Trauma psíquico o psicológico y su intervención

Numerosos enfoques teóricos han tratado de explicar la naturaleza del trauma psíquico o psicológico. A continuación, una aproximación al fenómeno.

A lo largo de su vida, todas las personas cruzan por una amplia multiplicidad de eventos, crisis y cambios. Dentro de esta gran diversidad de sucesos, existen situaciones desbordantes y peligrosas que, no solo por su componente físico, sino también por sus elementos emocionales, de vez en cuando pueden llegar a convertirse en caóticas y perturbadoras. Ante este tipo de circunstancias, algunas y algunos sujetos no son capaces de poner en marcha mecanismos para afrontar la situación concreta; desatando una crisis que, si no es adecuadamente elaborada, podría derivarse en lo que algunas posturas teóricas han llamado trauma psicológico o psíquico.

Contenidos relacionados:

¿Qué es un trauma psíquico o psicológico?

Numerosos enfoques teóricos han intentado explicar la naturaleza de lo que se denomina en la clínica como un trauma psíquico o psicológico. En términos biológicos, un trauma puede definirse como una lesión severa a nivel orgánico, resultante de una exposición aguda a un tipo de energía mecánica, térmica, eléctrica, química o radiante, en cantidades que exceden el nivel de tolerancia fisiológica (Baker, et.al citado por Espinoza, 2011). Por otro lado, el término ‘trauma’ es utilizado de manera cotidiana en el terreno de la atención psicológica, para referirse a un daño psíquico o psicológico provocado por un evento estresante o violento, que tiene repercusiones negativas en la salud mental (Laplanche, Pontalis, 2004). Por tal motivo, es necesario, para fines prácticos, reorganizar la definición del concepto de trauma por el concepto de trauma psicológico.

Uno de los principales obstáculos para definir el trauma psíquico es la gran cantidad de interpretaciones que se hacen de este concepto.

De acuerdo al psicólogo Juan Saldaña García, el trauma psicológico es un sentimiento de intenso miedo, de indefensión, de pérdida de control y de amenaza de aniquilación. Los acontecimientos traumáticos destrozan los sistemas de protección normales que dan a las personas una sensación de control (Saldaña, 2011). En este sentido, el trauma psíquico se definiría a partir de la experiencia subjetiva generada en cada una de las personas que lo atraviesa.

Por otro lado, este fenómeno es también explicado en virtud de los eventos que desarman todos los mecanismos de afrontamiento que un ser posee, dejándole completamente vulnerado. Esto es, como una conmoción psicológica (González, 2017).

Tipos de trauma psíquico o conmoción psicológica

Se han descrito una variedad de tipos de traumas o conmociones psicológicas, como:

  • Accidentes
  • Lesiones físicas
  • Acoso escolar o laboral
  • Violencia familiar
  • Abuso sexual
  • Estrés crónico
  • Enfermedades o problemas de salud
  • Catástrofes naturales
  • Pérdida de un ser querido
  • Ruptura sentimental
  • Humillación o decepción profunda

(González, 2017).

Es importante señalar que estos son solo algunos ejemplos de lo que, en realidad, se conoce como conmoción psicológica. Sin lugar a dudas, la plural cantidad de expresiones en las que los traumas pueden presentarse es preocupante.

Sintomatología derivada de un trauma psíquico

Existe una gran variedad de síntomas y situaciones adversas que una persona puede sufrir durante y después de un acontecimiento traumático. La psicóloga clínica Escobar, docente y acompañante de procesos de formación en la Universidad Politécnica Superior de la República de Colombia, afirma que las siguientes reacciones son parte del espectro semiológico de un trauma psíquico:

  • Emocionales: shock, terror, tristeza, irritabilidad, sentimiento de culpa.
  • Físicas: disminución del apetito, disminución del deseo sexual, dolor, taquicardia, sudoración, temblores.
  • Cognitivas: problemas de atención y concentración, confusión, síntomas disociativos, incredulidad, pesadillas, pensamientos intrusivos,
  • Interpersonales: aislamiento social, deterioro de las relaciones cercanas, desconfianza, sensación de abandono o rechazo, aumento de conflictos ya existentes, alienación, sobreprotección.

(Escobar, 2022).

Cada una de estas expresiones psicoafectivas, cognitivas y fisiológicas traen consigo densos procesos críticos; en los cuales, el organismo se encuentra totalmente desprotegido y sin poder intervenir para afrontar de un modo adecuado el evento que desemboca la crisis y el trauma por defecto. Es por ello que el ser humano pone en marcha estrategias adaptativas para hacer prevalecer la supervivencia de la persona en cuestión.

Primeros auxilios psicológicos ante situaciones traumáticas

Existen instituciones como la Universidad Autónoma de Barcelona-, o la Universidad Católica de Colombia que han propuesto metodologías prácticas para apoyar a una persona durante una crisis. Estas medidas son mejor conocidas como primeros auxilios psicológicos.

En este sentido, la doctora Jaqueline Herrera, describe las fases de la intervención en crisis:

  • Contacto psicológico: acercarse a la persona afectada y presentarse respetuosa y tranquilamente.
  • Hacer sentir a la persona segura: ofrecer abrigo, agua, comida y demás elementos que puedan apoyar al establecimiento de un buen rapport y espacio de confianza.
  • Contención emocional: realizar preguntas relacionadas con el pasado inmediato: ¿qué ocurrió?, y el presente inmediato: ¿cómo te sientes?
  • Tranquilizar adecuadamente: evitar comentarios similares a: «todo va a estar bien«. En cambio, usar frases que fomenten la empatía, tales como: «lo siento mucho» o «es normal lo que sientes«.
  • Alentar a buscar soluciones positivas: indagar sobre eventos pasados en los que la persona haya tenido que lidiar con situaciones similares, o dado el caso, practicar técnicas dirigidas a aliviar la tensión.
  • Ayudar a relacionarse con los demás: apoyar al acompañamiento de la persona por medio de servicios de seguridad y atención en emergencias, familiares o amigos.
  • Ofrecer información exacta: es importante dotar a la persona de la información que esta esté preparada para recibir en una situación crítica en particular.
  • Cierre de la conversación: concluir el diálogo, asegurándose de que la persona reconozca que tiene valor, y que su bienestar le preocupa a quien aplicó los primeros auxilios psicológicos.

Cada uno de estos procesos, otorgan la oportunidad de auxiliar a cualquier persona dentro de una situación crítica; fomentando una óptima recuperación del acontecimiento y devolviendo el equilibrio psicológico que se tenía antes de experimentar la circunstancia traumática en cuestión.

El concepto de disociación

A modo de síntesis, se podría describir la disociación como un mecanismo adaptativo que busca separar o fragmentar las vivencias traumáticas de la persona, evitando así su sufrimiento. No obstante, esto conlleva múltiples consecuencias que pueden devenir tras la disrupción de la integridad de la persona.

Este proceso afecta a la experiencia del ser, lo que desestructura la identidad y la vivencia del mismo en numerosos pedazos. Es por ello que es muy importante conocer las propuestas teóricas construidas alrededor de dicho proceso; lo que significa que será imposible no hablar acerca de la teoría de disociación estructural.

La teoría de disociación estructural

Propuesta por Van Der Hart hace varios años, dicha teoría se compromete a explicar los procesos y niveles, en los cuales, la disociación actúa ante la integración destructiva de la persona en medio de una situación traumática o crítica:

  • Nivel I: la experiencia traumática se fragmenta fuera de la persona, creando así una PE, parte emocional, separada de la PAN, es decir, la parte aparentemente normal, aquella que vive de manera óptima y cotidiana.
  • Nivel II: la fragmentación de las partes emocionales es múltiple, debido a la recurrencia del trauma. Hay varias PE y una sola PAN.
  • Nivel III: la disociación es severa, dividiendo en múltiples fragmentos tanto partes emocionales como partes aparentemente normales, creando así varias identidades.

Cada nivel corresponde a un grupo de psicopatologías ocasionadas por dichos procesos. Entre ellas se incluyen el trastorno de estrés agudo para el primer nivel, el trastorno límite de la personalidad para el segundo nivel y, únicamente, el trastorno de identidad disociativa para el tercer nivel (Rubio, 2021).

Cada una de estas aproximaciones dan a conocer un maremágnum de aportaciones teóricas y conceptuales que ayudan a la comprensión total de los procesos de afrontamiento, defensa y preservación de la supervivencia de los seres humanos.

Trauma psíquico y disociación 

Hoy en día, las personas experimentan multiplicidad de situaciones que les colocan bajo un estrés constante. Esto obliga, cada vez más, a sus mecanismos de afrontamiento y resiliencia a reforzarse y mantenerse frecuentemente en alerta ante cualquier peligro inminente. No obstante, ninguno de ellos es infalible, por lo que, tras ser expuesto al trauma, el ser humano activa numerosos protocolos de urgencia para tratar de distanciarse del peligro. En consecuencia, diversas consecuencias patológicas aparecen en forma de síntomas desagradables que interfieren con el funcionamiento cotidiano de la persona. Es ahí en donde la relevancia de las intervenciones críticas tempranas recae, ya que no solo son útiles para equilibrar psicoafectivamente e a la persona, sino, además, para prevenir y dotar al individuo de los recursos suficientes para encarar adecuada y adaptativamente una situación crítica.

Referencias:

  • Escobar, D. (2022). Guia didáctica para el diplomado en primeros auxilios psicológicos, módulo 1: Definiciones y generalidades [Diapositivas]. Plataforma virtual de la Universidad Politécnica Superior de la República de Colombia. politecnicosuperior.com.co
  • Espinoza, J. (2011). Atención básica y avanzada del politraumatizado. Acta médica peruana, volumen (5), número (28), pp. 1728–5917. scielo.org.pe
  • González, B. (2017). Traumas y conmociones psicológicas. Sitio web Somos Psicólogos: Psicología y Formación. somospsicologos.es
  • Herrera, J. [SyHacer]. (2017). Bases para primeros auxilios psicológicos [Vídeo]. YouTube. youtube.com
  • Laplanche, J., Pontalis, J. (2004). Diccionario de Psicoanálisis. Paidós. [Documento PDF].
  • Rubio, N. M. (2021). La Teoría de la Disociación Estructural de van der Hart: qué es y qué explica. Psicología y Mente. psicologiaymente.com
  • Saldaña, J. (2011). Trauma, personalidad y resiliencia, una aproximación desde la psicoterapia breve integrada. Revista Digital de Medicina Psicosomatica y Psicoterapia, volumen (1), número (1), pp. 1–2. psicociencias.org
Jack Díaz Ponce
Jack Díaz Ponce
Divulgador con experiencia como instructor, facilitador y dinamizador en diversos proyectos. Estudiante de la licenciatura en Psicología y Ciencias del Comportamiento por la UIA-Puebla (México). Diplomado en Psicología Clínica, Psicopatología, Psicodiagnóstico y Tanatología, entre otros.

Artículos diarios sobre psicología, neurociencias y salud para profesionales, estudiantes y mentes inquietas

CONTENIDO RELACIONADO

Jack Díaz Ponce
Jack Díaz Ponce
Divulgador con experiencia como instructor, facilitador y dinamizador en diversos proyectos. Estudiante de la licenciatura en Psicología y Ciencias del Comportamiento por la UIA-Puebla (México). Diplomado en Psicología Clínica, Psicopatología, Psicodiagnóstico y Tanatología, entre otros.