos en las pantallas digitales es un tema que requiere mucha mayor exploración aún.

En este sentido, se requieren investigaciones que exploren aspectos como las cifras reales de exposición de niños y niñas menores de 3 años a los dispositivos móviles. Además, es necesario investigar más a fondo el impacto que tienen los medios digitales en virtud del tipo de dispositivo utilizado, el tiempo de exposición y la clase de contenidos exhibidos.

Aún así, lo que las investigaciones y estudios realizados hasta la fecha han dejado claro, es que el uso de pantallas digitales como herramienta para entretener a los niños y niñas, es una práctica peligrosa que puede tener consecuencias importantes en el desarrollo de las y los pequeños. Es necesario que los padres y las y los cuidadores recurran a otras estrategias que permitan a sus hijas e hijos obtener las herramientas necesarias para autorregular su conducta. Sin depender de factores externos para controlarse o tranquilizarse.

Referencias:

  • D’Antoni, C. (2014). Digital media and children age 0-6: a snapshot on Europe. European Journal of Research on Education, volumen (2), número (7). researchgate.net
  • Radesky, J., Kaciroti, N., Weeks, H., Schaller, A., Miller, A. (2022). Longitudinal Associations Between Use of Mobile Devices for Calming and Emotional Reactivity and Executive Functioning in Children Aged 3 to 5 Years. JAMA Pediatrics. jamanetwork.com
  • Reid, Y., Radesky, J., Christakis, D., Moreno, M., Cross, C., Hill, D., Ameenuddin, N.,Hutchinson, J., Levine, A., Boyd, R., Mendelson, R., Swanson, W. (2016). Children and Adolescents and Digital Media. Pediatrics, volumen (138), número (5). publications.aap.org
  • Universidad de Michigan. (2022). Frequently using digital devices to soothe young children may backfire. ScienceDaily. sciencedaily.com
  • Uzundağ, B., Altundal, M., Keşşafoğlu, D. (2022). Screen Media Exposure in Early Childhood and Its Relation to Children’s Self-Regulation. Human Behavior and Emerging Technologies. researchgate.net

R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.