Ley del efecto de Thorndike: principios básicos

La ley del efecto de Thorndike es un referente clave en psicología, inspirando numerosas investigaciones en el ámbito clínico y educativo.

El principio conocido como ley del efecto, propuesto por Edward Thorndike a finales del siglo XIX, juega un papel muy importante en el desarrollo de la psicología como disciplina científica. Por un lado, brinda una explicación sencilla sobre la conducta y el aprendizaje, considerando la interacción de factores biológicos y ambientales en la ejecución de estos procesos. Además, la Puzzle-box, experimento que respalda este principio, es un ejemplo claro de la aplicación sistemática de los métodos y medios de la ciencia en el análisis del comportamiento. Por tales motivos, la ley del efecto de Thorndike se ha consolidado como un referente clave dentro de la psicología, inspirando el trabajo de numerosos investigadores, clínicos y educadores a lo largo de más de un siglo.  

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Qué es la ley del efecto de Thorndike

Edward Thorndike desarrolló la noción de ley del efecto en 1898 en su monografía: Inteligencia animal: un estudio experimental de los procesos asociados en animales. Dicho principio establece que las respuestas que producen mayor satisfacción en una situación particular son más probables de efectuarse posteriormente en escenarios similares; mientras que es menos probable repetir aquellas que provocan una sensación desagradable (Thorndike, 1898). De esta forma, la conducta en un determinado contexto estaría definida por el efecto -satisfacción o incomodidad- de su ejecución.

Cabe destacar que la ley del efecto de Thorndike establece una asociación entre una situación y una respuesta, donde el efecto producido es un elemento causal de la misma, pero se encuentra fuera de tal vínculo. Esto significa que la conducta se generaría en virtud de un proceso mecánico, sin profundizar en el valor ‘reforzador’ de sus consecuencias.

De acuerdo a este principio, los animales estarían dotados, de forma innata de determinados impulsos de acción; los cuales son puestos en juego frente a una determinada situación o problema. Aquella acción que resulte efectiva o satisfactoria se verá fortalecida; mientras que aquellas que no lo son, se debilitarán (Thorndike, 1898).

Las tres leyes de Thorndike

La ley del efecto de Thorndike forma parte de una teoría más elaborada del autor sobre el proceso del aprendizaje, el cual se define a partir de la adquisición de enlaces estímulo-respuesta. De acuerdo a dicha idea, este proceso se desarrolla en virtud de tres leyes:

  • Efecto: que como ya hemos indicado, sugiere que las conductas recompensadas -satisfactorias- tienden a repetirse.
  • Ejercicio: propone que los vínculos entre un estímulo y una respuesta se fortalecen con la práctica, y se debilitan con el paso del tiempo en el que no se practican.
  • Disposición: sugiere que las respuestas aprendidas previamente pueden encadenarse en conjuntos de comportamiento más complejos, si al hacerlo se satisface una meta.

(Matsumoto, 2009).

Puzzle-Box

Thorndike extrajo sus ideas sobre la ley del efecto de una serie de experimentos realizados en animales. Dichas pruebas empleaban cajas acondicionadas conocidas como Puzzle-Box; dentro de las cuales se colocaba a un gato hambriento. Tales dispositivos contenían una palanca capaz de liberar al animal. Fuera de la caja, el investigador colocaba comida, de forma tal que la criatura pudiera percibirla.

En un comienzo, los animales comenzaban a explorar, rasguñar, morder e intentar pasar a través de los barrotes, hasta que en algún momento accionaban la palanca por accidente. Al repetir la prueba, Thorndike se daba cuenta de que cada vez los gatos tomaban menos tiempo en presionar la palanca y liberarse, realizando menos conductas inefectivas. Eventualmente, los sujetos eran capaces de manipular la palanca inmediatamente después de ponerlos en la jaula (Thorndike, 1898). A esto Thorndike lo llamó ley del efecto.

Ley del efecto de Thorndike y condicionamiento

El psicólogo Burrhus Frederic Skinner se inspiró en las ideas de Thorndike para desarrollar su propia teoría sobre la conducta. No obstante, Skinner rechazó la idea de que el comportamiento estaba determinado por una simple relación estímulo-respuesta, donde el aprendizaje se establecía a través de una dinámica de ensayo y error. De acuerdo a este autor, incluso el uso de términos como error o aprendizaje en el proceso de adquisición de una conducta, era una imprecisión (Skinner, 1953).

Para Skinner, una respuesta que ya se ha producido no puede predecirse o controlarse, por lo que solo podemos aspirar a predecir qué respuestas similares se producirán en el futuro (Skinner, 1987). Por tal motivo, para controlar la repetición de una conducta, es necesario que un evento sea contingente con la misma. De esta forma, el autor designa este tipo de respuesta como operante, en tanto que es una conducta que opera sobre el medio ambiente para producir una consecuencia (Skinner, 1953).

Valor de la ley del efecto de Thorndike

Si bien las ideas de Thorndike fueron formuladas hace más de un siglo, éstas aún tienen un gran impacto en la psicología contemporánea.

En un primer momento, es importante resaltar que el método riguroso de experimentación de Thorndike constituyó un avance importante en el estudio de la conducta animal, alejándose de técnicas superficiales, como la mera colección anecdótica (Thorndike, 1898).

Además, la ley del efecto de Thorndike ha tenido un impacto muy especial en la práctica pedagógica, brindando una comprensión simple del aprendizaje, cuya claridad permite el diseño de estrategias de enseñanza prácticas y generalizables (Carda, 1986).

No obstante, tal vez la aportación más importante de las ideas de Thorndike en el ámbito de la psicología, es el haber construido las bases de lo que hoy constituye el método de la modificación de conducta. Esto es, la idea de manipular las consecuencias a fin de cambiar un comportamiento determinado (Miltenberger, 2013).  

Al final, y aun cuando para algunos las leyes de Thorndike son consideradas como ‘pasadas de moda’; es innegable que los efectos del esfuerzo de este autor para transformar el estudio de la conducta en una disciplina sistemática y basada en el método científico aún son visibles en la práctica actual. Además, debemos tomar en cuenta que los principios establecidos por sus ideas, son aún aplicados, de una u otra forma, en la práctica docente diaria a través de muy distintos modelos educativos (Carda, 1989).

En este sentido, es necesario recordar que cuando hablamos de la ley del efecto de Thorndike, no solo nos referimos a un antecedente clave en la historia de la psicología experimental, sino que aludimos a una dimensión que se conserva viva, y que lejos de desaparecer, se mantiene en la base de incontables modelos de modificación conductual e intervención educativa contemporáneos.  

Referencias:

  • Carda, R. (1986) La ley del efecto en pedagogía: sus consecuencias en la enseñanza-aprendizaje. Anales de la Universidad de Alicante: Escuela de Magisterio, número (3). Recuperado de rua.ua.es
  • Matsumoto, D. (Ed.). (2009) The Cambridge Dictionary of Psychology. Cambridge University Press.
  • Miltenberger, R. (2013) Modificación de conducta: principios y procedimientos. Madrid, España. Ediciones Pirámide. Recuperado de academia.edu
  • Skinner, B. (1971) Ciencia y conducta humana [1953]. Barcelona, España. Editorial Fontanela.
  • Skinner, B. (1991) El análisis de la conducta: una visión retrospectiva: Whatever Happened to psychology as the science of behavior? [1987]. Ciudad de México, México. Editorial Limusa.
  • Thorndike, E. (1998) Animal Intelligence: An Experimental Study of the Associate Processes in Animals. American Psychologist, volumen (5), número (10), pp. 1125-1127.
R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.

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R. Mauricio Sánchez
R. Mauricio Sánchez
Licenciado en Psicología por la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEMex (México). Experiencia docente y en atención clínica en entidades privadas y públicas, como el Instituto de la Seguridad Social. Editor adjunto y redactor especializado en Psicología en Mente y Ciencia.