La parálisis cerebral es una condición del neurodesarrollo que comienza en la primera infancia y persiste a lo largo de la vida. Aunque es un término relativamente común dentro del lenguaje coloquial, existen muchos malentendidos sobre las características de esta afección. Entre los más importantes, se encuentran el relacionarla de manera directa con la discapacidad intelectual, o el considerarla un trastorno específico. Por este motivo, el primer miércoles del mes de octubre se celebra el día mundial de la parálisis cerebral. Un esfuerzo que tiene el propósito de informar y sensibilizar a la sociedad sobre dicha condición y su impacto en la calidad de la vida de las personas que viven con ella (COMADIS, 2017).
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A continuación, se expondrán algunas de las características más importantes de la parálisis cerebral. Esto con el fin de despejar algunas de las dudas y mitos que giran alrededor de este trastorno.
¿Qué es la parálisis cerebral?
El término parálisis cerebral describe un grupo de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento y la postura, que causan limitación de la actividad. Estos se atribuyen a alteraciones no progresivas que ocurrieron en el cerebro fetal o infantil en desarrollo. Los trastornos motores de la parálisis cerebral suelen ir acompañados de alteraciones de la sensación, la percepción, la cognición, la comunicación y la conducta, de epilepsia y de problemas musculoesqueléticos secundarios (Rosenbaum, et.al 2007).
A lo largo de su estudio, se han desarrollado diferentes definiciones de parálisis cerebral, pero ninguna es aceptada universalmente. No obstante, todas consideran tres aspectos: secuelas motoras, lesión cerebral puntual y cerebro en desarrollo. Debido a esta amplitud conceptual, la clasificación de cada caso de acuerdo a sus síntomas, las estructuras neurológicas afectadas y las limitaciones funcionales que implica, es muy importante para el desarrollo de un tratamiento (Camacho, et.al 2007; Ruiz, Cuestas, 2019).
Las personas con parálisis cerebral suelen presentar algunas dificultades para coordinar o controlar sus movimientos y posturas. Estas manifestaciones surgen durante la infancia o los años preescolares, y pueden ser muy diferentes en cada caso. Por ejemplo, algunos niños y niñas pueden caminar, y otros no. Además, a veces este trastorno está asociado con discapacidades sensoriales o cognitivas. También es posible que esta condición afecte todo el cuerpo o solo una o dos extremidades. Lo que es una realidad invariable, es que la parálisis cerebral es un trastorno de por vida (Mayo Clinic, 2021).
Síntomas de la parálisis cerebral
La parálisis cerebral afecta el movimiento, la coordinación, el habla, la alimentación y el desarrollo. Es importante señalar que cada caso es diferente. Algunas de las manifestaciones que se presentan, son las siguientes:
- Rigidez muscular o espasticidad, con reflejos exagerados o reflejos normales
- Variaciones en el tono muscular, donde los miembros o todo el cuerpo se ponen demasiado rígidos o se relajan de manera exagerada
- Postura inusual
- Ataxia. Es decir, falta de equilibrio y coordinación muscular
- Atetosis o movimientos involuntarios lentos y de contorsión
- Movimientos bruscos o temblores
- Se favorece un lado del cuerpo al realizar actividades rutinarias o desplazarse (usar solo una mano o arrastrar una pierna)
- Dificultad al realizar actividades que involucren motricidad fina.
- Formas de desplazarse peculiares, como caminar de puntas, con las rodillas cruzadas, en cuclillas o de manera asimétrica
- Dificultad para hablar
- Retrasos en el desarrollo del habla
- Problemas para sorber, masticar o comer
- Babeo excesivo
- Problemas para tragar
- Retraso en el desarrollo de habilidades motrices como sentarse, gatear o caminar
- Problemas en el aprendizaje
- Discapacidades intelectuales de diferente nivel
- Retraso en el crecimiento
(Mayo Clinic, 2021).
Debido a que las diferentes lesiones en el cerebro que pueden ser responsables de la parálisis cerebral no cambian, muchos de los síntomas no suelen empeorar. No obstante, algunas manifestaciones, como el acortamiento muscular y la rigidez muscular, pueden agravarse si no se tratan de forma adecuada.
Trastornos relacionados y complicaciones
La parálisis cerebral se ha asociado con otras afecciones neurológicas como:
- Epilepsia
- Debilidad visual o auditiva
- Movimientos oculares anormales
- Sensaciones anormales de tacto o dolor
- Trastornos emocionales de origen psiquiátrico
(Mayo Clinic, 2021).
Además, la debilidad y espasticidad muscular y los problemas de coordinación pueden desencadenar complicaciones importantes como:
- Acortamiento del tejido muscular provocado por una tensión muscular grave. Esto puede dar lugar a que los huesos se doblen y provocar deformidades articulares y dislocaciones parciales o totales.
- Malnutrición ocasionada por distintos problemas para la deglución. Una situación que entorpece el crecimiento.
- Trastornos psicológicos, como depresión. Los cuales pueden agravarse debido al aislamiento social y los desafíos que implican las distintas discapacidades presentes en cada caso.
- Trastornos conductuales.
- Enfermedades cardíacas y pulmonares, y trastornos respiratorios.
- Osteoartritis (deterioro del tejido de las articulaciones) debido a la espasticidad muscular.
- Osteoporosis (baja densidad ósea) ocasionada por la falta de movilidad, malnutrición o el uso de determinados fármacos.
- Problemas de vejiga e intestinos.
- Dolor crónico.
- Trastornos del sueño.
- Lesiones cutáneas y problemas con la salud bucal.
(Mayo Clinic, 2021).
Clasificación de la parálisis cerebral
Debido a la amplitud conceptual que implica el término parálisis cerebral, los criterios de clasificación de cada caso son muy importantes para el diagnóstico y tratamiento de estas condiciones.
Uno de los criterios más utilizados en la actualidad agrupa las personas con parálisis cerebral de acuerdo a cuatro componentes:
- Anormalidades motoras. Implica considerar dos aspectos:
- Naturaleza y tipología del trastorno motor: se clasifican los casos por el tipo de trastorno motor predominante:
- Cerebralespástica. Aumento del tono muscular y presencia de reflejos patológicos.
- Cerebraldiscinética. Movimientos involuntarios, incontrolados, recurrentes, ocasionalmente estereotipados con predominio de reflejos primitivos y tono muscular variable.
- Atáxica. Pérdida de la coordinación muscular ordenada, por lo que los movimientos se llevan a cabo con fuerza, ritmo y presión anormal.
- Mixta. Casos en los que ningún trastorno motor predomina sobre otro.
- Habilidades motoras funcionales. Considera las consecuencias funcionales de los diferentes estados de salud. Es decir, la movilidad funcional o limitación de la actividad con respecto a metas esperadas en el desarrollo normal.
- Naturaleza y tipología del trastorno motor: se clasifican los casos por el tipo de trastorno motor predominante:
- Deficiencias asociadas. Es decir, la presencia o ausencia de problemas musculoesqueléticos de desarrollo posterior, sensoriales o del neurodesarrollo no motor. Así como deficiencias atencionales, conductuales, comunicativas o cognitivas.
- Anatomía y hallazgos radiológicos. Tomar en cuenta las partes del cuerpo afectadas por las deficiencias motoras o limitaciones, y los hallazgos neuroanatómicos de la tomografía computarizada o de la imagen de la resonancia magnética.
- Causa y momento. Identificar la causa y el tipo de lesión o fenómeno responsable de la condición, así como el momento en que este se produjo.
(Rosenbaum, et.al 2007).
Causas de la parálisis cerebral
La causa de la parálisis cerebral es un desarrollo anormal del cerebro o un daño del cerebro en desarrollo. Esto puede ocurrir antes de que nazca la niña o el niño, durante el nacimiento o en las etapas tempranas de la infancia. Cabe señalar, que en muchos casos se desconoce la causa.
Algunos de los factores que pueden causar problemas en el desarrollo del cerebro son:
- Mutaciones genéticas
- Infecciones durante el embarazo
- Interrupción del suministro de sangre al cerebro del feto en desarrollo
- Sangrado dentro del cerebro en el útero o al nacer
- Infecciones infantiles que afectan al cerebro
- Lesión traumática en la cabeza de un bebé
- La falta de oxígeno en el cerebro relacionada con el trabajo de parto o el parto difícil (aunque es un factor menos común).
(Mayo Clinic, 2021).
Además, existen ciertos factores que pueden incrementar el riesgo de parálisis cerebral. Por ejemplo:
- Salud materna. Padecimientos durante el embarazo como: citomegalovirus, rubéola, herpes, sífilis, toxoplasmosis, infección por el virus del Zika, infecciones intrauterinas, exposición a ciertas toxinas, problemas de tiroides, preeclampsia o convulsiones.
- Enfermedades infantiles. Padecimientos sufridos por un recién nacido como: meningitis bacteriana, encefalitis viral, ictericia y accidente cerebrovascular.
- Factores en el embarazo y parto. Bajo peso al nacer, embarazo múltiple, nacimiento prematuro o complicaciones en el parto.
(Mayo Clinic, 2021).
Tratamientos y pronóstico
La parálisis cerebral no tiene cura. No obstante, existen tratamientos para mejorar la función. Para su selección, es importante un diagnóstico y clasificación adecuados.
La atención a la parálisis cerebral requiere la intervención de varios especialistas (pediatra, neurólogo, terapeuta físico, psicólogo, entre otros), y puede requerir atención y cuidados a largo plazo. La selección de la atención médica dependerá de sus síntomas y necesidades específicas, y las necesidades pueden cambiar con el tiempo. Es importante destacar que la intervención temprana puede mejorar los resultados. Entre los tratamientos más comunes se encuentran los siguientes:
- Medicamentos: son utilizados para disminuir la tensión muscular, mejorar la funcionalidad, tratar el dolor o controlar las complicaciones relacionadas con los síntomas
- Terapias: fisioterapias, terapia ocupacional, terapia del lenguaje, y terapias recreativas
- Procedimientos quirúrgicos: cirugía ortopédica o corte de fibras nerviosas, practicadas para disminuir la tensión muscular o corregir anomalías óseas causadas por la espasticidad
- Tratamiento a las complicaciones y padecimientos relacionados: tratamiento de condiciones como dolor, convulsiones, osteoporosis, trastornos del sueño, debilidad visual y auditiva o incontinencia urinaria
- Tratamiento psicológico.
(Mayo Clinic, 2021).
¿Se puede prevenir?
La mayoría de los casos de parálisis cerebral no se pueden prevenir. No obstante, es posible disminuir los riesgos. Una persona embarazada o que planea estarlo, puede tomar las siguientes precauciones:
- Vacunarse contra enfermedades como la rubeola antes de embarazarse.
- Tomar precauciones durante el embarazo, y obedecer las indicaciones del médico cuando este sea considerado de alto riesgo.
- Visitar periódicamente al médico durante el embarazo.
- Evitar el consumo de alcohol, tabaco, drogas ilegales y medicamentos sin prescripción médica.
Además, es importante cuidar especialmente la seguridad de las niñas y niños recién nacidos y en sus primeros años, a través de medidas como uso de asientos de seguridad, cascos para bicicleta, barandillas de seguridad y supervisión adecuada.
(Mayo Clinic, 2021).
Referencias:
- ASPACE (2022). ¿Qué es la Parálisis Cerebral? Federación ASPACE Parálisis Cerebral Castilla y León.federacionaspacecyl.org
- Camacho, A., Pallás, C., De la Cruz, J., Simón, R., Mateos, F. (2007). Parálisis cerebral: concepto y registros de base poblacional. Revista de Neurología, volumen (45), número (8), pp. 503-508. cloudfront.net
- CONADIS (2017). Día Mundial de la Parálisis Cerebral. Gobierno de México.gob.mx
- Mayo Clinic (2021). Parálisis Cerebral Infantil. MayoClinic.org. mayoclinic.org
- Rosenbaum, P., Paneth, N., Leviton, A., Goldstein, M., Bax, M. (2007). A report: the definition and classification of cerebral palsy April 2006. Developmental medicine and child neurology, volumen (109). researchgate.net
- Ruiz, M., Cuestas, E. (2019). La construcción de la definición parálisis cerebral: un recorrido histórico hasta la actualidad. Revista de la Facultad de Ciencias Médicas de Córdoba 2019, volumen (76), número (2), pp. 113-117. ri.conicet.gov.ar