Falsos recuerdos ¿Es posible manipular la memoria?

Siempre dices que en la infancia tenías un mono de peluche, pero ¿y si aquello realmente nunca sucedió? Analizamos el fenómeno de los falsos recuerdos.

Los recuerdos no existen en el vacío, ni se imprimen de manera fiel en nuestra mente. Las sensaciones que cada sujeto experimenta se ven influenciadas por otras experiencias previas y posteriores a través de un mecanismo llamado interferencia, formando dichos recuerdos (Loftus, Pickrell, 1995). Además, es imposible asimilar y almacenar todo lo que aprendemos y vivimos diariamente, por los que esas memorias pueden ser frágiles y susceptibles de distorsión (Society of Neuroscience, 2003). Debido a esto, es posible afirmar que la memoria puede ser contaminada y manipulada para generar falsos recuerdos.

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Distintas investigaciones han identificado los diferentes mecanismos que permiten la implantación de un recuerdo en la mente, aunque aquel evento no sucediera en realidad. Por lo general, información posterior a una experiencia se incorpora al recuerdo que se tiene de un suceso, enriqueciendo o alterando la naturaleza del mismo, lo que da lugar a un falso recuerdo que se evoca como verdadero. También es posible que la información o creencias de una persona, modifiquen la forma en que esta procesa y almacena sus experiencias, alterando las memorias que se generan de ellas (Asociación Psicológica Americana, 2019).

Elizabeth Loftus y el estudio de los falsos recuerdos

Los trabajos más importantes en relación a los falsos recuerdos corresponden a las últimas tres décadas. Una de las personalidades más destacadas en este rubro es la Doctora Elizabeth Loftus, quien ha realizado distintos experimentos en los que ha podido inocular diferentes recuerdos en sus sujetos de estudio. Estos, no se limitan a pequeños detalles en una memoria específica, sino que ha sido posible implantar episodios enteros, como el haberse perdido en un centro comercial o el haber sufrido un procedimiento médico (Loftus, Prickell, 1995). La naturaleza de sus experimentos ha evolucionado a lo largo del tiempo, llegando a controlar la memoria de los sujetos para que sientan agrado o aversión por determinadas situaciones o alimentos (Asociación Psicológica Americana, 2019).

Cabe aclarar que estos procedimientos no se realizan a través de técnicas de sugestión como la hipnosis, sino a partir de la influencia directa y la manipulación de la información brindada a las personas voluntarias.

Falsos recuerdos y terapia

Los hallazgos en torno a la inoculación de falsos recuerdos han tenido grandes repercusiones en diferentes ámbitos. Un aspecto que ha despertado el interés de la ciencia de la conducta es el significado que el mencionado mecanismo de interferencia tiene en cómo las personas construyen su autobiografía. Es bastante evidente para la mayoría de las personas, que su pasado no es exactamente tal y como lo recuerdan. Sin embargo, la idea de que episodios completos de su vida puedan ser una mentira o no haber sucedido resulta muy inquietante (Nash, Berkowitz, Roche, 2019).

Este aspecto se ha vuelto muy relevante para el ámbito de la salud mental y la intervención terapéutica. En las últimas décadas se han presentado diferentes casos en los que un terapeuta asocia los síntomas de un trastorno determinado con un supuesto historial de abuso, convenciendo a su paciente de haber sido agredido sexualmente por sus padres, ocasionado con ello, la ruptura de una familia (Asociación Psicológica Americana, 2019).

Cabe mencionar, que esto no significa, lógicamente, que deban subestimarse los relatos de abuso sexual. Por el contrario, alude a la necesidad de un entrenamiento más profundo por parte de terapeutas en el diagnóstico de los distintos trastornos mentales; así como apela a no realizar conjeturas aceleradas.

También es necesario aclarar que los descubrimientos en esta materia no contradicen la existencia de recuerdos reprimidos. Estos pueden existir junto con los falsos recuerdos, lo que pone en evidencia la complejidad de los sistemas de memoria.

Los Falsos recuerdos en el ámbito legal

Un ámbito que se ha visto afectado de manera importante es el área legal y judicial. Especialmente en lo referente a la confiabilidad en las declaraciones de testigos de algún delito. Las distintas investigaciones relacionadas han demostrado que las personas pueden verse influenciadas por los intereses de policías y abogados al brindar su testimonio. Por lo tanto, el conocer la maleabilidad de la memoria y la influencia que la información adicional puede tener en la formación de recuerdos, es un elemento clave en la optimización de procedimientos criminales y el manejo de testigos por parte de la policía (Shaw, 2020).  La Doctora Loftus trabajó en diferentes casos en los que determinadas personas fueron condenadas por delitos que no cometieron. Este hecho fue consecuencia de un testimonio contaminado por la influencia del equipo policial involucrado (Asociación Psicológica Americana, 2019).

Una de las líneas de investigación más interesantes del fenómeno es la manera en la que los testigos de un crimen recuerdan los sucesos presenciados; y como estos pueden ser influenciados por información posterior.

Durante estos experimentos, el equipo de investigación exponen a los sujetos el video de algún delito. Posteriormente, se divide a los sujetos en dos grupos: a uno se le brinda información tendenciosa o falsa sobre algunos detalles de la escena, mientras que al otro no se le da más información.

Al demandarles el reporte de lo que vieron, se observa una alta tendencia de las personas que fueron influenciadas a recordar los hechos falsos que les fueron sugeridos. Lo más sorprendente de este tipo de pruebas es que los voluntarios insisten en la veracidad de estos recuerdos falsos, aún después de haberles explicado que eran mentira (Loftus, Pickrell, 1995) (Asociación Psicológica Americana, 2019).

Falsos recuerdos y presión social

La generación de falsos recuerdos es un proceso complejo. La presión social es una de las dimensiones que han sido estudiadas en este sentido. Específicamente, en la llamada ‘conformidad de la memoria‘. En este fenómeno, un individuo puede cambiar recuerdos verídicos de un evento pasado para que estos correspondan al falso testimonio que dan quienes lo rodean. Esta puede presentarse en dos formas: conformidad privada y conformidad pública.

  • Conformidad privada: En ella los recuerdos de una persona pueden ser genuinamente alterados por la influencia social.
  • Conformidad pública: En ella los individuos eligen dar un recuento que se ajuste a la opinión de los demás, pero en su foro interno son fieles a sus recuerdos originales.

Estos dos tipos pueden ser conductualmente iguales, los estudios a nivel neurológico han comprobado que dichos procesos activan zonas distintas del cerebro al producirse (Edelson et.al 2011).

El reajuste cerebral

Los avances tecnológicos en imagen y mapeo cerebral de las últimas décadas han permitido estudiar el fenómeno de los falsos recuerdos desde una perspectiva fisiológica. Estos trabajos han llegado a la conclusión de que los recuerdos verdaderos y los falsos activan diferentes partes del cerebro respectivamente (Society for Neuroscience, 2003) (Cold Spring Harbor Laboratory, 2005) (Edelson et.al 2011) (Nash, et.al 2016). Información que sugeriría cierta independencia entre estas dos dimensiones. No obstante, una nueva línea de investigación ha concluido que la generación de ambos tipos de recuerdos pueden ser parte de un solo proceso natural y común en todas las personas.

Según estos estudios, los falsos recuerdos serían el resultado de los esfuerzos del cerebro por actualizar o editar recuerdos pobremente formados utilizando información errónea.

Es necesario considerar que muchas memorias son susceptibles a ser inexactas. Sobre todo, en situaciones donde la experiencia fue corta, súbita o altamente emocional. Ante la falta de detalles importantes, el cerebro tiende a rellenar los espacios a través de un proceso llamado ‘reconsolidación’, en el que hace uso de información anterior y posterior al evento, creando un recuerdo erróneo de la situación (Zinn, et.al 2020).  

Aplicaciones y riesgos éticos

Los numerosos estudios acerca de los falsos recuerdos presentan la existencia e inoculación de estos como un hecho. Actualmente, el debate se centra en las distintas alternativas de aplicación de este conocimiento. Ya se han comentado los cambios que este fenómeno puede significar para el ámbito legal y la práctica clínica. Además, existen investigadores entusiastas que ven en la inoculación de falsos recuerdos una posible herramienta terapéutica para el cambio de hábitos pocos saludables. No obstante, la relativa facilidad con que este fenómeno se presenta, despierta desconfianza en muchas personas dentro y fuera del ámbito científico, ya que el mal uso o abuso de estos métodos siempre será una posibilidad.

Ante esto, es evidente que aún existen muchas consideraciones éticas y morales que deben discutirse en relación a este asunto. En este caso, como en la mayoría de los descubrimientos científicos, la bondad o maldad de su práctica no radica en el conocimiento en sí, sino en los hombres y mujeres que lo utilizan. Solo el tiempo nos dirá si la sociedad actual está a la altura de este saber, o como en muchas otras ocasiones, lo utilizará con fines autodestructivos.

Referencias

  • Asociación Psicológica Americana (2019) How memory can be Manipulated with Elizabeth Loftus, Speaking of Psychology, Recuperado de: https://www.apa.org/research/action/speaking-of-psychology/memory-manipulated
  • Cold Spring Harbor Laboratory. (2005) How The Brain Creates False Memories, ScienceDaily. Recuperado de: www.sciencedaily.com/releases/2005/02/050205130345.htm.
  • Edelson, M., Sharot, T., Dolan, R., Dudai, Y. (2011) Following the Crowd: Brain Substrates of Long-Term Memory Conformity, Science Magazine, volúmen 333, p.p. 108-111, DOI:10.1126/science.1203557
  • Loftus, E., Pickrell, J. (1995) The formation of false memories. Psychiatric Annals, 25, 720-725, [Documento PDF] Recuperado de http://weber.u.washington.edu/~eloftus/
  • Nash, R., Berkowitz, S., Roche, S. (2016) Public Attitudes on the Ethics of Deceptively Planting False Memories to Motivate Healthy Behavior. Applied Cognitive Psychology, número 30, p.p. 885–897. DOI: 10.1002/acp.3274
  • Shaw, J. (2020) Do False Memories Look Real? Evidence That People Struggle to Identify Rich False Memories of Committing Crime and Other Emotional Events. Frontiers in Psychology, número 11, DOI: 10.3389/fpsyg.2020.00650
  • Society for Neuroscience. (2003) Scientists Find Brain Areas Activated In True Versus False Memories. ScienceDaily. Recuperado de: www.sciencedaily.com/releases/2003/11/031111072018.htm
  • Zinn, R., Leake, J., Krasne, F., Corbit, L., Fanselow, M., Vissel, B. (2020) Maladaptive Properties of Context-Impoverished Memories. Current Biology, DOI: 10.1016/j.cub.2020.04.040
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.