Falsos mitos sobre el suicidio y las conductas autolíticas

El suicidio es un fenómeno rodeado de muchos mitos y sobreentendidos falsos. Situación que obstaculiza la atención que se brinda a este problema.

En la actualidad, se estima que cada año se suicidan cerca de 700.000 personas en el mundo; siendo la cuarta causa de muerte en individuos de entre 15 y 29 años (Organización Mundial de la Salud, 2021). Si a esta situación se sumara la gran cantidad de intentos de suicidio fallidos, que en muchos casos son incuantificables, es posible darse cuenta de lo grave que es este problema en todos los rincones del planeta. Desafortunadamente, el suicidio se encuentra rodeado de un gran número de mitos y malentendidos; los cuales, refuerzan criterios equivocados y estigmas que, a su vez, entorpecen la comprensión y prevención de este fenómeno.

Dado lo anterior, se expondrán a continuación algunas de las falsas creencias más difundidas que se han generado en torno a la conducta suicida. Esto, con el objetivo de erradicar dichos obstáculos en el diseño y puesta en marcha de acciones preventivas efectivas.

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Mitos sobre las causas del suicidio

En la sabiduría popular, y aun entre profesionales de la salud, existen muchos mitos sobre las causas del suicidio. Algunos de los más difundidos son:

  • Todas las personas que intentan suicidarse están clínicamente deprimidas. Aunque los trastornos del estado de ánimo se encuentran relacionados con la ideación y los intentos suicidas; existen factores circunstanciales como la soledad o el rechazo que pueden motivar a una persona a atentar contra su vida. Además, hay eventos estresantes que pueden llevar a las y los individuos al límite de sus recursos psicológicos. Por ejemplo, el desempleo, una pérdida importante, ser víctima de algún crimen violento, o una enfermedad físicamente dolorosa.
  • El suicidio se presenta solo tras episodios de depresión mayor o aguda. Las personas pueden considerar quitarse la vida aun cuando no manifiesten síntomas de depresión clínica. Además, existen otros trastornos de ánimo asociados a esta conducta; como la distimia y los trastornos del espectro bipolar.  
  • La conducta suicida se hereda. Aunque es posible que en una familia existan varios miembros que hayan atentado contra su vida; lo único que puede heredarse es la predisposición a enfermedades relacionadas con esta conducta. Por ejemplo, la depresión o la esquizofrenia.
  • El suicidio siempre es el resultado de una crisis psicológica. Aunque algunos trastornos mentales, la soledad y ciertos tipos de problemas personales, están directamente relacionados con el desarrollo de la ideación suicida; se ha encontrado que existen enfermedades, como la epilepsia sintomática, que aumentan el riesgo de considerar el suicidio y atentar contra la propia vida. Esto, debido al tipo de medicamentos que son consumidos durante el tratamiento; los cuales afectan vías neuronales relevantes para la regulación del estado de ánimo.

(De Zubiria, 2007; Nizama, 2011; Palacios, Palacios, 2016; Morillas, et.al 2019).

Mitos sobre los factores circunstanciales que determinan el suicidio

También existen distintos mitos sobre las circunstancias que influirían en la decisión de cometer un suicidio. Entre los más importantes tenemos los siguientes:

  • El suicidio es un problema que afecta a todos por igual. Aunque el suicidio se encuentra presente en todo el mundo, no afecta de igual forma a todas las personas. En este sentido, se ha descubierto que las y los individuos con bajos ingresos, situación económica precaria, escaso apoyo social y situación laboral insegura, son más proclives a sufrir depresión y generar ideación suicida. Por otro lado, se ha establecido que las mujeres tienden a intentarlo más, aunque suelen consumarlo más los hombres.
  • En todo el mundo, los suicidios son más comunes en invierno o en las fechas navideñas. Aunque es posible observar una tendencia entre el número de suicidios tentativos y consumados y ciertas épocas del año; esta no es la misma en todos los países, existiendo incluso variaciones entre las regiones de una misma nación. Por lo demás, aunque algunas fechas son más significativas que otras, no existe evidencia que asegure que la navidad es una fecha de riesgo, en lo que se refiere a los intentos de suicidio.
  • El suicidio es un problema mundial que afecta a todos los países de igual forma. Aunque el suicidio afecta a personas de todas las naciones, la forma y la frecuencia en que este se manifiesta en cada lugar se encuentran influenciadas por la cultura, el tipo de población, el nivel socioeconómico y el grado de desarrollo de cada país o comunidad.

(De Zubiria, 2007; Morillas, et.al 2019; Yu, et.al 2020).

Mitos sobre los factores personales que determinan el suicidio

Entre los mitos sobre el suicidio más difundidos entre la población general, se encuentran aquellos relacionados con las personas que buscan suicidarse. Entre los más comunes tenemos los siguientes:

  • Solo las personas demasiado sensibles desarrollan pensamientos suicidas. Aunque artistas, como escritores o poetas, son muy proclives a desarrollar ideación suicida; los científicos y negociantes superan hasta cinco veces la probabilidad de suicidio de la población general.
  • Los niños pequeños no se suicidan. En contra de lo que comúnmente se piensa, los niños también pueden desarrollar ideación suicida o incluso suicidarse.
  • Hay más mujeres que se suicidan que hombres. Aunque las mujeres presentan tasas más elevadas de ideación suicida y de intentos de suicidio, son los hombres quienes realizan el mayor número de suicidios consumados. Esto debido a los medios que utilizan.
  • El suicidio es un problema que afecta más a los jóvenes. Aunque las tasas de suicidio consumado en jóvenes se han incrementado en los últimos años; el riesgo de suicidio aumenta con la edad.
  • Todas las personas que se suicidan son enfermos mentales. Las afecciones mentales como la depresión aumentan la posibilidad de ideación, intento y consumación de suicidio. Sin embargo, no es necesario padecer un trastorno psicológico para contemplar el suicidio, ya que las razones por las que este tipo de ideas se generan son muy diversas.
  • Los que intentan suicidarse son personas peligrosas, ya que pueden agredir a los demás. El suicidio es un acto autoagresivo en el que los impulsos destructivos de las y los sujetos se vierten contra sí mismos.
  • Las personas que intentan suicidarse son cobardes. La ideación y el acto suicida no son rasgos de la personalidad, por lo que no definen a las y los individuos. Son impulsos generados por el sufrimiento.

(Pérez, 2005; De Zubiria, 2007; Nizama, 2011).

Mitos sobre el acto suicida

El propio acto de quitarse la vida ha generado muchos mitos que intentan interpretar las motivaciones de aquellos que recurren al suicidio. Algunos ejemplos son:

  • “Si alguien quiere matarse, no lo dice… lo hace y ya”. Generalmente, las personas que se suicidan suelen expresar sus deseos de muerte, ya sea directa o indirectamente.
  • Las personas que intentan suicidarse solo quieren llamar la atención. Aunque no todas las personas que intentan suicidarse quieren morir, es un error minimizar el pedido de ayuda que este tipo de conducta significa. Los suicidas suelen ser personas a las cuales les han fracasado sus mecanismos útiles de adaptación y no encuentran otra alternativa, más que atentar contra su vida.
  • Al ser un impulso, el suicidio no puede ser prevenido. Las personas que intentan suicidarse suelen dar señales explícitas e implícitas sobre su deseo de morir. De esta forma, muestran un cambio importante en su personalidad (constricción de los sentimientos y el intelecto e inhibición de la agresividad). Además, acostumbran expresar sus intenciones abiertamente a través de palabras, amenazas y gestos.
  • Hablar sobre suicidio con una persona deprimida aumenta el riesgo de que esta atente contra su vida. Por el contrario, hablar sobre los deseos y sentimientos de muerte reduce la posibilidad de que sean canalizados de forma autodestructiva.
  • Cuando los síntomas de una depresión mejoran, se reduce el riesgo de suicidio. Cuando una persona en depresión mejora un poco, sus movimientos son más ágiles; abriendo la posibilidad de cometer el acto suicida más fácilmente.

(Pérez, 2005).

Por qué es importante distinguir los mitos sobre la conducta suicida

Es muy importante saber distinguir la realidad del suicidio, de los numerosos mitos que se formulan alrededor de este fenómeno. Esto, debido a que muchos de ellos limitan las estrategias de prevención e intervención que pueden desarrollarse para combatir la conducta suicida.

El considerar que el suicidio afecta solo a cierto grupo de personas, provoca que se pierda de vista el efecto que este problema tiene en muchas otras poblaciones vulnerables. Además, el considerar suposiciones injustificadas como verdades comprobadas, trae como resultado que los planes de intervención estén basados en enfoques generales que realmente no responden a las necesidades de la realidad que se quiere atender.

Sumado a esto, muchos mitos alrededor del suicidio contribuyen a la estigmatización de aquellas personas que atentan contra su vida. Una situación que intensifica aún más el sufrimiento experimentado por todos aquellos hombres y mujeres, que ven en esta medida desesperada, la única solución a sus problemas.

Referencias:

  • De Zubiria, M. (2007). Mil Motivos y Tres Causas del Suicidio Juvenil. Tesis Psicológica, número (2), pp. 11-34. dialnet.unirioja.es
  • Morillas, L., Pineda, D., Simao, L., Sepúlveda, J., Morillas, D., Morillas, A. (2019). ¿Se suicidan los pacientes con epilepsia? Interpsiquis: XX Congreso Virtual Internacional de Psiquiatría, Psicología y Salud Mental. psiquiatria.com
  • Nizama, M. (2011). Suicidio. Revista Peruana de Epidemiología, volumen (15), número (2), pp. 81-85. redalyc.org
  • Organización Mundial de la Salud (2021). Depresión: Datos y Cifras. OMS: Sitio Web Mundial. who.int
  • Palacios, X., Palacios, L. (2016). Epilepsia y suicidio: una revisión del tema. Acta Neurológica Colombiana, volumen (32), número (3), pp. 260-271. scielo.org.co
  • Pérez, S. (2005). Los mitos sobre el suicidio. La importancia de conocerlos. Revista Colombiana de Psiquiatría, volumen (34), número (3). scielo.org.co
  • Yu, J., Yang, D., Kim, Y., Hashizume, M., Gasparrini, A., Armstrong, B., Honda, Y., Tobias, A., Sera, F., Vicedo, A., Kim, H., Íñiguez, C., Lavigne, E., Ragettli, M., Scovronick, N., Acquaotta, F., Chen, B., Guo, Y., De Sousa, M., Saldiva, P., Zanobetti, A., Schwartz, J., Bell, M., Diaz, M., De la Cruz, C., Holobâcă, I., Fratianni, S., Chung, Y. (2020). Seasonality of suicide: a multi-country multi-community observational study. Epidemiology and Psychiatric Sciences. Volumen (29) doi.org
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.