Las inteligencias múltiples no existen, son un mito

La teoría de las inteligencias múltiples es un mito que se ha difundido como un hecho comprobado. No obstante, carece de legitimidad científica.

La teoría de las inteligencias múltiples propuesta por Howard Gardner en la década de los 80’s, es un modelo muy difundido dentro del ámbito educativo. La idea de que no existe una única inteligencia, sino distintas capacidades independientes que nos permiten resolver los diversos problemas que enfrentamos en la vida; se ha vuelto tan popular, que muchos profesionales y personas no especializadas la consideran un hecho comprobado e indiscutible. No obstante, la comunidad científica ha criticado severamente esta propuesta desde su surgimiento, debido a su falta de fundamento empírico. Por tal motivo, es posible afirmar que la supuesta solidez y confiabilidad de la teoría de las inteligencias múltiples es sólo otro mito más que distorsiona el conocimiento objetivo que se tiene del cerebro humano y las funciones cognitivas.

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La teoría de las inteligencias múltiples

La teoría de las inteligencias múltiples surge como una respuesta en contra de la concepción tradicional en psicología de una inteligencia única, y a la determinación de la capacidad cognitiva de las y los seres humanos a partir de la medición del supuesto cociente intelectual. Para el modelo de Gardner, existen muchas y distintas facultades intelectuales o competencias que tienen un desarrollo propio. Las cuales permiten a las y los individuos resolver problemas genuinos o las dificultades que encuentran; creando productos efectivos cuando es apropiado (Gardner, 1983; Gardner, Moran, 2006).

Gardner propone que estas facultades o inteligencias múltiples son autónomas y se interrelacionan entre sí. De tal forma que, cada inteligencia opera en distintos niveles en virtud del grado de desarrollo de cada persona. En este sentido, todas y todos los individuos poseerían cada una de estas competencias; las cuales se desarrollan y manifiestan de forma distinta e individual (Gardner, 1983). Por tal motivo, existirían sujetos cuya inteligencia lingüística se encontraría mejor desarrollada que, por ejemplo, su llamada inteligencia lógico matemática. Mientras que habría otros u otras que tendrían una inteligencia musical mayor a su inteligencia interpersonal. Pero al final, todos serían “inteligentes” a su modo. 

De acuerdo a Gardner, la teoría de las inteligencias múltiples está construida sobre los avances en neurobiología de la época, y es confirmada por los distintos descubrimientos que han surgido en las últimas décadas sobre la relación que existe entre ciertas estructuras neuronales específicas y los diferentes modos de procesamiento de información (Gardner, Moran, 2006).

Un elemento importante que ha contribuido a la popularidad de la teoría de las inteligencias múltiples, es el hecho de que considera la inteligencia (o las inteligencias) como algo que se puede ejercitar y desarrollar, sin ajustarse a un número fijo o cociente (Gardner, 1983).

Los prerrequisitos de una inteligencia de acuerdo a Gardner

De acuerdo a Gardner, cada inteligencia se define y distingue de otras facultades por ciertos criterios específicos:

  • Puede ser destruida, o exceptuada en forma aislada, como resultado de daño cerebral.
  • Hay personas precoces en el desarrollo y manifestación de esa competencia intelectual.
  • Existen una o más operaciones o mecanismos básicos de procesamiento de información que pueden manejar dicha clase específica de entrada.
  • Tiene una historia identificable de desarrollo, a través de la cual pasarían los individuos normales y los dotados, en el camino hacia su conformación orgánica.
  • Es posible localizar sus antecedentes evolutivos, incluyendo las capacidades que comparte con otros organismos.
  • Puede estudiarse a partir de tareas psicológicas experimentales determinadas.
  • Su presencia, desarrollo y manifestación se apoya en hallazgos psicométricos.
  • Es susceptible a ser codificada en un sistema simbólico.

(Gardner, 1983).

Las inteligencias múltiples

Tomando en cuenta los criterios anteriores, Gardner planteó un conjunto pequeño de potenciales intelectuales humanos o inteligencias:

  • Lingüística: implica el dominio del lenguaje en sus distintas manifestaciones. Lo que se traduce en el desempeño destacado de las habilidades lingüísticas. Es decir, la lectura, la escritura y la expresión oral.
  • Lógico Matemática: se refiere a la capacidad de resolver problemas matemáticos abstractos o declarativos; expresándose en demostraciones científicas, creación de códigos o cuantificaciones.
  • Espacial: Se refiere a la habilidad que tienen las personas para reconocer el mundo desde lo visual. Implica facultades como la recreación de estímulos visuales, la reproducción de representaciones gráficas, o la resolución de problemas que involucren la espacialidad.
  • Musical: Está relacionada con la interpretación y composición de secuencias musicales rítmicas y la elaboración de secuencias métricas como una forma de comunicación con otros individuos. Esto involucra, además, la capacidad por apreciar y transmitir la música.
  • Cinestésico corporal: Se refiere a la habilidad que tienen las personas para el perfecto manejo de su cuerpo o partes de él, así como el manejo efectivo de herramientas.
  • Interpersonal: Implica la relación y el buen entendimiento con otras personas.
  • Intrapersonal: Es la capacidad de comprenderse a uno mismo. Es decir, la habilidad de conocer los propios estados de ánimo y poder guiar la propia conducta.
  • Naturalista: Añadida por Gardner en trabajos posteriores, esta inteligencia implica la capacidad para identificar miembros de una misma especie y detectar las diferencias que existen entre ellos.

(Gardner, 1983; Gardner, Moran, 2006).

¿Por qué se dice que la teoría de las inteligencias múltiples es un mito?

Al analizar superficialmente las ideas de Gardner, es posible darse cuenta que estas constituyen un modelo que apela al sentido común, y que alude a la experiencia cotidiana de las personas; por lo que pueden reconocerlo en sus propias vidas. Luego entonces ¿por qué se dice que la teoría de las inteligencias múltiples es un mito?

La principal crítica que recibe el modelo de Gardner es su falta de sustento científico. En este sentido, la teoría de las inteligencias múltiples ha sido descrita desde sus inicios como una opinión bien articulada, pero no como un modelo científico; ya que carece de un conjunto conceptual susceptible de explicar el desempeño intelectual (Larivée, 2010).

Es innegable que la obra de Gardner puso en evidencia debilidades notables en el modelo de estudio tradicional de la inteligencia; señalando importantes sobreentendidos sobre los procesos cognitivos y su medición (Muñoz, Ayuso, 2014). No obstante, su respuesta carece de valor científico, ya que no aporta ninguna evidencia empírica que respalde sus principios; conformándose con reinterpretar los resultados preliminares en materia de neurología de su época, y presentarlos como una verdad indiscutible.

Es en este sentido que se dice que la teoría de las inteligencias múltiples es un mito; ya que brinda una explicación lógica y atractiva sobre un fenómeno del que aún nos falta mucho por conocer, sin preocuparse de aportar un método propio para su comprobación.

Argumentos en contra del mito de las inteligencias múltiples

A pesar de su apariencia, la teoría de Gardner tiene muchas debilidades que impiden que pueda considerarse como una construcción científica o como un modelo válido dentro de la educación. Entre las más importantes, tenemos las siguientes:

  • Existe poca evidencia empírica sobre los principios propuestos en esta teoría, así como pocas investigaciones en el campo de la psicología cognitiva y la neurociencia.
  • A pesar de que Gardner declara que su teoría está basada en avances científicos, no se ha responsabilizado de realizar personalmente estudios que comprueben o refuten sus ideas. Conformándose, en cambio, en reinterpretar y adecuar el trabajo de otros.
  • La evidencia científica contradice la supuesta independencia entre inteligencias, comprobando la compartición de caminos neuronales por distintas habilidades cognitivas.
  • Aunque los avances en neurociencia confirman que existe relación entre ciertas estructuras neurológicas y determinadas habilidades cognitivas; las localizaciones declaradas por Gardner en su teoría son imprecisiones basadas en estudios preliminares de su época.
  • La elección de ciertos talentos como “inteligencias” se realiza en virtud de criterios razonables, pero arbitrarios.
  • Investigaciones que tomaron en cuenta la división propuesta por Gardner han encontrado que existe dependencia entre sus supuestas inteligencias. De tal forma que un registro alto en una de estas habilidades implicaría que otras también puntúen alto.
  • Gardner no ha podido comprobar los componentes que conforman sus supuestas inteligencias.
  • Aunque ha declarado que sus prerrequisitos o signos se limitan a una determinada cultura; no indica cuáles son las culturas en que las inteligencias han sido evaluadas. Es decir, no brinda evidencia empírica del número de grupos sociales en donde ha investigado.

(Larivee, 2010; Almeida, et.al 2011; Navarrete, Queutre, 2011; Muñoz, Ayuso, 2014; Prieto, 2014; Shearer, Karanian, 2017).

La defensa de Gardner de la teoría de las inteligencias múltiples

Es necesario mencionar que Howard Gardner no se ha mantenido impasible frente a las críticas que ha recibido su teoría. Desafortunadamente, su defensa de las inteligencias múltiples, lejos de legitimar sus ideas, suele corroborar el carácter de este modelo como un mito. Algunas de las declaraciones más importantes en este sentido son:

  • Ante la crítica de que su teoría carece de fundamentación científica propia, Gardner admite que sus ideas están basadas en una “reconstrucción” de descubrimientos en neurociencia y psicología cognitiva.
  • Frente a la ambigüedad y libertad con que utiliza el término “inteligencia”, el autor admite que tal vez ha abusado de la palabra; recurriendo a conceptos como facultades, talentos o habilidades.
  • En momentos en que se asegura que la idea de múltiples inteligencias no está plenamente comprobada, Gardner se ha salido por la tangente, argumentando (con cierta razón) que el modelo tradicional de inteligencia tampoco lo está.
  • Ante la descripción de su teoría como no científica, este autor ha llegado al grado de denunciar que el propio concepto de ciencia es demasiado estrecho, y de que su obra cumple con el fin de sintetizar el trabajo experimental de otros para construir las bases de futuras investigaciones.

(Gardner, Moran, 2006; Almeida, et.al 2011; Navarrete, Queutre, 2011).

El mito de las inteligencias múltiples en la educación

Como ya se ha comentado, la teoría de las inteligencias múltiples ha tenido cada vez más presencia en el ámbito educativo. Desafortunadamente, muchos profesionales de la educación consideran como un conocimiento con completo valor científico.

La confianza que ha inspirado esta teoría en instituciones educativas ha sido tan grande e indiscriminada, que el propio Gardner ha manifestado sus reservas sobre la sobre simplificación de su propuesta (Gardner, Moran, 2006).

Uno de los enfoques más riesgosos en este sentido, es la tendencia ha construir instrumentos de evaluación que identifiquen y clasifiquen las habilidades de los alumnos en razón de las inteligencias propuestas por Gardner. Esto con el fin de diseñar estrategias de enseñanza que se adapten a las supuestas fortalezas de los estudiantes (Prieto, 2014; García, 2018; Muñoz, Ayuso, 2014).

Aunque esta clase de programas buscan respetar la diversidad de los alumnos y reconocer sus diferencias individuales (Gardner, Moran, 2006; Muñoz, Ayuso, 2014). Al partir de una clasificación sin fundamento y de un principio de supuesta autonomía entre las facultades cognitivas; corren el riesgo de subestimar o sobreestimar las capacidades de los estudiantes, limitar su desempeño, o incluso estigmatizarlos, al hacerlos pensar que existen áreas en las que no son competentes, o aspectos en los que deben ser sobresalientes.

El mito de las inteligencias múltiples en la investigación

El seguimiento de una teoría sin fundamento, como la de las inteligencias múltiples, no es solo un problema a nivel docente. Existen distintos trabajos de investigación académica que consideran este modelo como la base de su estudio. Curiosamente, a inicios de este siglo, se publicaban más investigaciones inspiradas en el mito de las inteligencias múltiples, que ejercicios científicos interesados en comprobar los principios de esta postura (Navarrete, Queutre, 2011).

De esta forma, existen, por ejemplo, investigaciones que dividen los contenidos escolares a partir de las categorías propuestas por Gardner. Esto, para evaluar el rendimiento de alumnos en determinado grado, o determinada asignatura (Prieto, 2014; García, 2018; Torres, Aguaded, 2018).

Por otro lado, se ha intentado identificar el tipo de inteligencia que predomina en estudiantes universitarios. E incluso, se han analizado los estilos de enseñanza de profesores de distintos niveles en virtud de estas mismas variables (Guzmán, Castro, 2005; Díaz, Rodríguez, 2017; Mesa, 2018).

El problema de considerar las inteligencias múltiples como una realidad científica

El seguimiento de un mito como el de las inteligencias múltiples en el terreno profesional y académico implica un daño importante en el desarrollo de estas áreas.

En primer lugar, el dar por hecho que las ideas de Gardner realmente tienen el respaldo de estudios neurocientíficos, proyecta la ilusión de que todas las estrategias surgidas en nombre de la teoría de las inteligencias múltiples son esfuerzos científicos legítimos.

Además, la división de la inteligencia de acuerdo a los criterios de esta teoría, ha dado lugar a la creación de instrumentos que pretenden evaluar dichas áreas, clasificando a los alumnos en categorías arbitrarias.

No obstante, el mayor peligro que implica el uso de esta teoría como plataforma de evaluación e investigación, es el diseño de estrategias basadas en estos principios (Muñoz, Ayuso, 2014; Shearer, Karanian, 2017; Mesa, 2018). Las cuales suelen materializarse en programas académicos, métodos de enseñanza y modificaciones estructurales que promueven acciones de las que no se conocen sus verdaderas consecuencias o resultados.

¿Por qué el mito de las inteligencias múltiples es tan popular?

Considerando que la mayoría de las críticas anteriores expresadas en contra de las inteligencias múltiples son públicas y han sobrevivido por casi 40 años; es justo preguntarnos por qué esta teoría es tan popular dentro y fuera del ámbito educativo.

En primer lugar, las ideas de Gardner son vistas como un proyecto subversivo que desafía la concepción tradicional del estudio de la inteligencia. El hecho de que sus críticas dirigidas a dicha visión clásica de los procesos cognitivos tengan sentido y lógica, presenta esta teoría como una alternativa más actual en este campo (Navarrete, Queutre, 2011).

Además, la forma clara y accesible en que Howard Gardner expone sus ideas, ha permitido que su teoría sea difundida más fácilmente a nivel mundial; dando la impresión de que este modelo es un avance científico comprobado (Larivée, 2010).

Por último, es necesario resaltar el significado que esta propuesta tiene a nivel cultural. El modelo de Gardner plantea que la inteligencia no es una dimensión innata, estática y establecida; sino que es un constructo que puede desarrollarse y mejorarse. Además, la existencia de distintos tipos de inteligencia implicaría que todos somos talentosos o especiales de una u otra forma. Estas son ideas que, ciertas o falsas, constituyen un mito en el que muchos desean creer.

Referencias:

  • Almeida, L., Prieto, M., Ferreira, A., Ferrando, M., Ferrandiz, C., Bermejo, R., Hernández, D. (2011). Structural invariance of multiple intelligences, based on the level of execution. Psicothema, volumen (23), número (4), pp. 832-838. academia.edu
  • Díaz, L., Varela, S., Rodríguez, L. (2017). Inteligencias múltiples e implementación del currículo: avances, tendencias y oportunidades. Revista de Psicodidáctica, volumen (22), número (1), pp. 69-83. sciencedirect.com
  • García, A. (2018). La teoría de las inteligencias múltiples en la educación. Polo del Conocimiento, volumen (3), número (10), pp. 947-111. polodelconocimiento.com
  • Gardner, H. (2001). Estructuras de la mente: La Teoría de las Inteligencias Múltiples [original 1983]. Bogotá, Colombia. Fondo de Cultura Económica. biblioteca.udgvirtual.udg.mx
  • Gardener, H., Moran, S. (2006). The Science of Multiple Intelligences Theory: A Response to Lynn Waterhouse. Educational Psychologist, volumen (41), número (4), pp. 227–232. academia.edu
  • Guzmán, B., Castro, S. (2005). Las inteligencias múltiples en el aula de clases. Revista de Investigación UPEL, volumen (29), número (58). revistas.upel.edu.ve
  • Larivée, S. (2010). Las Inteligencias Múltiples de Gardner. ¿Descubrimiento del Siglo o Simple Rectitud Política? Revista Mexicana de Investigación en Psicología, volumen (2), número (2), pp. 115-126. medigraphic.com
  • Mesa, C. (2018). Caracterización de las inteligencias múltiples de estudiantes de 2do año de la carrera de Medicina. Revista Médica Electrónica de la Universidad Médica de Matanzas, volumen (40), número (2). scielo.sld.cu
  • Muñoz, M., Ayuso, M. (2014). Inteligencias múltiples, ¿ocho maneras diferentes de aprender? Escuela Abierta, número (17), pp. 103-116. dialnet.unirioja.es
  • Navarrete, P., Queutre, J. (2011). Teoría de las Inteligencias Múltiples en Educación: una revisión crítica: Tesis. Universidad Católica de Temuco, Facultad de Educación. researchgate.net
  • Prieto, M. (2014). Inteligencias Múltiples. Universidad Fasta: Facultad de Ciencias de la Educación. redi.ufasta.edu.ar
  • Shearer, C., Karanian, J. (2017). The neuroscience of intelligence: Empirical support for the theory of multiple intelligences? Trends in Neuroscience and Education. researchgate.net
  • Torres, P., Aguaded, E. (2018). Aplicación e impacto de las Inteligencias Múltiples en la Enseñanza de Lenguas Extranjeras. Prácticas Formativas en Educación, volumen (21), número (1). revistas.um.es
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
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