Síndrome de Tourette: Síntomas, causas y tratamiento

El síndrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos involuntarios y tics vocales.

El Síndrome de Gilles de la Tourette es un trastorno neurológico cuyos síntomas particulares y visibles han llamado la atención y despertado la imaginación de muchos profesionales de la salud y legos, desde que fue identificado a finales del siglo XIX. Cada día, esta condición es más conocida en nuestra sociedad; existiendo incluso fechas en distintas partes del mundo dedicadas a la discusión y sensibilización sobre esta afección (por lo general, entre mayo y junio). Desafortunadamente, la imagen distorsionada proyectada por los medios de comunicación y entretenimiento sobre las y los individuos con Tourette, y la información limitada que se tiene sobre sus causas, ha ocasionado que las personas posean una concepción errónea o exagerada de este trastorno. Debido a ello, es muy importante mostrar cuáles son las verdaderas manifestaciones de este trastorno.

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¿Qué es el síndrome de Tourette?

El síndrome de Tourette es parte de un espectro de trastornos neurológicos que típicamente aparecen por primera vez en la niñez. Por lo general, entre los 2 y los 15 años, siendo el promedio alrededor de los 6 años. Este se caracteriza por presentar muchos tics motores y fónicos que perduran durante más de un año. Dichas manifestaciones no se encuentran relacionadas con el consumo de alguna sustancia o con el padecimiento de otra enfermedad médica (American Psychiatric Association, 2013; Mayo Clinic, 2021; Tourette Association of America 2022).

Los tics pueden variar de leves a graves y, en algunos casos, pueden ser autolesivos y debilitantes. Estos cambian regularmente en tipo, frecuencia y gravedad. A veces por razones desconocidas, y otras veces en respuesta a factores internos y externos específicos, como el estrés, la ansiedad, la fatiga y la excitación (Tourette Association of America, 2022). Es importante señalar que la mayoría de los casos suelen ser leves y que muchas personas con Tourette ven mejoras al final de la adolescencia; existiendo algunas que se liberan completamente de los tics. En realidad, es una minoría de personas con síndrome de Tourette la que continúa teniendo tics persistentes y severos hasta la edad adulta (Mayo Clinic, 2021; Tourette Association of America, 2022).

Por otro lado, se piensa que existen más casos de Tourette que aquellos que han sido diagnosticados, ya que los tics a menudo pasan desapercibidos, o son relacionados con otros trastornos. En términos de prevalencia, se ha encontrado que esta condición afecta todos los grupos étnicos por igual; no obstante, es más común en niños que en niñas (Tourette Association of America, 2022).

El trastorno de Gilles de la Tourette lleva tal nombre en honor al neuropsiquiatra francés que lo describió exitosamente en 1885.

Síntomas del síndrome de Tourette

El síndrome de Tourette se caracteriza por los siguientes síntomas:

  • Movimientos involuntarios, frecuentes, repetitivos y rápidos (tics) de la cara, los brazos, las piernas o el tronco. Por lo general, los primeros síntomas son tics faciales. Dichas manifestaciones pueden sumarse y complicarse gradualmente, involucrando movimientos de todo el cuerpo.
  • Tics vocales que generalmente se producen junto con los movimientos físicos. Esto es, vocalizaciones como palabras, gritos, gruñidos o ladridos.
  • En pocos casos, se presenta coprolalia. Es decir, el uso involuntario de palabras obscenas o inapropiadas.
  • También en pocas ocasiones, este trastorno se manifiesta a través de copropraxia. Esto es, la reproducción involuntaria de gestos obscenos.
  • En ciertos casos, los tics vocales toman la forma de ecolalia; es decir, la repetición de palabras o frases de otra persona a modo de eco.
  • Antes de la aparición de los tics, es probable que se experimente una sensación corporal incómoda; descrita como picazón, cosquilleo o tensión. Tras la aparición del tic, esta desaparece y se experimenta alivio.
  • Algunas personas presentan hipersensibilidad táctil, olfativa o auditiva.

(Montezuma, 2003; Mayo Clinic, 2021; Tourette Association of America, 2022).

Es importante señalar que los síntomas del síndrome de Tourette difieren de una persona a otra; variando de muy leves a graves. No obstante, se ha encontrado que la mayoría de los casos corresponden a la categoría leve (Tourette Association of America, 2022).

El espectro de tics que las personas con Tourette experimentan es muy diverso. Sin embargo, pueden clasificarse en simples y complejos. Los tics simples, son repentinos, breves y repetitivos, e implican un número limitado de grupos musculares; mientras que los tics complejos involucran patrones de movimientos diferentes y coordinados, en los que participan varios grupos musculares (Mayo Clinic, 2021).

Condiciones concurrentes al síndrome de Tourette

Comúnmente, el síndrome de Tourette se encuentra asociado con otro tipo de padecimientos neurológicos, cognitivos, psiquiátricos y comportamentales. Algunas de estas condiciones pueden presentarse antes y causar más deterioro que los propios tics. Estas se conocen como condiciones concurrentes. Algunas de las más comunes son:

  • Déficit de atención e hiperactividad.
  • Trastorno obsesivo compulsivo.
  • Trastornos del espectro autista.
  • Dificultades de aprendizaje (lecto-escritura y matemáticas).
  • Trastornos de ansiedad.
  • Trastornos del ánimo.
  • Habilidades sociales deficientes.
  • Trastornos del sueño, como insomnio, enuresis o sonambulismo.
  • Cambios de humor.
  • Problemas con el manejo de la ira.
  • Dolor relacionado con los tics.
  • Baja autoestima.

(Mayo Clinic, 2021; Tourette Association of America, 2022).

Causas del síndrome de Tourette

No se conoce con exactitud la causa del síndrome de Gilles de la Tourette. No obstante, diversas investigaciones han concluido que este trastorno puede ser el resultado de una combinación de factores hereditarios y ambientales (Mayo Clinic, 2021).  En este sentido, algunos especialistas han encontrado que muchos pacientes con Tourette provienen de familias cuyos miembros padecen o padecieron el propio Tourette, tics múltiples crónicos, o el trastorno obsesivo compulsivo. Situación que confirmaría el componente genético de esta condición (Montezuma, 2003).

Algunos trabajos que han estudiado la etiología biológica de este síndrome, han encontrado que los neurotransmisores, sustancias químicas que transmiten los impulsos nerviosos en el cerebro, como la dopamina y la serotonina, pueden estar involucradas (Mayo Clinic, 2021). Además, se ha explorado la teoría de que puede existir un componente autoinmune en la fisiopatología del síndrome de Tourette, el cual sería desencadenado por la participación de infecciones con ciertos estreptococos. Cabe señalar que esta última hipótesis aún se encuentra en estudio (Cornelio, 2008).

Tratamiento del síndrome de Tourette

Como ya se ha mencionado, la mayoría de los casos de Tourette suelen presentar sintomatología leve; por lo que no requieren de tratamiento farmacológico. No obstante, cuando los tics se vuelven problemáticos o interfieren con el funcionamiento diario, se puede considerar la medicación, acompañada de tratamiento conductual (Tourette Association of America, 2022).

Algunos de los medicamentos utilizados en este sentido son:

  • Medicamentos que bloquean o disminuyen la dopamina. 
  • Inyecciones de botulina (bótox). 
  • Medicamentos contra el déficit de atención con hiperactividad. 
  • Inhibidores adrenérgicos centrales. 
  • Antidepresivos. 
  • Medicamentos anticonvulsivos. 

(Mayo Clinic, 2021).

Además, en casos donde los tics son severos y no responden a otro tratamiento, se ha sugerido la utilización de estimulación cerebral profunda o (DBS). Esta consiste en implantar en el cerebro un dispositivo médico que funciona con baterías; el cual proporcionaría estimulación eléctrica a zonas específicas que controlan el movimiento. No obstante, este tratamiento todavía se encuentra en las etapas iniciales de investigación; por lo que es necesario realizar más trabajo para determinar si es un tratamiento seguro y eficaz para el síndrome de Tourette (Mayo Clinic, 2021).

Cuando el síndrome de Tourette se presenta de manera completa, afectando el desarrollo del niño; es necesaria la implementación de un programa interdisciplinario. Este tipo de intervenciones incluyen elementos como: terapia del comportamiento, terapia de lenguaje, tratamiento farmacológico y orientación sobre el síndrome (Montezuma, 2003).

En todos los casos, es esencial educar a la persona y a otras personas en su vida sobre el Síndrome de Tourette y brindar el apoyo adecuado en todos los entornos. Por otro lado, es muy frecuente que las personas afectadas por este trastorno reciban tratamiento por alguna condición concurrente, y no directamente por los síntomas de Tourette (Tourette Association of America, 2022).

La representación popular del síndrome de Tourette

Actualmente, el síndrome de Tourette es una condición relativamente conocida. No obstante, la representación popular de este trastorno se encuentra distorsionada por el uso que la literatura, el cine y los medios de comunicación han hecho de esta dimensión.

El medio que retrata de manera más fiel las distintas manifestaciones de este trastorno es la literatura. En las novelas, se muestran los problemas de adaptación y de aceptación familiar y social de los personajes con síndrome de Tourette, así como las dificultades que encuentran en la escuela para encontrar amigos o para conseguir un trabajo. Esta representación se remonta incluso antes de que esta afección se reconociera como tal. Un ejemplo de ello, es el personaje de Mister Pancks, en la novela de “La pequeña Dorrit” de Charles Dickens; publicada en 1855 (Collado, Carrillo, 2013).

Por su parte, el cine y la televisión suelen representar a las personas con Tourette de forma poco realista. Mostrando los síntomas de forma exagerada, con el fin de crear un tono grotesco o cómico. Además, suelen relacionar esta condición con conductas delictivas, contribuyendo a la estigmatización que pesa sobre este trastorno (Collado, Carrillo, 2013).

En todos estos medios se suele sugerir que el arte, en alguna de sus manifestaciones, es capaz de relajar a las personas con Tourette lo suficiente como para que olviden sus tics (Collado, Carrillo, 2013).

En los últimos años, las plataformas virtuales han ayudado a extender la concientización sobre esta condición. Un ejemplo de ello, son los usuarios de Tiktok diagnosticados con Tourette, que muestran sus actividades diarias, ilustrando cómo es vivir con este trastorno. Además, existen celebridades como la cantante Billie Eilish o el futbolista Tim Howard, que han hecho público el padecer Tourette, favoreciendo la normalización del término.

La importancia de comprender el síndrome de Tourette

La razón mas importante por la que es necesario difundir información real sobre el síndrome de Tourette, es concientizar a la sociedad de que las personas con esta condición pueden llevar una vida productiva y relativamente normal; aún en sus manifestaciones más severas. Además, es muy necesario romper con la imagen caricaturizada y exagerada que los medios de comunicación han transmitido sobre este trastorno. En este sentido, el elemento más importante que es preciso difundir, es que el Tourette es más común de lo que se piensa, y por lo general, de menor gravedad de lo que se suele imaginar.

Por otro lado, es fundamental difundir el perfil real de este trastorno. Esto, con el fin de que sus síntomas sean detectados a tiempo, y los menores que lo padezcan reciban la atención que se requiere. O bien, se eviten autodiagnósticos apresurados, basados solo en mitos fabricados por los medios, y no en hechos científicos comprobados.

Referencias:

  • American Psychiatric Association (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. DSM-V. Barcelona, España. Masson.
  • Collado, S., Carrillo, J. (2013). Los tics y el síndrome de Tourette en la literatura, el cine y la televisión. Revista de Neurología, volumen (57), pp. 123-133. researchgate.net
  • Cornelio, J. (2008). Neurobiología del síndrome de Tourette. Revista de Neurología, volumen (46), número (1).tourette.es
  • Mayo Clinic (2021). Síndrome de Tourette. MayoClinic.org. mayoclinic.org
  • Montezuma, O. (2003). El rol del psicólogo en el síndrome de Tourette. Persona, volumen (6), pp. 151-178. revistas.ulima.edu.pe
  • Tourette Association of America (2022). What is Tourette. Tourette.org. tourette.org
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.