La sexualidad y la erótica -orientación del deseo- forman parte del objeto de estudio de las disciplinas del área de la salud. La especialización en sexología, se desarrolló con el fin de educar, evaluar e intervenir en los procesos relacionados con la sexualidad humana. A continuación, vamos a explorar en qué consiste esta disciplina científica y cuáles son los ámbitos de intervención de la sexología.
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La sexología como disciplina científica
La sexología se define como un área especializada en la prevención y tratamiento de alteraciones de índole sexual. Dentro de estos se incluye la orientación en salud sexual y reproductiva, atención a disfunciones sexuales, parafilias, acompañamiento en la orientación sexual e identidad de género, entre otras (Barrientos, Palma y Gómez, 2014).
Cambios sociales que influyeron en el desarrollo de la sexología como disciplina científica
El interés por el estudio de la sexualidad de una forma concienzuda se remonta apenas 100 años atrás, cuando Freud comenzó a publicar estudios sexológicos. Sin embargo, muchos de estos postulados poseen grandes errores metodológicos y deficiencias en la validación científica, que han sido corregidos en la actualidad. Aproximadamente, a mediados del siglo XX, la forma en la que se vivía la sexualidad cambió radicalmente, gracias a los avances de la ciencia y los cambios socioculturales que se dieron en el mundo. Entre las diversas situaciones que generaron dicha transformación, se destacan los siguientes hechos (Arango, 2008; Granero, 2014):
- La aparición de la píldora anticonceptiva otorgó a la mujer la libertad de experimentar las relaciones sexuales sin temor a un embarazo.
- Las guerras llevan a la sociedad a cuestionarse acerca de la vida y la muerte. Esto lleva a una explosión demográfica entre los años 40 y los 60 . Aparece la generación de los baby boomers.
- La revolución cubana y su posterior expansión por América latina genera cambios en la concepción de libertad, igualdad y derechos de las personas, incluida la libertad sexual.
- Aparición de subculturas como los hippies y los swingers, que motivaron una revolución sexual.
- En 1966, por primera vez, se describen las fases de la respuesta sexual humana – excitación, meseta, orgasmo y resolución – lo cual permite profundizar en el estudio fisiológico y psicológico de las relaciones sexuales.
- Gracias a los estudios en la fisiología sexual, se comenzó a hablar de las diferencias en la respuesta excitatoria entre hombres y mujeres, y por lo tanto, se establecieron los primeros protocolos de intervención en la terapia sexual.
- Posteriormente, se realizaron publicaciones relacionadas con las diferentes disfunciones sexuales.
- En 1990, se incluyeron los problemas sexuales como entidades diagnósticas en el DSM. Esto favoreció el reconocimiento de la sexualidad, como ámbito de la salud humana.
- En los últimos años, la discusión del falocentrismo ha permitido estudiar a mayor profundidad la respuesta sexual femenina, replanteando muchos postulados erróneos, sesgados por el androcentrismo científico.
Objetivo de la sexología en la actualidad
Los avances en fisiología, tecnología y psicología han posibilitado el desarrollo de la sexología como disciplina científica; superando -al menos en parte- los preceptos religiosos y morales que históricamene regían la conducta sexual. En la actualidad, la sexología sostiene los siguientes objetivos básicos:
- Evaluación e intervención clínica de problemáticas sexuales específicas como, por ejemplo: preorgasmia, disfunción eréctil, eyaculación precoz, vaginismo, bajo deseo sexual, entre otros. Además de los problemas vinculados y de salud reproductiva.
- Atención y acompañamiento a víctimas de violencia sexual, discriminación, violencia de género y todo lo relacionado con la diversidad sexual.
- Educación sexual: formación y prevención de alteraciones físicas y psicológicas como resultado del ejercicio de la sexualidad, dirigida a profesionales, padres, madres, profesorado, escolares y otros agentes sociales. Dentro de estos se encuentran la concienciación en materia de anticoncepción, enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, prevención e identificación de las agresiones sexuales y del el abuso sexual infantil, entre otros.
- Otro de los objetos de estudio de la sexología, es la sexualidad en pacientes con alteraciones psicológicas o físicas, y en personas con discapacidad. Un especialista en sexología puede realizar una intervención orientada a favorecer estos procesos en personas con discapacidad, enfermedades crónicas, pacientes geriátricos, etc.
- Finalmente, con el fin de comprender y poder atender las diferentes alteraciones en la sexualidad humana, la sexología se encarga de la investigación científica, pudiendo desarrollar, en consecuencia, los protocolos de intervención, asesorando a los estados en materia de sexualidad y salud pública.
¿Quiénes pueden especializarse en sexología?
Los programas de especialización en sexología clínica están dirigidos a profesionales en el área de la salud como médicos y psicólogos, aunque también, dada la importancia de la educación temprana y la prevención; algunos programas abren su oferta a profesionales en las áreas de trabajo social y ciencias de la educación.
Es fundamental tener presente, que, dependiendo de la formación académica de base, los alcances en la atención varían. Por ejemplo, médicos y otros profesionales en salud pueden hacer un abordaje farmacológico, mientras que, desde la psicología se basaría la intervención en tratamientos psicoterapéuticos basados en la evidencia, orientados a la psicoeducación y el entrenamiento en técnicas emocionales y comportamentales. Por su parte, las personas cuya profesión de base sea el trabajo social o las ciencias de la educación, se enfocarían en procesos educativos y sociales.
Retos actuales de la sexología
La sexología, como disciplina científica, es crucial para el desarrollo de la sociedad. Como todas las ciencias, evolucionan constantemente a partir de las investigaciones y evidencias que se aporten; desde el ámbito de la salud y el sociocultural. Actualmente, gracias a que se han venido superando determinados tabúes que rodean la sexualidad humana, las y los especialistas en el área han podido intervenir sobre diferentes problemáticas, que en el pasado no podían ser nombradas. Todo esto ha generado un incremento en el bienestar sexual de las personas. Sin embargo, aún quedan muchos retos: el placer femenino y los derechos de las mujeres, la violencia y la explotación sexual, la lucha contra la discriminación, la resistencia cultural a la diversidad sexual -como la homofobia o lesbofobia- y los peligros que representan para la sociedad prácticas delictivas como las terapias de conversión.
Referencias:
- Arango, I. (2008). Sexualidad Humana. México D.F: Manual Moderno.
- Barrientos, J., Palma, I., y Gómez, F. (2014). Discursos sobre sexología en Chile. Terapia psicológica, 32 (2), 101-110. Recuperado de: https://scielo.conicyt.cl/pdf/terpsicol/v32n2/art03.pdf
- Granero, M. (2014). Sexología basada en la evidencia: historia y actualización. Revista costarricense de psicología, 33 (2), 179-197. Recuperado de: http://rcps-cr.org/